Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra acababa

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra acababa en el contexto de una oración.

Término acababa: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "acababa" aquí tienes una selección de 100 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra acababa para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Ana acababa por verle.
  • Pimentó acababa de morir.
  • Meretrices, y acababa diciendo.
  • Hoy acababa en bien, mañana no.
  • Acababa de entrar, muy fatigado.
  • Acababa de marcharse el médico.
  • Acababa de morir en aquel instante.
  • Luisito acababa de morir en Valencia.
  • La Marquesa no acababa de santiguarse.
  • II LA CONFESIÓN Acababa de tomar café.
  • Álvaro no acababa de parecer por allí.
  • La niña no acababa de sanar, ni recaía.
  • Se acababa por tener un deseo vago de oír música.
  • Comprendió de repente que acababa de ser desbancado.
  • Don Francisco acababa de llegar y se estaba acostando.
  • Figúrese usted, todo se acababa en un cuarto de hora.
  • Pero ni con tales seguridades acababa de tranquilizarse.
  • Preguntó don Fermín que acababa de oír el primer trueno.
  • Ella tenía poco sueño y pensaba en lo que acababa de oír.
  • Preguntaba Ronzal, que acababa de hacerse un frac en Madrid.
  • El tiempo volaba, lo acababa de sentir él como un bofetón.
  • Le dieron congojas tan fuertes, que se le acababa la respiración.
  • Y acababa diciéndose que no habrían sido de otro modo las cosas.
  • Juanito viose detenido por la cadena que acababa de tender el guardavía.
  • Daba aquel paso antes de lo que pensaba, porque acababa de ser ascendido.
  • Y era lo bueno que ella pensaba que todo era artificio y no acababa de reír.
  • Visita iba a su lado callada, pensativa, satisfecha de lo que acababa de hacer.
  • Que acababa de morírsele un hijo de veinte años, el único sostén de su vida.
  • Acababa de pasar frente á su barraca y había visto luces por la puerta abierta.
  • Maxi no acababa de tranquilizarse, por lo que fue preciso apelar al remedio heroico.
  • Éste no hacía movimiento alguno para desviarse, y la bota tampoco acababa de caer.
  • Verdad que no acababa de aborrecerla, quiere decirse, que la aborrecía y me gustaba.
  • Nunca había visto en su sobrino un rasgo de independencia como el que acababa de ver.
  • Una goleta acababa de encallar detrás del monte Izarra, cerca de las rocas de Frayburu.
  • Veía su virtud y su casa bloqueadas, y acababa de ver al enemigo asomar por una brecha.
  • Pero al propio tiempo su conciencia no le permitía desmentir lo que acababa de sostener.
  • La tía le acababa de echar los tiempos, y aún se oían abajo los resoplidos de la fiera.
  • La luz de esperma que se reflejaba en el espejo estaba próxima a extinguirse, se acababa.
  • El barco en donde acababa yo de entrar involuntariamente era un barco moderno para la época.
  • Entraba por el Justo Juez y acababa en el Conquibules, que ella decía, y en la Salve Rehína.
  • En aquel momento estaba muy satisfecho de sí mismo el Magistral, porque acababa de ver claro.
  • Hace ya más de cuarenta años acababa yo de venir de Regil, en donde estuve dos años de médico.
  • No se vio jamás nombre tan campanudo, porque acababa en dan y empezaba en don, como son de badajo.
  • Visanteta acababa de servir el café a los dos señoritos recién llegados, cuando la llamó su ama.
  • ¡A comer, a comer! gritó la Marquesa desde la puerta del salón donde acababa de recibir la noticia.
  • En la segunda me decía el amigo que la Shele acababa de morir de sobreparto en el caserío de Machín.
  • No acababa de decir esto cuando van Stein le disparó un pistoletazo a boca de jarro y lo dejó muerto.
  • Había sido cura de tropa, y a las monjas no les acababa de gustar la marcial diligencia de su capellán.
  • Aquello había sido como lo de ser literata, una cosa ridícula, que acababa por parecérselo a ella misma.
  • Eran un comentario que con los ojos ponía a la tontería o pueril gracia que Adoración acababa de decirle.
  • Aquel iiii no se acababa nunca, daba vueltas para arriba y para abajo como una rúbrica trazada con el sonido.
  • Cuando apenas acababa de amanecer, ya se colaron en la barraca dos viejas, que vivían en una alquería vecina.
  • Di la vuelta por la curva, pensando lo que acababa de ver en Buenavista, la cinta negra enroscada en el edificio.
  • En el jardín estaban las jóvenes, muy alborozadas, en torno de Rafael y su amigo Roberto, que acababa de llegar.
  • Todos, grandes y pequeños, fuéronse al corral para ver el caballo, que Batistet acababa de instalar en el establo.
  • Era como si un herrero martillase junto al mismo corazón, remachando a fuego una pieza nueva que se acababa de echar.
  • Se trataba de alguna poesía o cuento fantástico que había mandado a cualquier periódico y que no acababa de salir.
  • Al tocarla la mano cuando no tenía guante, notaba el tacto el pringue de alguna golosina que Visita acababa de comer.
  • Acababa de hacer su compra doña Manuela, cuando hubo de volver la cabeza sintiendo en la espalda una amistosa palmada.
  • Mudo por el espanto y por las solemnes palabras que acababa de oír, me abracé al anciano, que continuó de este modo.
  • Había pasado por debajo de la cadena, y el empleado acababa de detenerle casi en la misma cabeza del tren que avanzaba.
  • En cambio, Feliciana y Olmedo iban con más frecuencia, llevando ella una amiguita que acababa de salir de San Juan de Dios.
  • Acababa de apostar con Frígilis que él hacía tantas docenas de cartuchos en una hora, y venía dispuesto a intentar la prueba.
  • Un cirio bastante largo aún, de cera color de naranja, con muchas lágrimas y un pábilo que chisporroteaba y no acababa de arder.
  • Era un especialista en las enfermedades de la patata, y tenía un trabajo sobre el particular que no acababa de premiarle el Gobierno.
  • Lo que acababa de hacer era de lo que apenas tiene nombre, por lo muy extraordinario y anormal, en el registro de las maldades humanas.
  • Como nadie la consolaba al dormirse llorando, acababa por buscar consuelo en sí misma, contándose cuentos llenos de luz y de caricias.
  • Si ella se irritaba, se le acababa a él lo que llamaba la paciencia, y una vez en el terreno de la fuerza el artillero vencía siempre.
  • Acababa de embutir su respetable humanidad en el corsé, y sin embargo no había logrado abrochar los últimos botones del corpiño de seda.
  • En aquellos días de Febrero del 76, como se pusiera a hablar con su hermana y sobrina de las muchas obras que traía entre manos, no acababa.
  • Quedó inmóvil, con la cabeza baja y los ojos empañados por lágrimas de cólera mientras su brutal enemigo acababa de formular la denuncia.
  • El joven elegante, admiración y orgullo de la mamá, olía a vino, y con palabrotas de las más soeces explicaba lo que acababa de ocurrirle.
  • Vi Miraba el hueso del dátil que se acababa de comer, y como si el hueso le dijera que sí, hizo ella un signo afirmativo y algo desconsolado.
  • En efecto, sin darse cuenta de ello, comenzó a parodiar a Perales a quien acababa de ver dando patadas en la escena y gritando como un energúmeno.
  • Acababa de recordar que uno de aquellos pañuelos se lo había atado él a la niñita debajo de la barba, para impedir que la baba le rozase el cuello.
  • Él sostenía que en su casa no se hacía más que lo que él quería, y no echaba de ver que siempre acababa por querer lo que determinaban los demás.
  • Y como le sentí de qué pie coxqueaba, dime priesa, porque le vi en disposición, si acababa antes que yo, se comediría a ayudarme a lo que me quedase.
  • Por fortuna para él, Mesía no encontró, entre la hojarasca de las enaguas, ningún pie de Anita, que acababa de apoyar los dos en la silla de Edelmira.
  • El 26 por la mañana entró Don Baldomero en el cuarto de su hijo cuando este se acababa de levantar, y ambos estuvieron allí encerrados como una media hora.
  • ¡El Niño Dios! ¡El Niño Dios! Ella comprendía ahora toda la grandeza de aquella Religión dulce y poética que comenzaba en una cuna y acababa en una cruz.
  • Mirando estos capullos de mujer, don Fermín recordaba el botón de rosa que acababa de mascar, del que un fragmento arrugado se le asomaba a los labios todavía.
  • A espaldas de ellas estaba Andresito Cuadros, que acababa de entrar en el salón con el manteo terciado, una bayeta infame que tiznaba de negro la camisa y la cara.
  • Y los bucles, libres de estorbos, se colocaban artísticamente como en una testa de Cupido, y descubrían su matiz castaño dorado, que acababa de entonar la figura.
  • Tratábase de que ganara premio en los exámenes, y para esto la niña estuvo por espacio de tres años estudiando una dichosa pieza, que no acababa de dominar nunca.
  • Segunda, llena de consternación, no hablaba ya de asesinato, y aunque no acababa de comprender el robo del chiquillo, no se atrevió a mentarlo ante la señora casera.
  • También él abreviaba el rezar y la mitad de la oración no acababa, porque me tenía mandado que en yéndose el que la mandaba rezar, le tirase por el cabo del capuz.
  • No acababa de decir esto cuando Martín dió una patada al farol que llevaba el viejo, y después de un empujón echó al anciano respetable a la cuneta de la carretera.
  • Pero los esposos Arnaiz no podían llamarse ricos, porque con tanto parto y tanta muerte de hijos y aquel familión de hembras la casa no acababa de florecer como debiera.
  • En esto, un amigo mío, Fermín Menchaca, capitán de barco metido a comerciante en Cádiz, fué al pueblo, donde acababa de morir su padre, que era patrón de una lancha.
  • Su marido, el señor Cuervo, y sus hijos comían los garbanzos duros, se lavaban sin toalla porque ella había salido con las llaves, como siempre, y no acababa de volver.
  • No eran fúnebres lamentos, las campanadas como decía Trifón Cármenes en aquellos versos del Lábaro del día, que la doncella acababa de poner sobre el regazo de su ama.
  • Comprábale un tricornio flamante, y no acababa el día sin que el travieso muchacho le recortase los bordes caprichosamente hasta darle el aspecto de una fantástica cresta.
  • Pasa, rata replicó Moreno, que se acababa de dar un baño y estaba sentado, escribiendo en su pupitre, con bata y gorro, clavados los lentes de oro en el caballete de la nariz.
  • La Virgen está conmigo pensaba Ana en el lecho, allá en Loreto, y acababa por llorar, por rezar fervorosamente y sentir sobre su cabeza las caricias de la mano invisible de Dios.
  • Por allí andaba Pimentó, que acababa de llegar de la taberna con cinco músicos, tranquila la conciencia después de haber estado durante algunas horas junto al mostrador de Copa.
  • Pues yo sé más que todos ustedes vociferó un pollo que imitaba a Zamacois, a Luján, a Romea, el sobrino, a todos los actores cómicos de Madrid, donde acababa de licenciarse en Medicina.
  • Y mientras tanto, el causante de toda la zambra, Batiste, permanecía inmóvil, con los brazos caídos, empuñando todavía el taburete con manchas de sangre, asustado de lo que acababa de hacer.
  • Además, él, que miraba a los curas como flacas mujeres, como un sexo débil especial a causa del traje talar y la lenidad que les imponen los cánones, acababa de ver en el Magistral un atleta.
  • La señora Presentación, una vieja muy graciosa y gesticuladora, a quien yo no entendía nada de cuanto hablaba, solía venir a avisar a la señorita Dolores, que alguna de sus amigas acababa de llegar.
  • ¿Por qué en día semejante, cuando su espíritu acababa de entrar en vida nueva, vida de víctima, pero no de sacrificio estéril, sin testigos, si no acompañado por la voz animadora de un alma hermana.