Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "escapó" aquí tienes una selección de 23 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra escapó para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- ¡Se escapó.
- No me escapo ya.
- ¡ay!, se me escapó.
- ¡Ah!, de buena escapó.
- De buena escapó el país.
- Después se escapó no sé cómo.
- Se le escapó una sonrisilla y dijo con viveza.
- Pero qué, ¿se me escapó alguna palabra que te pudiera ofender?
- Luego se escapó con los ojos brillantes y el gorrión en la boca.
- Se le escapó esta espontaneidad, y cuando quiso contenerla ya era tarde.
- A la Superiora se le escapó, sin poderlo remediar, una ligera sonrisilla.
- En cuanto pudo el Magistral escapó de casa, prometiendo ir a sondear al Obispo.
- A Orgaz hijo se le escapó la risa, que procuró ahogar con el embozo de la capa.
- Anda a caza del sobrino que se les escapó esta mañana, y todavía no ha aparecido.
- Pero el Chafandín cerró la puerta y se escapó por la galería, soltando bravatas e insultos.
- Una vez se le escapó lo de ¡bobadas de hombres! y no dirigiéndose a mí, no, pero yo le entiendo.
- Plácido se inclinó para verle, y aunque se quería hacer el hombre terrible, se le escapó esta frase.
- Ha vivido aquí dos veces, porque la pusieron en las Arrecogidas, y se escapó, y ahora no se sabe dónde anda.
- En el momento del matrimonio, Menchaca, que era voluble, se escapó del pueblo, dejando a Hortensia embarazada.
- Al volver a casa, yo quise abrazar a Mary a espaldas de la Cashilda y devolverle el beso que había dado a la cruz, pero ella se me escapó riendo.
- A la hora del café don Fermín no pudo resistir más, se escapó como pudo y volvió a la casa nueva, donde la algazara había llegado a ser estrépito de los diablos.
- Un señor rico que la rondaba se la llevó a un hotel de la Prosperidad, y días después la rubia se escapó del hotel, huyendo del raptor, que al parecer era un sátiro.
- Bermúdez miraba de cuando en cuando a la Regenta, a quien había amado en secreto, y otras veces a Visitación, a quien había querido siendo él adolescente, allá por la época en que la del Banco, según malas lenguas, se escapó con un novio por un balcón.