Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "catedral" aquí tienes una selección de 100 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra catedral para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Mala catedral.
- Llegó a la catedral.
- Y ahora a la catedral.
- La catedral estaba sola.
- La catedral estaba sola.
- ¿Cuándo toca la catedral?
- Como la torre de la Catedral.
- La catedral dio ocho campanadas.
- Aquel no era camino de la catedral.
- Aquella torre es la de la Catedral.
- ¿Qué había pasado en la catedral?
- El reloj de la catedral dio las doce.
- No quiero conferencias en la catedral.
- El reloj de la catedral dio las siete.
- Por ejemplo, la Gloria de la Catedral.
- Espera que suene la hora en la catedral.
- ¿Y tú no has ido a la Catedral todavía?
- El reloj de la catedral dio las siete y media.
- Era hijo de un canónigo de la catedral de Toledo.
- El reloj de la catedral dio la hora con golpes lentos.
- ¡En la catedral! ¿Pero se oye desde aquí, muchacha?
- Usted no tiene costumbre de ir a la Catedral a esa hora.
- No había más que notar cómo iba vestida a la catedral.
- El clero catedral prefería visitar a la Marquesa de día.
- No importa se dijo esta visita a la catedral es un pretexto.
- Se levantó y salió de la catedral, que empezaba a dormirse.
- De modo que, para verla, allí mucho mejor que en la catedral.
- La catedral parecía desde allí hundida en un pozo, y muy chiquita.
- Tenía que contentarse con subir algunas veces a la torre de la catedral.
- Se apresuró a dejar la plazuela que cubría de sombra la parda catedral.
- Y la sana influencia del clero, sobre todo del clero catedral, hace mucho.
- Pero una campana que sonó en un tejado de la catedral les llamó al orden.
- Luego hablaron de sus asuntos particulares junto á la puerta de la Catedral.
- En el paseo, en las calles, en el Casino, hasta en la sacristía de la Catedral.
- En aquel momento el reloj de la catedral, como si bostezara dio tres campanadas.
- Preguntaba Foja en un corrillo, delante de la catedral, al salir de misa de doce.
- Aquello parecía la puerta de una inmensa catedral irregular edificada sobre el agua.
- Alrededor de la catedral se extendía, en estrecha zona, el primitivo recinto de Vetusta.
- Sonaron las tres en el reloj de la catedral de Bayona, y el patrón dio la orden de partir.
- Todavía no he explicado a usted por qué pretendía yo que fuese a la catedral esta tarde.
- Una noche le llamó la atención un ruido de colmena que venía de la parte de la catedral.
- La catedral, que era la autoridad cronométrica, ratificó la afirmación de la Universidad.
- La torre de la catedral aparecía a lo lejos, entre la cerrazón, como un mástil sumergido.
- Visita se había separado en la plaza de la Catedral para ir al asunto de la Libre Hermandad.
- Hablaban en el pórtico de la catedral mucho tiempo para despedirse, sin miedo de ser vistos.
- ¿Ha visto usted decía al salir de la catedral don Custodio qué satisfecho está el Provisor?
- Huyó de la catedral, triste, aprensivo, dudando de la Humanidad, de la Justicia, del Progreso.
- Era el de don Fermín de Pas, Magistral de aquella santa iglesia catedral y provisor del Obispo.
- ¡Bah! En San Vicente, en casa de doña Petronila que ha defendido a usted y hasta en la catedral.
- Ana volvió hacia De Pas, que estaba cerca del balcón y le sonrió como poco antes en la catedral.
- Gracias que no llevo mis pájaros a la catedral para que canten el Gloria cuando celebro de Pontifical.
- Por eso proponía don Pompeyo Guimarán, el filósofo, que la catedral se convirtiera en paseo cubierto.
- Y hablaban en voz baja, porque ya iban andando por la nave Sur de la catedral, dirigiéndose a la puerta.
- Es cierto que Santiago poseía dos o tres edificios espaciosos, la Catedral, el Consistorio, San Martín.
- Esto ya lo había notado el Palomo, empleado laico de la Catedral, perrero, según mal nombre de su oficio.
- Ayer creo que hubo un escándalo en la catedral, que el Palomo tuvo que echarlos poco menos que a escobazos.
- Pero desde que eran de la catedral fumaba en secreto, sólo delante de la familia y algunos amigos íntimos.
- Esta Santa Clementina, hablo de su capilla, es una deshonra del arte, la ignominia de la catedral de Vetusta.
- Le espero con unos amigos de Palomares que quieren visitar la catedral acompañados de una persona inteligente.
- Su doble misión de hombre de gobierno en la diócesis y sabio de la catedral le imponía un trabajo abrumador.
- Indicó Jacinta, cuando vagaban por las solitarias y románticas calles que se extienden detrás de la catedral.
- ¡Pero qué hermosísima está hoy esta rosa de Jericó! ¡A la catedral, a la catedral! gritaron los del salón.
- Para que hubiese proporción entre la catedral y la plazuela, convendría retirar tres o cuatro metros la catedral.
- El reloj de la catedral, a media legua del Vivero, dio las diez, pausadas, vibrantes, llenando el aire de melancolía.
- Sumido en la sombra de la Catedral, ocupaba un lado entero de la plazuela húmeda y estrecha que llamaban La Corralada.
- Por una esquina de la calle, del lado de la catedral, apareció una señora que los del balcón reconocieron al momento.
- ¡Cuántos sofiones inútiles había sufrido el pobre perrero! Ahora le halagaba, alababa su celo, su amor a la catedral.
- La sombra de la catedral, prolongándose sobre los tejados del caserón triste y achacoso del Obispo, lo obscurecía todo.
- Vamos a dar una vuelta por la galería de los perales, mientras la señora torre de la catedral se decide a cantar la hora.
- El más activo, perspicaz y disimulado, era el segundo organista de la Catedral, que ya había sido delator en el seminario.
- Quise ver después la catedral vieja, a la cual se refería uno de los más tiernos recuerdos de mi niñez, y entré en ella.
- Se parecía un poco a su querida torre de la catedral, también robusta, también proporcionada, esbelta y bizarra, mística.
- Don Cayetano, incapaz de temer a nadie, le servía y le amaba porque, según él, era el único hombre superior de la catedral.
- Pero la música alegre botando de pilar en capilla, del pavimento a la bóveda, parecía iluminar la catedral con rayos del alba.
- Se dirigió a la catedral y se sentó sobre la tarima que había en medio del crucero, desde el coro a la capilla del Altar mayor.
- ¡El papel Provisor sube! decía Foja furioso al oído de Glocester, a quien encontró en el atrio de la catedral, al salir de misa.
- XXV Al día siguiente Glocester delante del Magistral, sin compasión, refería en la catedral todo lo que había sucedido en el baile.
- Después de la escena de la Catedral donde creía haber adelantado tanto bien a costa de su conciencia no había vuelto a ver a Obdulia.
- Cuando llegaba un forastero, se le enseñaba la torre de la catedral, el Paseo de Verano, y, si era posible, la sobrina de las de Ozores.
- Esta especie de herencia, o mejor, sucesión inter vivos, era muy codiciada en el cabildo y por todos los dependientes del clero catedral.
- A las meriendas de la Marquesa, a las excursiones de la high life vetustense, y a la catedral cuando predique don Fermín y repiquen gordo.
- Vetusta en masa veía marchar a la nueva Presidenta de Sala como pudiera haber visto que le llevaban la torre de la catedral, otra maravilla.
- A las doce, cuando mayor era la concurrencia, las de Pajares salieron de la catedral, devocionario en mano y al puño el rosario de nácar y oro.
- Lo cual demuestra que la civilización bien entendida no la rechazaba el clero, así parroquial como catedral de la Vetusta católica de Bermúdez.
- Para evitar el ruido, molesto aunque sin consecuencias, Ana procuraba que su esposo no se enterase de aquellas frecuentes escapatorias a la catedral.
- En el caserón de los Ozores, unas veces, otras en el Catecismo, en la catedral, en San Vicente de Paúl, y más a menudo en casa de doña Petronila.
- La visita de Obdulia a la catedral había despertado sus instintos anafrodíticos, su pasión desinteresada por la mujer, diríase mejor, por la señora.
- Si llovía o amenazaba, prolongaban el palique hasta que el Palomo hacía un discreto ruido con las llaves de la catedral y cada canónigo se iba a su casa.
- El arcediano y el beneficiado vieron a la Regenta salir de la catedral y juntos se fueron hablando del suceso para esparcir por la ciudad tan descomunal noticia.
- Un mes antes había pensado que el Magistral iba a sacarla de aquel hastío, llevándola consigo, sin salir de la catedral, a regiones superiores, llenas de luz.
- IV Era jueves, y según una costumbre que databa de cinco siglos, el Tribunal de las Aguas iba á reunirse en la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia.
- Hay una diminuta catedral, una microscópica obispalía, vetustos caserones con la portalada redonda y zaguanes sombríos, conventos de monjas, conventos de frailes.
- Y salió de la catedral haciendo cálculos por los dedos, que se le antojaban cábalas, asechanzas, espionaje, intrigas y hasta postigos secretos y escaleras subterráneas.
- Esa, fue a la catedral con Obdulia, las acompañó el arqueólogo, y en la capilla de las reliquias, en los sótanos, en la bóveda, en todas partes creo que se daban unos.
- La capilla de la catedral se trasladó en masa al coro de San Isidro reforzada por algunas partes rezagadas de la última compañía de zarzuela, que había tronado en Vetusta.
- él que había predicado en Roma, que había olfateado y gustado el incienso de la alabanza en muy altas regiones por breve tiempo, se creía postergado en la catedral vetustense.
- La torre de la catedral, que espiaba a los interlocutores de la glorieta desde lejos, entre la niebla que empezaba a subir por aquel lado, dejó oír tres campanadas como un aviso.
- El cimborrio de la catedral, aéreo y delicado, y luego aquí y allá una serie de torrecillas, casi todas cubiertas con tejas azules y blancas que brillaban con centelleantes reflejos.
- De ese modo, hablando de nuestro pleito fuera de la catedral, no es preciso que usted vaya a confesar muy a menudo, y nadie podrá decir si frecuenta o no frecuenta el sacramento demasiado.
- Mientras se hablaba de lo mucho bueno que había en la catedral y el lugareño se pasmaba y su señora repetía aquellas admiraciones, Obdulia se miraba como podía, en las altas cornucopias.