Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra escuchar

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra escuchar en el contexto de una oración.

Término escuchar: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "escuchar" aquí tienes una selección de 19 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra escuchar para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Doña Lupe se puso fuera a escuchar.
  • Pero creyó escuchar de nuevo el ay tristísimo.
  • Yo le solía escuchar con las lágrimas en los ojos.
  • Las criadas, endomingadas, huían despavoridas al escuchar el vocerío.
  • La chica se asustaba al escuchar el relato de las fieras y no quiso ir.
  • Si doña Camila se acercaba a la puerta a escuchar por el ojo de la llave, no oía nada.
  • Los que estaban lejos se incorporaban para escuchar, apoyándose en la mesa o en el hombro del más cercano.
  • Al sentir el coloquio, salió la pecadora de su escondite, y acercándose a la puerta de la sala trató de escuchar.
  • De Pas no paró la atención en ellas, pero Ripamilán se detuvo, olfateando, y tendió el cuello en actitud de escuchar.
  • Aplicó el oído al agujero de una cerradura, y después de escuchar con atención, rió con lo que llaman en las comedias risa sardónica.
  • El mozo mismo, que había llegado a familiarizarse con aquella sociedad, se agregaba también, tomando asiento a un extremo del corro para escuchar y aplaudir.
  • Malespina soltando unas bolas como templos, y mi amo oyéndolas con santa calma, pareciendo unas veces enfadado y otras complacido de escuchar tanto disparate.
  • Al ver llegar á su mujer con los ojos asombrados y el pobre pecho jadeante, Pimentó cambió de postura para escuchar mejor, recomendándola que no se aproximase á las varitas.
  • ¡Qué cosas tan nuevas, o mejor tan antiguas, tan antiguas y tan olvidadas estaba sintiendo! Oh, para él no era nuevo, no, sentir oprimido el pecho al mirar la luna, al escuchar los silencios de la noche.
  • No se serenaba hasta escuchar el ladrido del perro de su barraca, aquel animal feísimo, que por antítesis sin duda era llamado Lucero, y el cual la recibía en medio del camino con cabriolas, lamiendo sus manos.
  • Resultaba de aquella extraña postura que parecía Mourelo un hombre en perpetuo acecho, adelantándose a los rumores, avanzada de sí mismo para saber noticias, cazar intenciones y hasta escuchar por los agujeros de las cerraduras.
  • Y mientras atravesaban el Mercado con pasos tímidos, resbalando en el barro pegajoso que cubría las losas, el joven oía a Tónica con la falsa atención del cómico en la escena, que finge escuchar mientras piensa en lo que va a decir.
  • Y como todo esto, en concepto del ventrudo patrón, era una deshonra para su establecimiento, al escuchar las murmuraciones de las comadres volvía á enfurecerse, amenazando con su cuchilla al tímido criado, ó increpaba al tío Tomba para que corrigiese al pillete de su nieto.
  • Se comenzaba a decir con expresión respetuosa don Baldomero cada vez que se nombraba al general Espartero, y todos callaban para escuchar religiosamente a don Lucas, el beneficiado de San Juan, un cura que el 23 había emigrado a Londres por liberal, y que pronunciaba conmovedores discursos hablando del pobre Riego, a quien comparaba con Bravo, Padilla y Maldonado.