Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "dientes" aquí tienes una selección de 100 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra dientes para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Poblaba quijadas con dientes.
- Era todo uñas y todo dientes.
- Mauricia apretaba los dientes.
- Es imposible dijo entre dientes.
- Los dientes blancos, puntiagudos.
- La bilis le llegaba a los dientes.
- Sus dientes empujan mis dientes, y ando.
- Ya sacaban los dientes, como en otro tiempo.
- ¿No me ve la mella que tengo en los dientes?
- De Pas respiró con fuerza y dijo entre dientes.
- Tenía los ojos grandes y los dientes muy blancos.
- Ahí está el inglés dijo entre dientes el flamenco.
- Murmuró el marqués, hablando con los dientes apretados.
- Algunos se reían incrédulamente, pero de dientes afuera.
- Yo la tenía asida con los dientes por no mostrar la caca.
- Bueno dijo hablando en chulo, enseñando los dientes negros.
- Aflojó los dientes y dio la vuelta hasta ponérsele delante.
- Apretaba los dientes, y no había medio de traerla a la razón.
- Los que no tenemos dientes hemos de abstenernos de muchas cosas.
- Rompía las monedas con los dientes, y hasta rompía el cristal.
- A la de buenos dientes, que riese siempre, hasta en los pésames.
- Pero de dientes afuera se mantuvo en el papel que le correspondía.
- Y yo con mis dientes, aunque no son de acero, un pan de cuatro libras.
- Cosa que él agarrara con los dientes no había manera de quitársela.
- Soy columna o palillo de dientes, señor Cardenal, ¿en qué quedamos?
- Ya sé quién es dijo entre dientes don Pedro, cuyo rostro se anubló.
- Pero conviene estar dispuesto, por si acaso, a enseñarles los dientes.
- Llegó al salón don Robustiano y salió Fulgencia hablando entre dientes.
- Preguntó la Marquesa entre dientes, más con el gesto que con los labios.
- Y apretando los dientes para que no chocasen los de arriba con los de abajo.
- Se volvió para atrás, y como quien echa una maldición, dijo entre dientes.
- La señorita, pálida, con los dientes apretados, lanzaba fuego por los ojos.
- Enlucía manos y gargantas como paredes, acicalaba dientes, arrancaba el vello.
- Y como el caballero no le dijese nada, Plácido se alejó rezando entre dientes.
- Las mujeres le alababan sobre todo la boca, dientes inclusive, la mano y el pie.
- La noche anterior se había dormido con los dientes apretados y temblando de frío.
- Y hasta mordió una que dejó allí, señalada apenas por la huella de dos dientes.
- Entre dientes le cantaba una canción de adormidera, dándole palmadas en la espalda.
- Este se levantó enseñando los dientes, y lanzando un rugido se echó sobre domador.
- El labrador sonreía como una hiena, enseñando sus dientes agudos y blancos de pobre.
- Volvió a poner el palillo entre los dientes y miraba a sus amigos con cierta lástima.
- ¡Que por un canalla miserable tengamos que andar así! murmuraba Allen, entre dientes.
- ¡No hay remedio, no hay remedio! dijo entre dientes no he de empezar ahora a vivir de nuevo.
- Era el león enamorado de una doncella, decía elegantemente Glocester, una fiera sin dientes.
- Y metiéndose la uña del pulgar entre los dientes, tiraba con fuerza, produciendo un chasquido.
- Hacía que bostezaba, adrede, sin tener gana, por mostrar los dientes y hacer cruces en la boca.
- Sintió un escalofrío y se sorprendió con los dientes apretados hasta causarle un dolor sordo.
- Era flaca, acartonada, la boca sin dientes, la cara llena de arrugas, los ojos pequeños y vivos.
- El Roch era un chiquillo audaz, pequeño, rubio, desmedrado, sin dientes, con los ojos legañosos.
- ¡Si hubiera sido yo! repetía entre dientes, al juntar los últimos pedazos, puesta en cuclillas.
- Oh, podrían arrojarla de Vetusta, pero ella no se iría sin llevarse medio pueblo entre los dientes.
- ¡Y luego unos dientes! Tengo los dientes decía ella mostrándoselos, como pedacitos de leche cuajada.
- Tenía un palillo entre los dientes, y lo llevaba de un lado para otro de la boca con nerviosa presteza.
- Ballester iba y venía, trabajando sin cesar, y cantaba entre dientes estribillos de zarzuelas populares.
- A veces se lleva también su segunda pata izquierda a la boca, como si se estuviese hurgando los dientes.
- Yo, por un real, mataría a un hombre solía decir el Choriset, mostrando sus dientes blancos y brillantes.
- El, con el doctor Cornelius, miraba los dientes de los negros, estudiaba los músculos y las articulaciones.
- Uniendo la acción a la palabra, Mauricia hacía contorsiones violentas, se destapaba, rechinaba los dientes.
- Los dientes, le faltaban no sé cuántos, y pienso que por holgazanes y vagamundos se los habían desterrado.
- Temblábanle las patas, y la lengua le salía de un palmo entre los dientes, amarillos y roídos por la edad.
- Cuando el uno, cansado de morderle, iba durmiéndose, llegaba el otro á todo correr y le clavaba los dientes.
- ¡Qué rabia tengo! pensó Jacinta apretando sus bonitísimos dientes, por haberme ocultado una cosa tan grave.
- Benítez escupió un pedazo del puro, que había roto con los dientes, y contestó con la misma sonrisa de antes.
- En otra temporada corrió chocolates, pañuelos y chales galería, conservas, devocionarios y hasta palillos de dientes.
- Tú habrás visto que aquí una muchacha se casa y al primer hijo se le caen los dientes, parece que se le alarga la nariz.
- Se le oía un cierto rechinar de dientes y algún monosílabo gutural que lo mismo pudiera ser signo de risa que de cólera.
- En ella depositaba el bizcocho don Fermín, con dientes de perlas lo partía la criada, y el señorito se comía la otra mitad.
- decía Nelet entre dientes, sintiendo que cada espasmo de la larga agonía de su Brillante era una verdadera puñalada para él.
- Sujetó Bautista la cuerda con un lazo corredizo en un ángulo de un torreón, v subió Martín a pulso, con el palo en los dientes.
- ¡pero qué quiere usted! Estos cargos son muy solicitados, y cuando vaca uno, hay cuatrocientos curas con los dientes de este tamaño.
- Barbarita II y su hermana tenían delante a Moreno, que en los primeros momentos de aquella situación, decía de dientes para adentro.
- Los dos dientes centrales superiores eran enormes, y se le veían siempre, porque ni cuando estaba de morros cerraba completamente la boca.
- Al oírla, yo me figuraba una tripulación de piratas al abordaje, trepando por las escalas de un barco, con el cuchillo entre los dientes.
- A poco entró Don Basilio presuroso, de levita nueva, el palillo entre los dientes, y se dirigió al mostrador con ademanes gubernamentales.
- Blanca, rubia, colorada, boca pequeña, dientes menudos y espesos, buena nariz, ojos rasgados y verdes, alta de cuerpo, lindas manazas y zazosita.
- Chocaron sus dientes, su cara púsose verde, y le cayó la capa, dejando al descubierto un viejo gabán y los sucios pañuelos arrollados á su cuello.
- Eres la pesadilla de todas las familias y cuando te ven entrar, no lo dudes, aunque te pongan buena cara, ¡te echan de dientes adentro cada maldición.
- Vino la olla y comímela en dos bocados casi toda, sin malicia, pero con prisa tan fiera, que parecía que aun entre los dientes no la tenía bien segura.
- La mujer, sin dientes, con el vientre constantemente abultado, tenía una indiferencia de animal para los embarazos, los partos y las muertes de los niños.
- Los dientes, que eran blanquísimos, y la voz pujante, argentina, con vibraciones de sentimiento y un dejo triste que llenaba el alma de punzadora nostalgia.
- Don Basilio solía llevar en la boca un palillo de dientes, y tomándolo entre los dedos lo mostraba, accionando con él, como si formara parte del argumento.
- Se pasaba entonces dos o tres días en completa tranquilidad, sin rezar más que los Padrenuestros que por rutina le salían de entre dientes todas las mañanas.
- Afeminaciones, afeminaciones, gruñía entre dientes, convencidísimo de que la virtud en el sacerdote, para ser de ley, ha de presentarse bronca, montuna y cerril.
- Yo soy mi alma, dijo entre dientes, y soltando las sábanas que sus manos oprimían, resbaló en el lecho, y quedó supina mientras el muro de almohadas se desmoronaba.
- Se le atravesaba como otras muchas, y al fin, después de mil tentativas que parecían náuseas, la soltaba entre sus bonitísimos dientes y labios, como si la escupiera.
- Y otro día, en saliendo de casa, abro mi paraíso panal, y tomo entre las manos y dientes un bodigo, y en dos credos le hice invisible, no se me olvidando el arca abierta.
- Leopoldo Montes, cesante eterno, Relimpio, y otros que tenían entre los dientes alguna piltrafa del presupuesto, se arrojaban con deleite famélico sobre aquel tema picante.
- Su bigote cae lacio por las comisuras de la boca, y cuando sonríe muestra por los lados, en sus encías lisas, dos dientes puntiagudos que asoman por la pelambre del mostacho.
- Echose a reír aquel vestiglo, enseñando unos dientes cuya blancura con la nieve se podría comparar, y dijo a las señoras que Don Pepe no estaba, pero que al momentico vendría.
- Durante algún tiempo, tuvo como una mujer extraña, a una buscona de la calle del Candil, con unos ojos negros sombreados de obscuro, y una sonrisa que mostraba sus dientes blancos.
- Me alegro de que me hubieras sacado de allí, porque no puedes figurarte lo que me iba cargando el tal inglés, con sus dientes blancos y apretados, con su amabilidad y su zapatito bajo.
- Los dos aludidos, mostrando al sonreír sus dientes blancos como la leche y sus labios más rojos que cerezas entre el negro que los rodeaba, contestaron que sí con sus cabezas de salvaje.
- Después un inglés muy pesado, que chapurraba el castellano con la boca fruncida y los dientes apretados, como si quisiera mordiscar las palabras, se empeñó en que habían de tomar unas cañas.
- Repartió a cada uno tan poco carnero que entre lo que se les pegó en las uñas y se les quedó entre los dientes, pienso que se consumió todo, dejando descomulgadas las tripas de participantes.
- Cuando alguno salía garante de una virtud, la Marquesa, sin separar los ojos de sus caricaturas, movía la cabeza de un lado a otro y murmuraba entre dientes postizos, como si rumiase negaciones.
- Azorín ha visto que la monja gruesa le enseñaba el papel a la morena y que ésta sonreía con una sonrisa suave, con una sonrisa divina, enseñando sus blancos dientes, poniendo en éxtasis los ojos.
- Que con sólo apretar los dientes se me quedaran en casa, y con ser de aquel malvado, por ventura lo retuviera mejor mi estómago que retuvo la longaniza, y no pareciendo ellas pudiera negar la demanda.
- Y Dios premió su laboriosidad enviándole cada año un hijo, hermosas criaturas que parecían nacer con dientes, según la prisa que se daban en abandonar el pecho maternal para pedir pan á todas horas.
- Procuraba que la retirada fuese honrosa, fingía transigir y creía a salvo su honor de hombre enérgico y amo de su casa, permitiéndose la audacia de gruñir un poco, entre dientes, cuando ya nadie le oía.
- La Primavera médica fue la que postró en cama, según don Robustiano, a la Regenta, que se acostó una noche de fines de Marzo con los dientes apretados sin querer, y la cabeza llena de fuegos artificiales.