Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra almíbar

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra almíbar en el contexto de una oración.

Término almíbar: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "almíbar" aquí tienes una selección de 9 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra almíbar para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • El almíbar ¿está en su punto?
  • Entre ellos hay unos riquísimos limoncillos en almíbar.
  • Todo el almíbar, todo el cabello de ángel de la tienda de su padre se le había comunicado a ella.
  • ¡Aquí! ¡aquí! ¡a trabajar todo el mundo! gritaba Visita chupándose los dedos llenos de almíbar.
  • La consolaba, y ella levantando los ojos llenos de lágrimas los fijaba como quien se acomoda en sitio conocido y frecuentado, en los del clérigo de almíbar.
  • Sobre la mesa veíanse, formando círculo, varias bandejas con pasteles de espuma, blancos en su base, destilando almíbar, dorados suavemente en sus dentelladas crestas, y entre los cuales asomaba la tarjeta del que enviaba el dulce recuerdo.
  • Se casó Zapico, y al día siguiente de la boda, doña Paula, que le miraba de soslayo, con un gesto de desconfianza, tal vez algo arrepentida de haber estirado mucho la cuerda observó que el novio estaba muy contento, muy amable con ella, y hecho un almíbar con su mujer.
  • Los deberes sociales replicó Glocester tranquilo, con almíbar en las palabras, pausadas y subrayadas los deberes sociales, con permiso de usted, son respetabilísimos, pero quiere Dios, consiente su infinita bondad que estén siempre en armonía con los deberes religiosos.
  • Sabe que el fantasma que acaba de cruzar al alcance de sus perdigones es la hembra, la Dulcinea perseguida y recuestada por innumerables galanes en la época del celo, a quien el pudor obliga a ocultarse de día en su gazapera, que sale de noche, hambrienta y cansada, a descabezar cogollos de pino, y tras de la cual, desalados y hechos almíbar, corren por lo menos tres o cuatro machos, deseosos de románticas aventuras.