Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra gallos

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra gallos en el contexto de una oración.

Término gallos: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "gallos" aquí tienes una selección de 18 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra gallos para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Cantan los gallos.
  • Cacarean los gallos.
  • Los gallos cantan a lo lejos.
  • Cantan a lo lejos los gallos.
  • Y aquella locura de injertar gallos ingleses.
  • Llegan cacareos de gallos y ladridos de perro.
  • ¿No es ese Frígilis el que injertaba gallos ingleses?
  • Hay un corral con pavos, gallos, gallinas, patos, y otro con cerdos, negros, blancos, jaros.
  • Me encanta oír el cacareo de los gallos y el chirriar de las ruedas de las carretas en el camino.
  • Hacíase toda entre gallos y ratones, jumentos, raposas, lobos y jabalíes, como fábulas de Isopo.
  • Un hombre que había llegado en su orgía de disparates a injertar gallos ingleses en gallos españoles.
  • Pían los pájaros con algarabía estrepitosa y los gallos lanzan al aire su cacareo valiente, como un desafío.
  • Ese estúpido de don Víctor con sus pájaros y sus comedias, y su Frígilis el de los gallos en injerto, no es un hombre.
  • Del pueblo, del campo, de la atmósfera transparente llegaba el silencio, sólo interrumpido por el cacareo lejano de los gallos.
  • Llegó (por no enfadar) el de unas Carnestolendas, y trazando el maestro de que se holgasen sus muchachos, ordenó que hubiese rey de gallos.
  • Por un ochavo se procuraba tiras de mistos de cartón, groseras aleluyas impresas en papel amarillo, gallos de barro con un pito en parte no muy decorosa.
  • Y por no ser largo, dejo de contar cómo hacía monte la plaza del pueblo, pues de cajones de tundidores y plateros y mesas de fruteras (que nunca se me olvidará la afrenta de cuando fui rey de gallos) sustentaba la chimenea de casa todo el año.
  • Jaulones enormes había por todas partes, llenos de pollos y gallos, los cuales asomaban la cabeza roja por entre las cañas, sedientos y fatigados, para respirar un poco de aire, y aun allí los infelices presos se daban de picotazos por aquello de si tú sacaste más pico que yo.