Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra apretando

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra apretando en el contexto de una oración.

Término apretando: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "apretando" aquí tienes una selección de 20 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra apretando para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Articuló, apretando los puños, don Pedro.
  • Así como si le estuvieran apretando el tragadero.
  • Si no me voy, la entrego pensaba el misántropo, apretando los labios.
  • Tiene usted el corazón como si se lo estuvieran apretando con una soga.
  • ¡Bribona! exclamó Jacinta, frunciendo los labios y apretando los puños.
  • Y apretando los dientes para que no chocasen los de arriba con los de abajo.
  • Ya me lo decía el corazón exclamaba, apretando el pañuelo contra sus ojos.
  • Y apretando contra sí a su mujer, con amorosa protección, exclamó a gritos.
  • Y dando suelta al torrente de su rencor, el cacique añadió apretando los puños.
  • La culpa la tenía él que tardaba demasiado en ir apretando los tornillos de la devoción a doña Ana.
  • ¡Qué rabia tengo! pensó Jacinta apretando sus bonitísimos dientes, por haberme ocultado una cosa tan grave.
  • Y las dos, apretando convulsivamente sus puñados de pesetas, huyeron como si las amenazase un terrible peligro.
  • Saludó Roseta á dos ó tres que eran de su fábrica, y apenas si le contestaron, apretando los labios y con un retintín de desprecio.
  • Su manera de expresar lo que sentía era dar de cabezadas contra el cuerpo de su ídolo, metiendo la cabeza entre los pliegues del mantón y apretando como si quisiera abrir con ella un hueco.
  • Y junto á la cama estaba Batiste, absorto, apretando los puños, mordiéndose los labios, con la vista fija en aquel cuerpecito, al que tantas angustias y estremecimientos costaba soltar la vida.
  • Llenáronsele los grandes ojazos, aquellos ojos de luto, serenamente graves, gravemente serenos, de lágrimas, y apretando a su seno a los dos pequeños, apretó sus mejillas a cada una de las de ellos.
  • La labradora, apretando los labios con un mohín de orgullo y desdén para que las distancias quedasen bien marcadas, comenzó á ordeñar las ubres de la Ròcha dentro del jarro que le presentaba la moza.
  • Desviando entonces los brazos, apretando los puños, soltó una blasfemia, que hubiera horrorizado más a Julián si no supiese, desde aquella tarde misma, que acaso tenía ante sí a un padre que acababa de herir a su hijo.
  • ¡Ah, cuánta felicidad había en estas victorias de la virtud! ¡Qué clara y evidente se le presentaba entonces la idea de una Providencia! ¡Algo así debía de ser el éxtasis de los místicos! Y don Saturno apretando el paso volvía a su casa ebrio de idealismo, mojando los embozos de la capa con las lágrimas que le hacía llorar aquel baño de idealidad, como él decía para sus adentros.
  • Tales prendas, blanquísimas, adornadas con bordados y encajes, zahumadas con espliego, templaditas al sano calor de la camilla calor doméstico si los hay las tenía el capellán muchas veces en el regazo, mientras la madre, con la niña tendida boca abajo sobre su delantal de hule, pasaba y repasaba la esponja por las carnes de tafetán, escocidas y medio desolladas por la excesiva finura de su tierna epidermis, las rociaba con refrescantes polvos de almidón y, apretando las nalgas con los dedos para que hiciesen hoyos, se las mostraba a Julián exclamando con júbilo.