Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra guapas

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra guapas en el contexto de una oración.

Término guapas: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "guapas" aquí tienes una selección de 18 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra guapas para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Habrá chicas guapas.
  • Hay chicas muy guapas.
  • Aquí tenéis las doce, tan guapas.
  • Aquella tarde estaban guapas las dos.
  • En fin, que había visto mujeres guapas, pero como aquella ninguna.
  • Otras son más guapas, otras tienen más ingenio, otras hay más elegantes.
  • Los pescadores le odian porque anda rondando a las chicas guapas del barrio.
  • Aquí donde le ves dijo Santa Cruz, se tiene una de las mujeres más guapas de Madrid.
  • Las vetustenses le parecían más guapas, más elegantes, más seductoras que otros días.
  • ¡Monaguillo en jefe! Y yo encendería las velas, yo quitaría el polvo a las imágenes y las pondría tan guapas.
  • Pero a fe que se habrá divertido bastante en este mundo con las mozas guapas, y si buenos azotes le cuesta ahora, buenas ínsulas se habrá calzado.
  • Ordinariamente la Marquesa se hacía servir por muchachas de veinte abriles próximamente, guapas, frescas, alegres, bien vestidas y limpias como el oro.
  • Como que estaba infestada la gran ciudad de unas mujeronas muy guapas y elegantes que al pronto parecían duquesas, vestidas con los más bonitos y los más nuevos arreos de la moda.
  • Pero al poco tiempo empezó a distinguir las guapas de las que no lo eran, y se iba en seguimiento de alguna, por puro éxtasis de aventura, hasta que encontraba otra mejor y la seguía también.
  • Allí estaba toda la aristocracia del Mercado, la sangre azul de la reventa, las mozas guapas y las matronas de tez tostada y espléndidas carnes, con su aderezo de perlas y pañuelo de seda de vivos colores.
  • Solía volver a sus novelas de la hora de dormirse la imagen de la Regenta, y entablaba con ella, o con otras damas no menos guapas, diálogos muy sabrosos en que ponía el ingenio femenil en lucha con el serio y varonil ingenio suyo.
  • En la mesa de petitorio, colocada frente al altar mayor a espaldas del cancel de la puerta principal, pedían limosna y vendían libros devotos, medallas y escapularios las damas de más alta alcurnia, las más guapas y las más entrometidas.
  • Aquellas señoras de respetable aspecto las más, guapas y jóvenes algunas, celebraban con alegría evangélica el natalicio de Nuestro Señor Jesucristo como si el Hijo de María hubiese venido al mundo exclusivamente para ellas y otras cuantas personas distinguidas.