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Ejemplos de oraciones con la palabra animal

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra animal en el contexto de una oración.

Término animal: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "animal" aquí tienes una selección de 90 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra animal para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Saca el animal.
  • Es un animal de perlas.
  • Como te digo, un animal.
  • Ahora era un amor animal.
  • Iba satisfecho del animal.
  • ¡Mi pobre perrita! ¡Animal.
  • Parecía un animal moribundo.
  • Me vengaré yéndome con este animal.
  • ¿Es un animal nietzschano la araña?
  • Eres lo más animal y lo más grosero.
  • ¿Pero se ha fijao usted en el animal?
  • ¡Que animal! De Ortega si te acordarás.
  • ¡Lo que sospechabas, animal! Sí, ya sé.
  • Que el hombre era un animal de costumbres.
  • Y no hay animal más difundido sobre el planeta.
  • Es un animal en toda la extensión de la palabra.
  • Que fuese sólo este sufrido animal el que se iba.
  • ¿Cómo es que vives con este animal y le aguantas?
  • Desde entonces la trataron como a un animal precoz.
  • Le llamaba de tú y muchas veces animal y pillastre.
  • Pues empezaré por uno donde la comparo a ese animal.
  • ¿Pero él era persona o animal o qué mil rayos era?
  • De los corrales salía un discordante concierto animal.
  • ¡Oh, no, eso no! él sí que es un animal, un salvaje.
  • ¡Demonio de animal, me ha metido la cola por los ojos!
  • Ni seguir a este animal, porque eso no tendría mérito.
  • La pícara costumbre, el hombre es un animal de costumbres.
  • ( ¡Animal! pensó don Álvaro.) Y en cuanto a su cómplice.
  • El cochero celebraba sus picardías de animal viejo y brioso.
  • Le parecía absurdo y hasta ridículo hacer ascos al abolengo animal.
  • Era necesario que el hocico del animal tocase en un punto determinado.
  • La cosa no sería fácil, porque el animal debía tener muchos resabios.
  • Pero, hombre, castigue usted a ese animal gritaba don Fermín al cochero.
  • La voluntad, el deseo de vivir es tan fuerte en el animal como en el hombre.
  • Ya no sentía la impresión de animal acosado, que había sido en él habitual.
  • El practicante y una enfermera comenzaron a perseguir al animal por toda la sala.
  • Arrastradas por la rutina, hasta sentían tentaciones de rezar por el pobre animal.
  • El animal se quedaba escondido, asustado, al ver entrar al médico con sus alumnos.
  • Pero el Ayuntamiento mandó quitar el animal de San Antón, y el cubil estaba vacío.
  • ¡Señor gritaba el conserje si hoy es San Francisco de Paula! ¿Qué importa, animal?
  • ¡Injusto estuve con la pobre chiquilla! ¡Inocente y angelical criatura! Soy un animal.
  • Aquel animal alargando su manso hocico había visto venir al mundo á casi todos sus hijos.
  • Parecía un pavo cuando la excitación de la pelea con otro pavo le convierte en animal feroz.
  • Vas a pasar mala noche, con pesadilla y todo, o sea con clase de Materia farmacéutica animal.
  • Discreto animal, que hablaba como un teólogo y nos despertaba a todos por la mañana, gritando.
  • Desde aquel punto y hora, Julián se desvió de la muchacha como de un animal dañino e impúdico.
  • El hidalgo animal parecía preguntar con los ojos dónde se encontraba la perdiz herida, para portarla.
  • Era un gemido, una voz de la naturaleza animal pidiendo auxilio y defensa contra el abandono y la muerte.
  • Que los patriotas y los revolucionarios canten al bruto prolífico, para mí siempre será un animal odioso.
  • Al ver a sus amas, el liliputiense animal sacó la roja lengua, lanzando un ladrido que parecía un estornudo.
  • ¡Recristo! Un animal tan necesario para él como la propia vida y que le había costado empeñarse con el amo.
  • Allá en el fondo del establo columbraron al pobre animal, que temblaba, con las orejas gachas y el ojo amortiguado.
  • Como ella sintiera en la soledad de su celda el bulle bulle del maldecido animal, ya no pegaba los ojos en toda la noche.
  • Todos los días había que palpar el vientre y hacer preguntas relativas a las funciones más humildes de la vida animal.
  • Corrió la gente curiosa, agrupándose en torno á Batiste y el gitano, que seguían con sus miradas la marcha del animal.
  • Pero se estremeció de repente, pues creyó sentir a sus espaldas un rumor, un roce, el paso de un animal por entre la maleza.
  • Tú no te metas en lo que no te importa, ¡animal! El irlandés prorrumpió en insultos, y yo impedí que se lanzara sobre Ugarte.
  • Pero el condenado animal, en cuanto sintió el jinete salió escapado, y aunque el chico hacía esfuerzos por detenerlo, no podía.
  • El aspecto de la goleta con los mástiles rotos, tumbada sobre una banda como un animal herido en el corazón, era triste, lastimoso.
  • El domador era un verdadero canalla y pegaba al animal en los dedos de las patas, y el oso babeaba y gemía con unos gemidos ahogados.
  • Todo cuanto desde el nacer se asocia a nuestra existencia, desde el pesebre de un animal querido hasta el trono de reyes patriarcales.
  • Era el animal de pura raza española, y hacíale el jinete piafar, caracolear, revolverse, con gran maestría de la mano y la espuela.
  • ¡Valiente animal! Me atosigaba con sus exigencias, y aun con amenazas, y no tardé en comprender que lo que quería era sacarme dinero.
  • La pasión de domesticar se despertaba en ella delante de aquel magnífico animal que estaba pidiendo una mano hábil que lo desbravase.
  • Pero así y todo, había que reconocer lo que aquel pobre animal representaba para la familia, las ilusiones que se llevaba con su muerte.
  • Vivía en aquella casa un tío de la tal, hermano de la huevera, buen tipo, el mayor perdido y el animal más grande que en mi vida he visto.
  • Peor, peor que el remedio, peor aún! ¡Cuando una no es remedio es animal doméstico y la mayor parte de las veces ambas cosas a la vez! Estos hombres.
  • La mujer, sin dientes, con el vientre constantemente abultado, tenía una indiferencia de animal para los embarazos, los partos y las muertes de los niños.
  • Y entre todas las arañas hay un orden que más que ningún otro profesa en el reino animal esta novísima filosofía que ahora nos obsesiona a los hombres.
  • Estos ataques de la lujuria animal solían ser a las altas horas de la noche, cuando el enamorado salvaje se eternizaba sobre su banco, para esperar la soledad.
  • Pero a solas, don Álvaro se mesaba los rubios y finos cabellos ¡quién lo diría! se llamaba animal, bestia, bruto, como si no fuera todo lo mismo, y se decía.
  • Y mientras el padre reconocía así su autoridad superior, la hija le servía diligente y humilde, con pegajosa dulzura de animal doméstico que implora caricias.
  • Figurábase que al través de la madera, cual si esta fuera un cristal, veía el párpado tembloroso de Ido y su cara de pavo, que ya le era odiosa como la de un animal dañino.
  • Veía al pequeñín cuando lo colocaba su padre sobre la dura espina del animal, golpeando con sus piececitos los lustrosos flancos y gritando ¡arre! ¡arre! con infantil balbuceo.
  • A pesar de que la gente pensaba que no había peligro para la niña, producía una horrible impresión ver las grandes y peludas garras del animal sobre las espaldas débiles de la niña.
  • Después compró el pavo, un animal enorme que Nelet cogió con cariño casi fraternal, después de tentarle varias veces los muslos con una admiración que estallaba en brutales carcajadas.
  • La fuente tenía una orla de rodajas de huevo cocido, y sobre la capa amarillenta que cubría el apetitoso animal, tres filas de aceitunas y alcaparras marcaban el contorno del lomo y la espina.
  • Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo.
  • Si se burlaba de él, etc., Ana, separándose del roce de aquel brazo que la abrasaba, con un mohín de niña, pero sin asomo de coquetería, arisca, como un animal débil y montaraz herido, se quejó.
  • No se serenaba hasta escuchar el ladrido del perro de su barraca, aquel animal feísimo, que por antítesis sin duda era llamado Lucero, y el cual la recibía en medio del camino con cabriolas, lamiendo sus manos.
  • El estrépito de los cascos del animal sobre las piedras, sus graciosos movimientos, la hermosa figura del jinete llenaron la plaza de repente de vida y alegría, y la Regenta sintió un soplo de frescura en el alma.
  • Si algún animal caía enfermo á causa de las lluvias era seguramente de Batiste á pesar del cuidado paternal con que se apresuraba á cubrir los flancos de sus bestias con gualdrapas de arpillera apenas caían cuatro gotas.
  • A pesar de que Ozores pedía a grito pelado la emancipación de la mujer y aplaudía cada vez que en París una dama le quemaba la cara con vitriolo a su amante, en el fondo de su conciencia tenía a la hembra por un ser inferior, como un buen animal doméstico.
  • Adaptando el principio de Fritz Müller de que la embriología de un animal reproduce su genealogía, o como dice Haeckel, que la ontogenia es una recapitulación de la filogenia, se puede decir que la psicología humana no es más que una síntesis de la psicología animal.
  • ¡Cómo decir que estás peor porque se ha procurado distraerte! ¡animal! ¡qué sabrá él lo que es una mujer nerviosa, de imaginación viva! De fijo que si no estoy yo aquí, te consumes todo el día pensando tristezas, y dándole vueltas a la idea de tu Quintanar ausente.
  • Lo que sabía a ciencia cierta era que en don Fermín estaba la salvación, la promesa de una vida virtuosa sin aburrimiento, llena de ocupaciones nobles, poéticas, que exigían esfuerzos, sacrificios, pero que por lo mismo daban dignidad y grandeza a la existencia muerta, animal, insoportable que Vetusta la ofreciera hasta el día.
  • La señora la hizo callar, muy contrariada por el escándalo, y siguieron la marcha, mientras Nelet, alegre por este incidente que rompía lo monótono de las compras, preguntaba como un testarudo a la muchacha en qué sitio la habían pellizcado, y sentía un escalofrío de gusto cada vez que ella, ruborizándose, le llamaba animal y descarado.
  • Al que no lo atropellaban le hacían sin duda mal de ojo, y por eso su pobre Morrut, el caballo viejo, un animal que era como de la familia, que había arrastrado por los caminos el pobre ajuar y los chicos en las peregrinaciones de miseria, se iba debilitando poco á poco en el establo nuevo, el mejor alojamiento durante su larga vida de trabajo.
  • El rocín del tío Barret, un animal sufrido que le seguía en todos sus desesperados esfuerzos, cansado de trabajar de día y de noche, de ir tirando del carro al Mercado de Valencia con carga de hortalizas, y á continuación, sin tiempo para respirar ni desudarse, verse enganchado al arado, tomó el partido de morir, antes que permitirse el menor intento de rebelión contra su pobre amo.
  • Juanito miraba con asombro no exento de envidia a la pobre mujer casi ciega, que saldría del mundo tan inocente como había entrado, después de arrastrar la más monótona y abrumadora de las existencias, siempre amarrada a la argolla de la domesticidad, sumisa y automática, y que todavía sentíase dominada por el agradecimiento, como si la vida de descanso puramente animal que ahora gozaba fuese una felicidad de que no se consideraba digna.