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Ejemplos de oraciones con la palabra política

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra política en el contexto de una oración.

Término política: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "política" aquí tienes una selección de 96 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra política para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¿La política.
  • Cosas de política.
  • Cosas de política.
  • Y no entiendo de política.
  • Yo no tengo ambición política.
  • Aquí todo se convierte en política.
  • Su política tenía que ser diferente.
  • Los aldeanos no entendemos de política.
  • Yo también creo en la Economía política.
  • En el salón se hablaba de política local.
  • Se habló de política y de intrigas palaciegas.
  • Después la conversación recayó en la política.
  • No se charla ya de política solamente en el estanco.
  • ¡Claro está! Pues mira, voy a meterme en política.
  • Esperaba una explosión de júbilo en su mamá política.
  • Verdad que su sobrina política no había sido un modelo.
  • Ahora dijo la mamá, han pegado la hebra con la política.
  • Muy entendido en Hacienda y eso que llaman Economía política.
  • ¡La política, la política! ¿Pues no estamos viendo lo que es?
  • Mi norma era no discutir cuestiones de política ni de religión.
  • Fortunata se asustó sólo de oír el nombre de su tía política.
  • A los tres meses cambió la situación política, y mi Rubín cesante.
  • He dicho que doña Lupe rehuía el hablar de política con Juan Pablo.
  • Realmente, la política española nunca ha sido nada alto ni nada noble.
  • Hay también un vocabulario de filosofía y otro de economía política.
  • Aquí estaba el secreto de la política de Vegallana, conocido por pocos.
  • Hablaron de empleos y de política, diciendo Maximiliano cosas muy buenas.
  • ¿Quién puede vanagloriarse de defender la verdad en política o en moral?
  • Cuando le hablaban de política, Andrés decía a los jóvenes republicanos.
  • Pero no tenía afición a la política y más servía de adorno que de otra cosa.
  • Mas a falta de pasión política, le impulsó a aceptar la diputación su vanidad.
  • Si milito en un partido es por servir a mi país, pero la política me es antipática.
  • No necesitaba insistir mucho para convencerle de que la política es un arte de granjería.
  • , a don Máximo Juncal, que no piensa más que en política, todo se le vuelve hablar de eso.
  • Don Álvaro era al Marqués en política lo que a Paquito en amores, su Mentor, su Ninfa Egeria.
  • La política, si tal nombre merece el enredijo de intrigas y miserias que en las aldeas lo recibe.
  • La política de Alcolea respondía perfectamente al estado de inercia y de desconfianza del pueblo.
  • Por todas partes cubre el manto de la política intereses egoístas y bastardos, apostasías y vilezas.
  • Por entonces, la pasión política sacaba partido hasta de la estatura, del color del pelo, de la edad.
  • La moral política es como una capa con tantos remiendos, que no se sabe ya cuál es el paño primitivo.
  • Nada más que para tratar de las cuestiones financieras, con exclusión absoluta de toda idea política.
  • Pero ya había recobrado la razón, y la razón en política era, según él, la ausencia completa de fe.
  • Y tres o cuatro vejetes verdes del partido conservador, concejales, que todo lo convertían en política.
  • Algo le habría gustado a Don Baldomero que el Delfín diera a conocer sus eximios talentos en la política.
  • El médico hablaba de política exhalando un aliento de vaho de ron, tratando de pinchar y amoscar a Julián.
  • ¡Qué hombre más raro! Varias veces discutieron acerca de religión, de política, de la doctrina evolucionista.
  • Los dos hermanos mayores almorzaron juntos, mas no hablaron ni palotada de política, por no chocar con doña Lupe.
  • Para ellos, la ciencia, la política, la revolución, España, nada tenía importancia al lado de la música de Wagner.
  • Era una política de caciquismo, una lucha entre dos bandos contrarios, que se llamaban el de los Ratones y el de los Mochuelos.
  • A Melchor de Relimpio y a Leopoldo Montes, personas todas muy dadas a la política, y que hablaban del país como de cosa propia.
  • De modo que cuando estaba cesante y la familia pereciendo, alegrábanse las Musas de la política extranjera y de la ciencia fiscal.
  • Junto a él, los ingenieros de Caminos hablaban de política europea, y más acá los de Minas disputaban sobre literatura dramática.
  • Si esta gente no comprende decía en el café inflado de autoridad, que sin presupuesto no hay política posible, ni hay país, ni nada.
  • También charló Juan Pablo de política, diciendo con mucho tupé que el Gobierno estaba de cuerpo presente, y que la situación duraría.
  • Comprendía que allí las discusiones de menos compromiso eran las de más bulto y de cosas remotas, y así, era su fuerte la política exterior.
  • En la política y en el trato social es necesario contentarse con eso muchas veces, en los tiempos tristes que alcanzamos, pero eso es otra cosa.
  • Algunos, creyendo sin duda que lo que allí se trataba más era broma que otra cosa, se fueron al salón a hablar seriamente de política y negocios.
  • Iba de continuo a la casa, y en todo cuanto hablaba con su tía, era de la opinión de esta, ya fuese de Política, ya de Hacienda lo que se tratara.
  • A veces exploraba el mísero cesante su conciencia, y se asombraba de no encontrar en ella nada en qué fundar terminantemente su filiación política.
  • Política, literatura, arte, filosofía o astronomía, todo lo que no fuera auscultar o percutir, analizar orinas o esputos, era letra muerta para él.
  • Pero después la sátira se remontó, metiéndose de rondón en la política, y las fallas se convirtieron en burlas al gobierno y caricaturas de la autoridad.
  • ¡A la salud del señor abade y la compaña! y, después de echárselo al coleto, aún murmuró con mucha política, pasándose el revés de la mano por la boca.
  • El candidato era una excelente persona de Orense, instruido, consecuentísimo tradicionalista, pero sin arraigo en el país y con fama de poca malicia política.
  • Si pasado un plazo prudencial, me resulta usted en tal disposición de espíritu que yo la crea digna de ser mi hermana política, podría quizás llegar a serlo.
  • Toda la máquina política y administrativa, la deuda pública y los ferrocarriles, el presupuesto y las rentas, el Estado tutelar y el parlamentarismo socialista.
  • Pero si en política pasaba por reaccionario y se burlaba de los progresistas, en religión se le tenía por volteriano, o lo que él y otros vetustenses entendían por tal.
  • Toda la parte religiosa del programa carlista la descartaba, quedándose tan sólo con la política, porque ya había visto prácticamente que los curas lo echan todo a perder.
  • Entre la generalidad de los tipos vulgares, obscuros, borrosos, que iban al casino a leer los periódicos y hablar de política, había dos personajes verdaderamente pintorescos.
  • El herido curó, y como Malespina fuese también persona bien nacida y rica, se notaron en la atmósfera política de la casa barruntos de que el joven Don Rafael iba a entrar en ella.
  • Una vez que le miró bien de lejos, Fortunata, sin hacer maldito caso de persona tan respetable como su tía política, volvió a la sala, que ya estaba medio a oscuras, y se sentó en una silla.
  • Y si estos curas de misa y olla que ahora se usan, supieran algo de algo, sabrían que la Economía política me autoriza para cobrar el anticipo, el riesgo y, cuando hay caso, la prima del seguro.
  • En el salón vio a varias personas, Casa Muñoz, Ramón Villuendas, Don Valeriano Ruiz Ochoa y alguien más, hablando de política con tal expresión de terror, que más bien parecían conspiradores.
  • Claro que toda reforma en un sentido humanitario tenía que ser colectiva y realizarse por un procedimiento político, y a Julio no le era muy difícil convencer a su amigo de lo turbio de la política.
  • Es decir, que debe haber mucha libertad y mucho palo, que la libertad hace muy buenas migas con la religión, y que conviene perseguir y escarmentar a todos los que van a la política a hacer chanchullos.
  • Rubín descollaba por suponerse que todo lo sabía y que se anticipaba a los sucesos viéndolos venir, y por último, Feijoo era profundamente escéptico, y tomaba a broma todas las cosas de la política.
  • Los altercados de don Pedro con su tío iban agriándose, y vino a envenenarlos la discusión política, que enzarza más que ninguna otra, especialmente a los que discuten por impresión, sin ideas fijas y razonadas.
  • De modo, que siempre que se le hablaba de tal asunto acababa por hacer una calorosa defensa de la unión ibérica, unión que debía iniciarse en el arte, la industria y el comercio para llegar después a la política.
  • Fuera que los ojos del clérigo se acostumbraran a la oscuridad, fuera que entrase en el cuarto más luz, ello es que Nicolás empezó a distinguir a su hermana política, sentada sobre el baúl, con un pañuelo en la mano.
  • ¡Antes muerta! Pues Ronzal, aunque se llama conservador y quiere la unidad católica y otros principios que contiene nuestra política, no es buen cristiano, no lo es como se necesita que lo sea el marido de una Carraspique.
  • ¡Efectos de la evolución educativa, paralela de la evolución política! Santa Cruz tenía muy presentes las ferocidades disciplinarias de su padre, los castigos que le imponía, y las privaciones que le había hecho sufrir.
  • En realidad, ella no entendía jota de política, y si era liberal, éralo por sentimiento, como tributo a la memoria de su Jáuregui y por respeto al uniforme de miliciano nacional que este tan gallardamente ostentaba en su retrato.
  • El gordo Arnaiz y su amigo Pastor, el economista, sostenían que todos los grandes problemas se resuelven por sí mismos, y Don Pedro Mata opinaba del propio modo, aplicando a la sociedad y a la política el sistema de la medicina expectante.
  • Máximo Juncal, el médico, recién salido de las aulas compostelanas, soltó varias puntadas sobre política, y también malignas pullas referentes al grave escándalo que a la sazón traía muy preocupados a los revolucionarios de provincia.
  • Pero como presumía fuese cosa de política, no quiso tocar este punto delicado por no armar camorra con Juan Pablo, que era o había sido carlista, al paso que doña Lupe era liberal, cosa extraña, liberal en toda la extensión de la palabra.
  • Y ésta es la carta que ha recibido Azorín una página de nuestra historia contemporánea, un fragmento vivo, auténtico, con detalles vulgares, con rasgos épicos ¡en la realidad todo va junto! de nuestra vida de provincias literaria y política.
  • Volvió en breve, e instalándose ante la copa mostró querer reanudar la conversación política, a la cual profesaba desmedida afición, prefiriendo, en su interior, que le contradijesen, pues entonces se encendía y exaltaba, encontrando inesperados argumentos.
  • Forzoso es reconocer, no obstante, que en la época de la revolución, la exaltación política, la fe en las teorías llevada al fanatismo, lograba infiltrarse doquiera, saneando con ráfagas de huracán el mefítico ambiente de las intrigas cuotidianas en las aldeas.
  • Volvieron a la casa a las diez y media, porque Barbarita quería enterarse de cómo había pasado su hijo la noche, y entonces fue cuando Jacinta reveló lo del Pituso a su mamá política, quedándose esta tan sorprendida como poco entusiasmada, según antes se ha dicho.
  • En política hizo gran papel Don Pedro por ser uno de los corifeos de la Milicia Nacional, y era tan sensato, que la única vez que se sublevó lo hizo al grito mágico de ¡Viva Isabel II! Falleció aquel bendito, y doña Lupe se hubiera muerto también si el dolor matara.
  • Claro que en las afirmaciones de la química y de la histología no está basada una política, ni una moral, y si mañana se encontrara el medio de descomponer y de transmutar los cuerpos simples, no habría ningún papa de la ciencia clásica que excomulgara a los investigadores.
  • Siempre que el arcipreste venía a Cebre, pasaba un ratito en el estanco y cartería, donde se charlaba de política por los codos, se leían papeles de Madrid, y se enmendaba la plana a todos los gobernantes y estadistas habidos y por haber, oyéndose a menudo frases del corte siguiente.
  • Como sus amigos no eran tan constantes, pasaba algunos ratos solo, meditando en problemas graves de política religión o filosofía, contemplando con incierto y soñoliento mirar las escayolas de la escocia, las pinturas ahumadas del techo, los fustes de hierro y las mediascañas doradas.
  • Don Pascual Muñoz, dueño de un acreditadísimo establecimiento de hierros en la calle de Tintoreros, progresista de inmenso prestigio en los barrios del Sur, verdadera potencia electoral y política en Madrid, casó con una Moreno de no sé qué rama, emparentada con Mendizábal y con Bonilla, de Cádiz.
  • Primero se hablaba de política, después de que la guerra se acabaría a fuerza de dinero, y como la política y las guerras vienen a ser las fibras con que se teje la Historia, hablose de la Revolución francesa, época funesta en que, según el cobrador municipal, habían sido guillotinadas muchas almas.
  • Conviene apuntar, antes de pasar adelante, que aquella abnegación de Juan Pablo y el asiduo interés que por la salud de su hermano mostraba, serían absolutamente inexplicables, dado el egoísmo del señor de Rubín, si no se acudiera, para encontrar la causa, a ciertas ideas relacionadas con la economía política o la ciencia que llaman financiera.
  • Doña Paula, que entendía a medias palabras, y aun sin necesidad de ellas, ganosa de satisfacer aquel deseo de su hijo, según su política constante, y de satisfacerle de una manera pulcra, intachable en la forma, anticipándose a él, había resuelto tomar la iniciativa y ofrecer a Petra ella misma aquel puesto que la rubia lúbrica tanto ambicionaba.