Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "crédito" aquí tienes una selección de 20 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra crédito para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- El crédito estaba hundido.
- En mi vida he dado crédito a paparruchas semejantes.
- Afortunadamente para ellos, la casa tenía un crédito inmenso.
- Lo sabía toda Vetusta, su influencia moral había perdido crédito.
- Platón vacilaba, no dando a Segunda todo el crédito que esta creía merecer.
- Por la falta de crédito se pierden las repúblicas lo mismo que las monarquías.
- Aprobadas la partición propuesta por Juan Pablo y la cancelación del crédito de Samaniego.
- Si había que dar crédito a algunas viejas historias, el escudo decía únicamente la verdad.
- Feliciana tenía ya pignorado lo mejorcito de su ropa, y Olmedo había perdido el crédito de una manera absoluta.
- Iba a rescatar el crédito perdido buscando un milagro de los más sonados, de los más eficaces y provechosos, un milagro de conversión.
- Porque alguno que está aquí, que por ventura pensó tomar aquesta santa bula, dando crédito a las falsas palabras de aquel hombre, lo dejará de hacer.
- Se negaba resueltamente a firmar otro pagaré garantizando el crédito de su madre, y menos consentía aún en hipotecar su huerto para adquirir los tres mil duros.
- Este acreedor era Samaniego, el boticario de la calle del Ave María, y su crédito ascendía, con el interés vencido de seis por ciento, a sesenta y tantos mil reales.
- Dichos cadáveres, horriblemente destrozados, eran la propiedad, todas las clases de propiedad posibles, el Estado, la Iglesia y cuantas instituciones se derivan de estos dos principios, Matrimonio, Ejército, Crédito público, etc.
- La necesidad de acudir a cada paso con expedientes a restañar las heridas del crédito, a conjurar la bancarrota, había convertido el espíritu de aquella loca al positivismo vulgar, y había atajado las demasías eróticas de su fantasía juvenil.
- Eso sólo lo hacen las locas como tú, que has firmado más papel que un escribano, y miras con la mayor tranquilidad cómo tu nombre anda por el mundo en pagarés siempre renovados, con condiciones que sólo admiten las personas tramposas y sin crédito.
- Divulgóse por el pueblo el caso atroz, llegó a oídos de don Alonso Coronel y como no tenía otro hijo, desengañóse de los embustes de Cabra y comenzó a dar más crédito a las razones de dos sombras, que ya estábamos reducidos a tan miserable estado.
- Y se puso a trabajar en las operaciones aritméticas con tanta serenidad, y un temple tan equilibrado, que doña Lupe salió de la estancia haciéndose cruces y diciendo que si lo que acababa de oír se lo hubieran contado los cuatro Evangelistas, no les habría dado crédito.
- Al fin, llegamos a los túes, y yo, para alimentar más el crédito de mi calidad, salíme de casa y alquilé una mula, y arrebozado y mudando la voz, vine a la posada y pregunté por mí mismo, diciendo si vivía allí su merced del señor don Ramiro de Guzmán, señor del Valcerrado y Villorete.
- Don Baldomero II, que así es forzoso llamarle para distinguirle del fundador de la dinastía, heredó en 1848 el copioso almacén, el sólido crédito y la respetabilísima firma de Don Baldomero I, y continuando las tradiciones de la casa por espacio de veinte años más, retirose de los negocios con un capital sano y limpio de quince millones de reales, después de traspasar la casa a dos muchachos que servían en ella, el uno pariente suyo y el otro de su mujer.