Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra fuertemente

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra fuertemente en el contexto de una oración.

Término fuertemente: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "fuertemente" aquí tienes una selección de 16 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra fuertemente para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Yo me agarré fuertemente al cuerpo de Medio hombre.
  • (diciendo esto mostraba a su amiga el puño fuertemente cerrado).
  • Su marido le ató fuertemente un pañuelo a la cabeza, y después se puso junto a la cama.
  • El aya aseguraba que Anita necesitaba aquel palo seco junto a sí y estar atada a él fuertemente.
  • Fuera de sí, doña Lupe le echó la zarpa a un brazo y sacudiéndola fuertemente, le soltó esta imprecación.
  • No, no me pinté repitió acentuando tan fuertemente el no con la cabeza, que parecía que se le rompía el pescuezo.
  • De aquí nació la idea de dedicar la casa al género blanco, y arraigada fuertemente la idea, poco a poco se fue haciendo realidad.
  • Xii Hay motivos para creer que cuando Papitos entró a media noche en el cuarto de Nicolás Rubín y le dijo sacudiéndole fuertemente.
  • Y cerrando fuertemente un ojo porque el humo se le había metido en él, miró a la monja con el otro, y alargándole el cigarro, le dijo.
  • Fuertemente asida con ambas manos a los hierros, la cara pegada a estos, alargando la boca para ser mejor oída, decía con voz plañidera.
  • Y cojiendo a su marido, echándole los brazos al cuello, apechugándole fuertemente a sí, le dijo al oído con un aliento que se lo quemaba.
  • El alcázar se inclinó violentamente de un lado, y fue preciso que nos agarráramos fuertemente a la base de un molinete para no caer al agua.
  • Había entrado en el segundo periodo, que era el comático, y aunque seguía delirando, no movía ni un dedo, y apretaba fuertemente los párpados, temeroso de la luz.
  • Y llegándose a donde estaba el delincuente, que no se había movido de la butaca, le puso una mano en el hombro, empuñando fuertemente en la otra los billetes, y le dijo.
  • El hombre, ayudado por el viejo y por el chico, trazó con una cuerda un círculo en la tierra y en el centro plantó un palo grande, de cuya punta partían varias cuerdas que se ataban en estacas clavadas fuertemente en el suelo.
  • Sus cabelleras, fuertemente retorcidas, apelotonábanse sobre la testa con la forma del peinado frigio, y quedaba al descubierto, sobre el extremo de la espalda nacarada, cubierta de una película tenue y fina de melocotón sazonado, la nuca morena, de un delicioso color de ámbar, erizada de pelillos rebeldes y rizados que parecían estar puestos allí para estremecerse nerviosamente con los suspiros de amor.