Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra ancla

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra ancla en el contexto de una oración.

Término ancla: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "ancla" aquí tienes una selección de 12 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra ancla para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¿Si echáramos el ancla?
  • Desenganchamos el ancla, por si la cuerda nos podía servir, y descansamos.
  • Al verlo me eché al agua sin que nadie lo notara y pude agarrarme al ancla.
  • Echa el ancla ahí arriba, a ver si se sujeta le dije yo, indicando aquella especie de balcón.
  • En la cocina eché el ancla, lloroso, considerando cuán mal había concluido mi combate naval.
  • Gastibeltza solía cantarla cuando dábamos vuelta al cabrestante para levantar el ancla, o cuando se izaba algún fardo.
  • Don Ciriaco firmó el conocimiento que se hacía por triplicado para responder de las mercancías embarcadas, y levamos el ancla.
  • Llevábamos un ancla pequeña de cuatro uñas, atada a una cuerda, y un achicador consistente en una pala de madera para sacar agua.
  • Old Sam daba un martillazo a la palomilla de hierro que sujetaba el ancla de proa, y poco después se echaban las otras tres y quedaba el barco inmóvil.
  • Cuando el fondo disminuía, el contramaestre subía al castillo de proa, y quedaba de guardia con el martillo en la mano, esperando la orden para dejar caer el ancla.
  • Salió el bote para levar el ancla, el cabrestante comenzó a chirriar para levantarla, las velas se tendieron en los palos, y unos momentos después zarpábamos con viento fresco.
  • Y como la hija única del contramaestre se hallase casada con un antiguo criado de la casa, resultando de esta unión un nieto, Medio hombre se decidió a echar para siempre el ancla, como un viejo pontón inútil para la guerra, y hasta llegó a hacerse la ilusión de que le gustaba la paz.