Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra apretadas

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra apretadas en el contexto de una oración.

Término apretadas: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "apretadas" aquí tienes una selección de 11 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra apretadas para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Abajo, el pueblo se extiende en tortuosas callejas apretadas.
  • Una gran fuente de crema, en la que se empapaban apretadas filas de pequeños bizcochos.
  • Y buena tonta serás si no engordas todo lo que puedas, y te pones las carnes aún más duras y apretadas si es posible.
  • Don Víctor con las manos cruzadas, apretadas, convulso, preguntaba estas cosas delante de la enferma, que aunque aletargada, oía.
  • Parecían un rebaño de retozonas reses que apretadas en un camino, brincan y se encaraman en los lomos de quien encuentran delante.
  • Cuando estuvieron a tiro Frígilis disparó los de su escopeta con tan mala suerte, que no consiguió más que dispersar las apretadas filas.
  • ¿Y cómo evitar que del indicio de aquellas apretadas carnes y de aquel color admirable indujeran los parientes la certeza de una vida regalona, alegre y descuidada?
  • Tenía las carnes duras y apretadas, y la robustez se combinaba en ella con la agilidad, la gracia con la rudeza para componer la más hermosa figura de salvaje que se pudiera imaginar.
  • Antes de llegar la procesión a una calle, ya se sabía en ella, por las apretadas filas de las aceras, por la muchedumbre asomada a ventanas y balcones que la Regenta venía guapísima, pálida, como la Virgen a cuyos pies caminaba.
  • Del primer piso, y cubriendo el rótulo ajado de la casa, Antonio Cuadros, sucesor de García y Peña, colgaban largas cortinas formadas de mantas que parecían mosaicos, orladas con complicados borlajes y apretadas filas de madroños.
  • En los balcones abríanse, como flores gigantescas, sombrillas de brillantes colores, agitábanse grandes abanicos con aleteo de pájaro, y abajo la muchedumbre removíase inquieta, chocando con las apretadas filas de sillas que orlaban el arroyo.