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Ejemplos de oraciones con la palabra curso

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra curso en el contexto de una oración.

Término curso: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "curso" aquí tienes una selección de 53 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra curso para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Uno que perdió curso en Anatomía.
  • Concluyeron los tres compañeros el curso.
  • Aquel curso, Hurtado intimó bastante con Julio Aracil.
  • Pues tía, para primer día de curso, no puedes quejarte.
  • Concluí mi curso en San Fernando y fuí a vivir a Cádiz.
  • Pero vacilando, diola curso, al fin, con voz de agonizante.
  • La Aurora suplica a Diana que apresure el curso de la noche.
  • Los primeros días del curso le sorprendieron agradablemente.
  • Pero la tertulia era siempre la misma en el curso lento de los años.
  • Ni Jacinta ni su esposo apreciaban bien el curso de las fugaces horas.
  • Por Junio, Andrés se examinó del curso y de la licenciatura y salió bien.
  • Nadie miraba el reloj del comedor, que seguía indiferente marcando el curso del tiempo.
  • Por el curso de la conversación se veía que había allá un ambiente de odios terribles.
  • Y mientras seguía su curso la conversación, sonaba a cada instante la campanilla de la puerta.
  • Unos meses después del principio de curso, en el tiempo frío, se comenzaba la clase de disección.
  • VII ARACIL Y MONTANER ARACIL, Montaner y Hurtado concluyeron felizmente su primer curso de Anatomía.
  • Éste, en el curso de la enfermedad, quedó asombrado de la resistencia y de la energía de su hermana.
  • No tengamos aquí otra como la del año pasado, que empalmaste cuatro catarros y por poco pierdes el curso.
  • XI DE ALUMNO INTERNO A mediados de curso se celebraron exámenes de alumnos internos para el hospital general.
  • ¡Vaya un asco! ¡Como si aquel estudiante honorario hubiese asistido al curso de anatomía media docena de veces.
  • Hubiese querido ir a Lúzaro, pero el curso empezaba, y don Ciriaco opinó que no debía perder ni un día de clase.
  • Todo un curso de civilización y de historia nacional se puede estudiar en estos detalles, al parecer insignificantes.
  • IX UN REZAGADO AL principio de otoño y comienzo del curso siguiente, Luisito, el hermano menor, cayó enfermo con fiebres.
  • Y Andresito, con la imaginación perturbada, iba siguiendo el curso de la sinfonía extraña que sólo sonaba para sus ojos.
  • Sin saber por qué, Hurtado y Montaner, que en el curso anterior se sentían hostiles, se hicieron muy amigos en el siguiente.
  • IV Un curso de filosofía práctica i Dos o tres veces fue Don Evaristo al siguiente día a enterarse de la salud de Fortunata.
  • Pues además, Fortunata, en el curso de la conversación, había dado a entender que tenía acciones del Banco, sin decir cuántas.
  • El rostro de una joven asomada a la ventanilla de uno de los carruajes del cortejo fúnebre pareció cambiar el curso de sus ideas.
  • Hacía tres años que estaba abonado al segundo curso de la Facultad de Medicina, consecuencia heroica de la que no estaba arrepentido.
  • VI LA SALA DE DISECCIÓN EL curso siguiente, de menos asignaturas, era algo más fácil, no había tantas cosas que retener en la cabeza.
  • Tendió las manos al cielo, corrió por los senderos del Parque, como si quisiera volar y torcer el curso del astro eternamente romántico.
  • Todo el contorno parecía tener la vista fija en la taberna, esparciéndose con celeridad prodigiosa las noticias sobre el curso de la apuesta.
  • En este curso, Andrés se hizo amigo de un estudiante rezagado, ya bastante viejo, a quien cada año de carrera costaba por lo menos dos o tres.
  • Al fin, yo llamaba ya señora a la abadesa, padre al vicario y hermano al sacristán, cosas todas que con el tiempo y el curso alcanza un desesperado.
  • Ilustración II HISTORIA DE LA BELLA VIZCAÍNA El primer sábado del curso, por la tarde, don Ciriaco se presentó en mi casa, en San Fernando, y me dijo.
  • Había oído en hora y media un curso peripatético ¡a pie y andando todo el tiempo! de arqueología y arquitectura y otro curso de historia pragmática.
  • Sentían repugnancia por aquellas chirlatas en donde los estudiantes de provincia perdían curso tras curso, estúpidamente jugando al billar o al dominó.
  • El maestro, temeroso de que esto quebrantase la moral de su gente, cambiaba el curso de la conversación hablando de Francia, el gran recuerdo del tío Tomba.
  • Afortunadamente, después del curso con don Gregorio Azurmendi, que nos explicaba matemáticas vestido de frac y corbata blanca, llegaron las vacaciones de verano.
  • Esta era que la prójima había recibido, por conducto de Patria, una esquelita en que se le anunciaba la reapertura del curso amoroso, interrumpido durante una quincena.
  • La cantidad de estudiantes y la impaciencia que demostraban por entrar en el aula se explicaba fácilmente por ser aquél, primer día de curso y del comienzo de la carrera.
  • Tenía Andrés cierta ilusión por el nuevo curso, iba a estudiar Fisiología y creía que el estudio de las funciones de la vida le interesaría tanto o más que una novela.
  • Los niños, descalzos, entreteníanse, después del baño, en desviar con los pies el curso de un pequeño arroyuelo vagabundo e indeciso que por la arena desaguaba en el mar.
  • Montaner, no sólo no pudo aprobar en estos exámenes, sino que perdió el curso, y abandonándose por completo, empezó a no ir a clase y a pasar el tiempo haciendo el amor a una muchacha vecina suya.
  • Y después de este curso breve de filosofía rústica, apelaba al segundo argumento, que era sacar de su faja una tagarnina de tabaco negro, con una navaja enorme, y comenzaba á picarla para liar un cigarrillo.
  • Y mientras tanto, la cabeza, hundida en el barro, soltaba toda su sangre por la profunda brecha y las aguas se teñían de rojo, siguiendo su manso curso con un murmullo plácido que alegraba el solemne silencio de la tarde.
  • Creeríase que la fuerte inervación de la mañana se iba gastando con los actos y movimientos de la persona en el curso del día, y que esta llegaba a la noche en el estado contrario, exhausta como el que ha trabajado mucho.
  • Y hasta los viejos rocines mostraban los ojos alegres, marchando con mayor desembarazo, como fortalecidos por el olor de los montes de paja que, lentamente, como un río de oro, iban á deslizarse por sus pesebres en el curso del año.
  • A la cabeza de sus hombres, subyugados por el terror (ahorcó a ocho que no le parecían bastante fieles), bajó por el Amazonas y recorrió, después de meses y meses, la inmensidad del curso de este enorme río, y se lanzó al Atlántico.
  • Y cambió con tal arte el curso de la conversación, que a Juanito se le quedó en el cuerpo lo que quería decir, y antes llegaron a la pobre escalerilla de la calle de Gracia, que pudo manifestar su valor para ser esposo de Tónica y encargarse de la pobre ciega.
  • Pero allí estaba Batiste como centinela de su cosecha, desesperado héroe de la lucha por la vida, guardando á los suyos, que se agitaban sobre el campo extendiendo el riego, dispuesto á soltarle un escopetazo al primero que intentase echar la barrera restableciendo el curso legal del agua.
  • Pero sin incurrir en un fanatismo que pugnaba con todas sus convicciones de hombre de ciencia, como tenía dicho, podía admitir y admitía, aleccionado por la experiencia, que lo psíquico influye en lo físico y viceversa, y que la conversión repentina de don Pompeyo podría haber determinado una variación en el curso natural de su enfermedad.
  • Y todos, con resignación oriental, sentáronse en el ribazo, y allí aguardaron el amanecer, con la espalda transida de frío, tostados de frente por el brasero que teñía sus rostros con reflejos de sangre, siguiendo con la pasividad del fatalismo el curso del fuego, que iba devorando todos sus esfuerzos y los convertía en pavesas tan deleznables y tenues como sus antiguas ilusiones de paz y trabajo.