Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra curado

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra curado en el contexto de una oración.

Término curado: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "curado" aquí tienes una selección de 17 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra curado para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Al parecer estaba curado.
  • Papá se había curado de ellas.
  • ¡Cirujanitos a mí! Yo lo he curado, señores.
  • ¿Pero tú crees que Luis no está curado todavía?
  • Yo cogí una fiebre y no me he curado todavía de ella.
  • Por eso no puede decirse con exactitud que se ha curado.
  • Ni el deshonor, ni el matrimonio la han curado de esta manía.
  • Yo creo dijo la de Jáuregui, que si no está curado, le falta poco.
  • La herida se había curado, pero la oreja tenía ahora dos lóbulos en vez de uno.
  • Un enfermo que tomaba un poco de jarabe simple, y se encontraba curado de una enfermedad crónica del estómago.
  • Las dos mujeres atajaron como pudieron la hemorragia, vendaron la herida, y Batiste respiró con satisfacción, como si ya estuviese curado.
  • Yo pensaba que con la relación de nuestras fatigas y con la muerte de Allen, la familia de mi novia se habría curado del deseo de encontrar tesoros, pero fue todo lo contrario.
  • Pero les falta esa simplicidad, esa visión humilde de las cosas, esa compenetración con la realidad que Alonso Quijano encontró sólo en su lecho de muerte, ya curado de sus fantasías.
  • Desde la restauración de su legalidad doméstica había abandonalo por completo las lecturas filosóficas, reverdeciendo en su alma el mal curado dolor de su afrenta y los odios vengativos.
  • Fortunata encontró a su tío transfigurado moralmente, con un reposo espiritual que nunca viera en él, suelto de palabra, curado de su loca ambición y de aquel negro pesimismo que le hacía renegar de su suerte a cada instante.
  • Comía lo que le daban, acogía como indiscutibles todos los actos de su mujer, y curado ya de las manías románticas, sólo pensaba en los negocios y en conquistar una fortuna para que su esposa pudiese ver realizadas sus altas aspiraciones.
  • En la inmoralidad que acusaba aquella aglomeración de malos cristianos, estaba pensando precisamente don Pompeyo Guimarán, que, mal curado de una fiebre, había consentido en cenar con don Álvaro, Orgaz, Foja y demás trasnochadores en el Casino y había venido con ellos a la misa del gallo.