Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra atreverse

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra atreverse en el contexto de una oración.

Término atreverse: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "atreverse" aquí tienes una selección de 33 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra atreverse para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¿Había de atreverse Castrelo?
  • Balbució la dama sin atreverse a acabar la frase.
  • Y salió escapado por la calle adelante sin atreverse ni a mirar hacia atrás.
  • Ella, al verle tan contento, nada resentido, rabiaba por atreverse a preguntar.
  • ¡Pero Álvaro estaba hecho un salvaje! La trataba como don Saturnino, antes de atreverse.
  • Decididamente ha pensado Azorín, es muy niño aún este saltador para atreverse con una mosca.
  • Adiós, madre dijo don Fermín cuando doña Paula calló por no atreverse con la pregunta sacrílega.
  • Dudaba don Álvaro si debía en aquella situación atreverse a acercarse un poco más de lo acostumbrado.
  • ¡Santita de Dios! murmuró apoyando los labios muy quedamente en la gorra, por no atreverse a la frente.
  • Y, sin atreverse a decirlo, opinaba que los cuadros, aunque fuesen de grandes pintores, profanaban las iglesias.
  • Fuera lloriqueaban los pequeños sin atreverse á entrar, como si les infundieran terror los lamentos de su madre.
  • ¡Vaya unas ideas rancias! ¿De dónde salía para atreverse a hablar contra un negocio tan legal y admitido por todos?
  • Lanzaban los perros alaridos entrecortados, de interrogación y deseo, sin atreverse aún a tomar posesión de la pitanza.
  • Aunque maldiciente, no solía atreverse a insultar a los curas de tan desfachatada manera, y aquel discurso produjo asombro.
  • ¡Y cómo se relamía la otra después de beber, y qué bien le supo! Conocía muy bien al galapaguito para atreverse a pedir más.
  • Aquel mismo don Álvaro que tenía fama de atreverse a todo y conseguirlo todo, la quería, la adoraba sin duda alguna, estaba segura.
  • ¡Qué diablo! Ya estaban casi en la mitad del camino, cerca del Mercado, y él callaba, sin atreverse a decir lo que tan pensado tenía.
  • Todos los chicos, varones y hembras, se pusieron a mirar a las dos señoras, y callaban entre burlones y respetuosos, sin atreverse a acercarse.
  • Por todo lo cual pudo el Provisor atreverse a insinuar aquel deseo que en otro tiempo hubiera sido impuesto en un decreto sin exposición de motivos.
  • Quedóse el jinete frío de espanto, agarrado al arzón, sin atreverse ni a registrar la maleza para averiguar dónde estarían ocultos los agresores.
  • ¿Apostamos a que ella, si el otro no le da un cuarto, se deja estar con su santa pachorra, sin atreverse a nada, tragando hiel y muriéndose de hambre?
  • Petra, sin atreverse a sentarse y sin querer dejar el puesto, miró al suelo ruborosa, hizo movimientos felinos, y se puso a retorcer una punta del delantal.
  • Pepa y Rosa y las demás criadas sonreían discretamente, sin atreverse a tomar parte en el desorden, pero un poco menos disciplinadas que al empezar la comida.
  • Y si se necesita más virtud para atreverse a resistir las tentaciones que asedian en el mundo a una buena madre y fiel esposa, que para encerrarse en un convento.
  • Y así se mantuvo inmóvil, sin atreverse a retraer aquella diestra pecadora y cargada de botín al seguro rincón del seno, donde almacenaba siempre sus latrocinios.
  • Durante el almuerzo, que fue largo y fastidioso, Fortunata siguió muy encogida, sin atreverse a hablar, o haciéndolo con mucha torpeza cuando no tenía más remedio.
  • ¡Y yo tan estúpido que no conocí tu mérito!, ¡yo que te estaba mirando todos los días, como mira el burro la flor sin atreverse a comérsela! ¡Y me comí el cardo!
  • Las demás personas que en la casa entraron estaban en la sala, sin atreverse a pasar mientras durase aquel animado coloquio de la diabla y la santa, cuyo lejano run run oían.
  • Y como la historia ha de atreverse a decirlo todo, según manda Tácito, sépase que Anita, casta por vigor del temperamento, encontraba exquisito deleite en verificar la justicia de aquellas alabanzas.
  • Permanecía en pie en medio de la habitación, como una estatua, contemplando la figura lastimosísima de su marido, sin atreverse a preguntarle nada ni a pedirle una aclaración sobre las extrañas cosas que revelaba.
  • Una parte de su capital lo invirtió su eminente protector en papel del Estado, y con la otra, que era la más exigua, comenzó sus jugadas de Bolsa, siempre a la zaga de Cuadros y sin atreverse a imitar sus golpes de audacia.
  • 11 ¡Judío! ¡Ah! Si él no tuviera sus puños de gigante, las espaldas enormes y aquel gesto de pocos amigos, ¡qué pronto hubiera dado cuenta de él toda la vega! Esperando cada uno que fuese su vecino el primero en atreverse, se contentaban con hostilizarle desde lejos.
  • ¡Y ella que pensaba clavarles las puntas de sus dedos como garfios de acero! Lo que sintió era más bien terror, como el que infunde un súbito y horrendo peligro, y tan impotente se vio su voluntad ante aquel pánico, que echó a correr y alejose a escape, sin atreverse ni siquiera a mirar hacia atrás.