Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "cenar" aquí tienes una selección de 71 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra cenar para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- A cenar.
- Ahora, a cenar.
- Acabo de cenar.
- Ahora, á cenar.
- ¿Vamos a cenar?
- Ahora, vamos a cenar.
- ¡A cenar! gritó Ana.
- Llegó la hora de cenar.
- Llegó la hora de cenar.
- ¿Qué va a cenar el ganado?
- Pues hay que cenar a las siete.
- Algunos fueron a cenar y volvieron.
- A poco de esto se puso ella a cenar.
- Solía ser después de cenar fuerte.
- O faltaba pan para cenar o para comer.
- Ya le despertarían á la hora de cenar.
- Y vamos a cenar juntos unos doce amigos.
- A la hora de cenar aumentó su sorpresa.
- De parte del señorito, que baje a cenar.
- Nos sentamos a una mesa y pedimos de cenar.
- Pero mi madre me obligó a sentarme a cenar.
- A cenar, hija mía le dijo al oído Quintanar.
- A la hora de cenar entró la patrona en su cuarto.
- Después de cenar tomó un coche y se fué a la estación.
- Andrés entró en la fonda a cenar, y salió por la noche.
- Cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar.
- Dejen eso, que después de cenar se hablará, que se enfría.
- Óigalo usted, ¡so pillo! yo no tengo esta noche qué cenar.
- Conseguimos que nos diera de cenar, por la insistencia de Allen.
- No era todavía hora de cenar, faltaban más de cuarenta minutos.
- , a ver si nos das pronto de cenar, o te deshago! ¡A levantarse.
- Varias horas después de comer y de cenar bebía grandes cantidades de agua.
- Y como es natural se ponen a cenar juntos, y a comer manzanas por más señas.
- Pues mañana, haga la cena la muchacha o la hagas tú, se ha de cenar a las sietes.
- ¡El humo! ¡el calor, la falta de costumbre, la polka después de cenar, las luces!
- Se acordó juntarse a cenar una vez al mes y hacer gran propaganda contra el Magistral.
- Era temprano para cenar, otras noches no se extendía el mantel hasta las nueve y media.
- Le escuchamos atentamente, nos invitó a cenar, cenamos con él y, al retirarnos, nos dijo.
- Díjome que me había de ir a cenar con él y otros camaradas, y que ellos me volverían al mesón.
- Se sentaron a cenar a una mesa larga, iluminada por un velón de varios mecheros que colgaba del techo.
- Sal después de cenar, como salías de casado últimamente, y no vuelvas a casa hasta que sientas sueño.
- Andrés bajaba a cenar, y muchas veces por la noche volvía de nuevo a la azotea a contemplar las estrellas.
- Un viejo mercader y avariento procurando olvidarse de cenar andaba esforzando sus ojos que se durmiesen en ayunas.
- Después de cenar en la borda, los tres hombres sacaron las mulas y continuaron el viaje subiendo por el monte Larrun.
- Es cosa saludable (decía) cenar poco, para tener el estómago desocupado, y citaba una retahíla de médicos infernales.
- Costeando un arroyo que bajaba a unirse con la Nivelle y cruzando prados, llegaron a una borda, donde se detuvieron a cenar.
- Encerrado en su casa, en su despacho, después de cenar, o bien escribía versos a la luz del petróleo o manejaba sus librotes.
- El local se quedaba medio a oscuras, no volviendo a ser bien alumbrado hasta las doce, hora en que venían a cenar los bolsistas.
- Toma este pedazo de pan duro, al que no le puedo hincar el diente, y a cambio convídame a cenar todos los días en el mejor hotel.
- Vinculete jugaba desde las tres de la tarde hasta las dos de la mañana, sin más descanso que el preciso para cenar de mala manera.
- Yo, que no tenía ya blanca, pedíle que me diese de cenar, y que pagase hasta Segovia la posada por los dos, que íbamos in puribus.
- Andrés hacía alguna reflexión filosófica que a Lulú le parecía muy cómica, cenaban y después de cenar paseaban los dos un momento.
- Y esa noche, después de cenar, pusiéronse a jugar la colación él y el alguacil, y sobre el juego vinieron a reñir y a haber malas palabras.
- Por la tarde Andrés iba a la consulta, estaba allí hasta el anochecer, luego marchaba a cenar a casa y por la noche salía en busca de noticias.
- A las doce vuelve a animarse el local con la gente que regresa del teatro y que tiene costumbre de tomar chocolate o de cenar antes de irse a la cama.
- Los trasnochadores, de vuelta de los teatros, se preparaban a cenar, y algunas busconas paseaban la mirada de sus ojos pintados por todo el ámbito de la sala.
- Estaba allí casi siempre hasta la hora de cenar, y esta necesidad material la despachaba en un decir Jesús, dando prisa a la criada, a su mujer, a las niñas.
- Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato.
- Así que los más días, sus padres del caballerito, viendo cuánto le regocijaba mi compañía, rogaban a los míos que me dejasen con él a comer y cenar y aun a dormir los más días.
- Aquellas jóvenes, que no siempre estaban seguras de cenar al volver a casa, insultaban al transeúnte que las llamaba hermosas, suponiendo que el futraque tenía carpanta, o sea hambre.
- Pero pronto se olvidó el incidente, para comentar la conducta de aquellas señoras y caballeros que se encerraban en el gabinete de lectura a cenar y bailar como si el Casino no fuese de todos.
- Pasaron por el pueblecito de Oiquina, constituído por unos cuantos caseríos colocados al borde del río Urola, luego por Aizarnazabal y en la venta de Iraeta, cerca del puente, se detuvieron a cenar.
- Nosotras no te hemos recordado jamás lo que nos debes (se lo recordaban al comer y al cenar todos los días), nosotras hemos perdonado tu origen, es decir, el de tu desgraciada madre, todo, todo ha sido aquí olvidado.
- La aristocracia se había encerrado en un gabinete, en el gabinete de lectura, para cenar y bailar, y doña Ana Ozores, la mismísima Regenta que viste y calza, se había desmayado en brazos del señor don Álvaro Mesía.
- Por las noches, Montaner, después de cenar, iba a casa de Hurtado, y los dos amigos paseaban por la Castellana y por el Prado, que por entonces tomaba el carácter de un paseo provinciano, aburrido, polvoriento y lánguido.
- Cediendo a los ruegos de su marido y de doña Lupe, se acostó, y a prima noche estaba más tranquila, desvelada, sin ningún apetito, oyendo con desagrado el ruido de los platos y cucharas que del comedor venía a la hora de cenar.
- Y una noche, reparando al cenar que Paula era mal formada, angulosa, sintió una lascivia de salvaje, irresistible, ciega, excitada por aquellos ángulos de carne y hueso, por aquellas caderas desairadas, por aquellas piernas largas, fuertes, que debían de ser como las de un hombre.
- En la inmoralidad que acusaba aquella aglomeración de malos cristianos, estaba pensando precisamente don Pompeyo Guimarán, que, mal curado de una fiebre, había consentido en cenar con don Álvaro, Orgaz, Foja y demás trasnochadores en el Casino y había venido con ellos a la misa del gallo.
- Le llevaron a cenar a una venta y le dieron a propósito unas migas detestables, que parecían de arena, diciéndole que eran las verdaderas migas del país, y don Blas las encontró tan excelentes y las elogió de tal modo y con tales hipérboles, que llegó a convencer a sus amigos de su bondad.
- Con el cambio de vida y domicilio, reanudó la señora de Rubín algunas relaciones de familia que estaban absolutamente quebrantadas, siendo de notar entre ellas la de José Izquierdo, que, empezando por ir a cenar con su hermana y sobrina algunas noches, acabó, conforme a su genial parasitario, por estar allí todo el tiempo que tenía libre.
- En efecto Ronzal, abusando de su cargo en la Junta directiva, acaparó lo mejor del restaurant, tomó por asalto el gabinete de lectura, quitó periódicos de la mesa y puso manteles, cerró con llave la puerta, hizo que entrara el servicio por una de escape que estaba cerca del armario de libros, y allí pudo cenar la flor y nata de la nobleza vetustense con sus paniaguados y amigos de confianza.