Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra estarían

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra estarían en el contexto de una oración.

Término estarían: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "estarían" aquí tienes una selección de 22 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra estarían para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¡Buenas estarían!
  • Sabe Dios dónde estarían.
  • ¿No me prometió que estarían por ayer?
  • ¿Estarían allí todavía aquellas señoras?
  • ¿Qué estarían diciendo de él en el Vivero?
  • ¡figúrate si estarían ciegos aquellos hombres!
  • Si sus ojos estarían distraídos al fijarse en mí?
  • Así estarían hace doscientos años, así están hoy.
  • La consecuencia es que estarían tan jorobados como nosotros.
  • No estarían así sino fueran tan negras y tan grandes y hermosas.
  • Si se comiera los niños, aquí estarían los huesos, y no hay nada.
  • Martín y Bautista supusieron si las dos estarían refugiadas en Laguardia.
  • Estarían seguramente en buena posición, y puede que algunos días tuvieran convidados a su mesa.
  • Si no fuese por ellos, por los Barret, estarían las tierras tan despobladas como la orilla del mar.
  • ¡Miserables! Ya estarían convencidos de que era difícil hincarle el diente, de que sabía defenderse solo.
  • ¡Sería tan brutal, tan grosero! Don Álvaro entonces la hubiera robado, sí, y estarían al fin del mundo a estas horas.
  • No señor, que los señoritos y las señoritas ya estaban en casa muy tranquilos cuando ustedes estarían llegando a mitad del monte.
  • Quedóse el jinete frío de espanto, agarrado al arzón, sin atreverse ni a registrar la maleza para averiguar dónde estarían ocultos los agresores.
  • ¡Vaya un modo de tragar, hijos míos! En una fonda estarían ya siendo objeto de críticas, y el dueño pondría mala cara al ver cómo ganaban el precio del cubierto.
  • Al más filósofo vetustense se le ocurría que no somos nada, que muchos de sus conciudadanos que se paseaban tan tranquilos, estarían el año que viene con los otros.
  • Los infames se habían metido en el salón, y estarían en aquel instante arrullándose, con la primera delicia del amor naciente, vacilando en usar el confianzudo tuteo.
  • Y el muy imbécil tal vez se divertiría, tal vez estarían con él las hermanitas, y todos juntos mirarían con desprecio a la gente que se pasea por bajo, sin pensar que de allí podría salir un acusador anónimo que les gritara.