Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra alejado

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra alejado en el contexto de una oración.

Término alejado: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "alejado" aquí tienes una selección de 13 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra alejado para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Cada vez se sentía más alejado de la familia.
  • Nos hemos alejado mucho dijo Maximiliano ofreciéndole su brazo.
  • Y procuraba tenerle alejado tratándole con frialdad ceremoniosa.
  • Andresito, cariacontecido y triste, seguía en un extremo del gran balcón, alejado de las personas graves.
  • Y su casa, que se había alejado cien millas de leguas, se puso allí, a cuatro pasos, fúnebre y antipática.
  • Ni siquiera reparó que su mujer se había alejado de él, y continuó hablando como si aún la tuviera al lado.
  • Pero el Magistral la había alejado de sí, como haría con Obdulia, si las exigencias sociales no lo impidiesen.
  • Pero por no mostrarse débil, permaneció alejado, aunque sin dejar por esto de enterarse de la marcha de sus negocios.
  • No olvida cuando éste dispone enviarle a una parroquia apartadísima, especie de destierro, donde vivirá completamente alejado del mundo.
  • Su casamiento, su marido, las Micaelas, todo esto se había alejado y puéstose a millones de leguas, en punto donde ni aun el pensamiento lo podía seguir.
  • Pero habiendo sido muy amigas en la niñez, apenas se trataban ya, porque la fortuna y las vicisitudes de la vida las habían alejado considerablemente una de otra.
  • Pero su madre codiciosa, la fortuna propia insuficiente para tanto esplendor, el estado eclesiástico, la necesidad de aparentar modestia y casi estrechez, le tenían alejado del ambiente natural.
  • ¡Ah, si ella tuviera una persona que se interesase por su suerte y la de la casa, qué gran favor le haría encargándose de sermonear a aquel hombre que, a pesar de sus bigotazos y sus palabras campanudas, se dejaba engañar como un niño! ¡Qué obra tan caritativa lograr que aquel hombre alejado de los afectos de la familia volviese a ser buen padre y buen marido! Y Teresa miraba ansiosamente a su altiva amiga al formular tales deseos.