Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "casarme" aquí tienes una selección de 31 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra casarme para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- ¡Casarme yo!
- ¡Casarme yo.
- ¿Casarme yo?
- ¿Yo casarme?
- No puedo casarme.
- Casarme no me he de casar.
- Sin casarme, ¿por qué no?
- Yo no debí casarme contigo.
- Que me convienen para casarme?
- ¿Para qué necesitaba casarme?
- Pero dirá que rabio por casarme.
- Ya no vacilé, decidí casarme en seguida.
- Ve aquí por lo que yo no he querido casarme nunca.
- ¿Pero crees tú, Tula, que yo estoy rabiando por casarme?
- Si he de casarme, quiero al menos saber con quién y cómo.
- Antes pensaba en esperar a reunir algún dinero para casarme.
- Y puesto que tengo estos hijos a que cuidar, no debo ya casarme.
- Ya te tengo dicho que no debo casarme ni contigo ni con otro menos.
- ¡Casarme yo, y casarme con un hombre de bien, con una persona decente.
- Tuvo mamá en un tiempo la ilusión ¡qué tontería!, de casarme con él.
- ¿Debo casarme pronto para que mi mujer no llegue a mis brazos hecha una vieja?
- Primero me hacen a mí en pedacitos como estos, que casarme con semejante hombre.
- De sospecharlo, me hubiera decidido a volver y a casarme con ella, saltando por todo.
- ¡Eso es, y que piense que tengo prisa por casarme! ¡Pues que lo piense! ¿No es acaso así?
- Si me niega el derecho de casarme con quien me dé la gana, ya le diré yo cuántas son cinco.
- ¡tras!, me pone en el disparadero de casarme, y nada, cuando apenas lo pienso, bendición al canto.
- ¡Qué risa! Lo que me daba más miedo cuando mi madre me habló de casarme, fue el compromiso en que estaba de hablar contigo.
- Este caso ocurrido con mi camarada, ejemplo de la energía femenina luzarense, no me inducía a casarme, ni aun con la espiritual Barbarita.
- Hasta hace unos meses vivía en Liverpool humildemente, estaba de empleado en un almacén e iba a casarme, cuando conocí a un viejo irlandés, hermano de la madre de mi novia.
- Animáronme a ello, poniéndome por delante el provecho que se me seguiría de casarme con la ostentación, a título de rico, y que era cosa que sucedía muchas veces en la Corte.
- En este tiempo, viendo mi habilidad y buen vivir, teniendo noticia de mi persona el señor arcipreste de Sant Salvador, mi señor, y servidor y amigo de vuestra merced, porque le pregonaba sus vinos, procuró casarme con una criada suya.