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Ejemplos de oraciones con la palabra conducía

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra conducía en el contexto de una oración.

Término conducía: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "conducía" aquí tienes una selección de 18 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra conducía para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Que la religión conducía a la juventud lozana a aquella letrina a pudrirse.
  • La una conducía a la sacristía, la otra a la habitación que hacía de coro.
  • Me alegro dijo el Delfín, cuando su mujer le conducía por las escaleras arriba.
  • Disimulan volvió a pensar Petra, mientras abría la puerta que conducía al zaguán.
  • El amor le conducía a la devoción, como le habría conducido a la impiedad, si las cosas fuesen por aquel camino.
  • Nos quedamos, pues, solos, sin más amparo que el de la fragata que nos arrastraba, niño que conducía un gigante.
  • Y dominado por súbito terror, echó á correr, buscando á través de los campos el camino que conducía á su barraca.
  • Pero al fin, encogiéndose de hombros, salió delante, y echó a andar por la senda abierta entre viñas que conducía al crucero.
  • Media hora después llegaban a la estación en que dejaban el tren para tomar a pie la carretera que los conducía a las marismas de Palomares.
  • Conducía al desván empinadísima escalera, y no era el sitio muy oscuro, pues recibía luz de tres grandes claraboyas, pero sí bastante bajo.
  • Dio media vuelta y, seguro de que nadie le había visto, apretó el paso bajando por un callejón que conducía a la plazuela de Palacio, a la Corralada.
  • Para don Fermín aquella muchacha delgada, fría, seca, no era más que el camino que conducía a don Francisco, que empleaba sus millones en comprar influencia.
  • Y con el decoro propio de un paso de minueto, la pareja entró por el Pazo de Limioso adelante, subiendo la escalera exterior que conducía al claustro, no sin peligro de rodar por ella.
  • Y por el estrecho sendero que conducía al lugar del suplicio, iba subiendo lentamente Jesús, con la cruz a cuestas, y el rostro vuelto hacia un fraile que allá en lontananza se echaba otra cruz al hombro.
  • Así lo hizo aquel día, y apenas recorrió el corto pasillo que a la estancia principal conducía, encarose con Aurora que en aquel momento iba desde el centro, donde estaba la mesa, hacia una de las ventanas, llevando telas en la mano.
  • Cuando terminó el convite y se pensó en dormir, reapareció Sabel armada de un velón de aceite, de tres mecheros, con el cual fue alumbrando por la ancha escalera de piedra que conducía al piso alto, y ascendía a la torre en rápido caracol.
  • Allí se arrodilló, se echó sobre el vientre, para espiar por entre las cañas como un beduíno al acecho, y pasados algunos minutos volvió á correr, perdiéndose en aquel dédalo de sendas, cada una de las cuales conducía á una barraca, á un campo donde se encorvaban los hombres haciendo brillar en el aire su azadón como un relámpago de acero.
  • Mientras en el salón y en el gabinete se discutía así y de otras muchas maneras, por las habitaciones interiores del primer piso, por el comedor, por los pasillos, por la escalera que conducía al patio y a la huerta, corrían alegres, revoltosos, Paco Vegallana, que celebraba sus días, Visitación, Edelmira, sobrina de la Marquesa (una niña de quince años que parecía de veinte), don Saturnino Bermúdez y el señor de Quintanar.