Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "deudas" aquí tienes una selección de 31 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra deudas para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Porque están cogidas por las deudas.
- Estos son los aderezos de negar deudas.
- Ya no eran las deudas y los apuros pecuniarios las amarguras de la vida.
- El producto de tan mala venta había servido para pagar deudas antiguas.
- Lo malo no es que él quiera pagar deudas sagradas, lo malo es haberlas contraído.
- Agobiada por las deudas, esperaba la caída, pero no tan honda y lastimosa para su dignidad.
- Las fincas todas hipotecadas, y si las vendía, no llegaría su importe a la mitad de las deudas.
- Pero ciertas deudas, señora mía dijo Santa Cruz triunfante, no se saldan con cuatro ni con cinco duros.
- Le llevaron de Liverpool a Amsterdam, y Zaldumbide lo rescató, pagando sus deudas y embarcándole en El Dragón.
- Pero nunca dejó de cumplir Gumersindo sus compromisos comerciales, y si su capital no era grande, tampoco tenía deudas.
- Había huido el día anterior, con el convencimiento de que no podía pagar sus deudas, avergonzado sin duda de su ruina.
- El gas no es para prodigado por un Ayuntamiento lleno de deudas, y un farol aquí, otro a cincuenta pasos (si no hace luna.
- Juan Pablo empleó toda su parte en pagar las deudas que le devoraban y un descubierto que dejara en la administración carlista.
- Todo por unos cuantos miles de reales, que se habían escurrido como agua en aquella criba de deudas y gastos, de infinitos agujeros.
- Sus ocho mil duros se doblarían y triplicarían en muy poco tiempo, y entonces podría pagar las deudas maternales y casarse con Tónica.
- ¿No era él un curial que se hacía millonario para pagar a su madre deudas sagradas y para saciar con la codicia la sed de ambiciones fallidas?
- Tiempo hacía que las deudas socavaban la casa, y se sostenía apuntalada por las consideraciones personales que los acreedores tenían a su dueño.
- Primero le hiciste firmar pagarés, contraer deudas, y luego, su imbécil principal y tú, con el hambre del dinero, lo habéis metido en esa ladronera que llaman Bolsa.
- Murió con gloria el artillero, pero su viuda se encontró abrumada de trampas, de deudas y para sarcasmo de la suerte, dueña de créditos sin fin que no se cobrarían jamás.
- Un día le avisaron que por la tarde iría el Juzgado á proceder contra él, á expulsarlo de las tierras, embargando además para pago de sus deudas todo cuanto tenía en la barraca.
- Pensaba en que la situación imponía disimulo, y que la amistad del matrimonio Cuadros le era muy necesaria para salvarla en sus apuros de señora en decadencia, acosada por las deudas.
- Algunas deudas antiguas las había satisfecho con la paga de Navidad de sus arrendatarios de la huerta, pero necesitaba con urgencia ocho mil reales, pues el invierno exige grandes gastos.
- Si se juntan todos tus acreedores y exigen que les pagues las deudas, más los intereses disparatados que les has reconocido, te verás en medio de la calle, perdiendo hasta la camisa que llevas puesta.
- Y en casa, doña Paula ceñuda, silenciosa, desconfiada, preparándose para una tormenta, recogiendo velas, es decir, dinero, realizando cuanto podía, cobrando deudas, con fiebre de deshacerse de los géneros de la Cruz Roja.
- La secreta antipatía que inspira el acreedor manifestábase en el alma de Rubín en forma de un odio recóndito, nacido quizás del sentimiento de humillación que producen las deudas a toda persona de amor propio muy susceptible.
- Pagaría las deudas importantes que había contraído por salvar a su madre, y con lo que le quedase se establecería modestamente, sería el dueño de Las Tres Rosas o de una tienda más pequeña, casándose en seguida con Tónica.
- Sucedió, pues, que a mi autor (que siempre paran en esto), sabiendo que en Toledo le había ido bien, le ejecutaron no sé por qué deudas y le pusieron en la cárcel, con lo cual nos desmembramos todos y echó cada uno por su parte.
- Contrajo, por su parte, deudas y guiada por el engañoso pundonor de las gentes que se arruinan, en vez de vender fincas y ponerse a flote, prefirió gravar sus inmuebles con hipotecas y echarse en brazos de la usura, buscando préstamos con intereses aplastantes.
- Estos enganchadores acogen en su casa a los marinos sin empleo, les dan de comer y hasta algún dinero, y cuando viene un capitán que le falta marinería, se entiende con el enganchador, escoge sus hombres y paga las deudas con los anticipos de la soldada del marinero.
- En estas corrientes es fácil que se pierda alguno de la partida, o por rebelde a las mudanzas o porque las deudas le cautivan en el antiguo local y allí le hipotecan la asistencia, pero en cambio siempre se gana algún tertulio nuevo que viene a refrescar las ideas y las bromas.
- Pero acordándose de lo que debía a su esposa, de lo que se debía a sí mismo, de lo que debía a sus años, y de otra porción de deudas, y sobre todo, por fatalidad de su destino que nunca le había permitido llevar a término natural cierta clase de empresas, era lo cierto que había retrocedido en aquel camino de perdición desde el día en que una tentativa de seducción se le frustó, por fingido pudor de la criada.