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Ejemplos de oraciones con la palabra huerta

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra huerta en el contexto de una oración.

Término huerta: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "huerta" aquí tienes una selección de 100 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra huerta para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Fue a la huerta.
  • La huerta entera lo sabía.
  • No volvería más á la huerta.
  • La huerta era sorda para ellos.
  • Ya no hay moreras en la huerta.
  • La gente de la huerta era buena.
  • ¿Anda don Tomás por la huerta?
  • He visitado una pequeña huerta.
  • No hay en ellos rastro de huerta.
  • Quiso bajar a la huerta, al Parque.
  • Las tierras de la huerta no engañaban.
  • Azuleaba la huerta bajo el crepúsculo.
  • Un día las pusieron a lavar en la huerta.
  • ¿Es que en la huerta no quedaban hombres?
  • ¿Qué habría hecho la señora en la huerta?
  • Debe estar por la huerta o por los alpendres.
  • Algo así como el Toisón de Oro de la huerta.
  • Fué esto un acuerdo tácito de toda la huerta.
  • En la huerta compadecían á los pobres churros.
  • Conocía los procedimientos usuales en la huerta.
  • Su condena era un tema de regocijo para la huerta.
  • La huerta entera volvía á levantarse contra él.
  • El suceso estaba reciente y la huerta es traicionera.
  • Así lloró la huerta la desaparición de don Salvador.
  • El único de la huerta á quien no debía ningún pesar.
  • Pero de más feas se encontraban á docenas en la huerta.
  • Iba siendo Mesía al caserón lo que Frígilis a la huerta.
  • Durmió como un santiño y ya anda corriendo por la huerta.
  • Más lejos aparece otra huerta con sus bancales y su noria.
  • Todos los noviazgos de la huerta duraban una temporada así.
  • Cuidaba la huerta además y así ganaba comida y enseñanza.
  • Y ellos salen a la huerta y se sientan en sus piedras blancas.
  • Lo ocurrido la enseñaría á no pasear por gusto en la huerta.
  • El viejo alto que trabajaba en la huerta me indicó que pasara.
  • Durante seis meses sólo se habló en la huerta del tío Barret.
  • La huerta ya no era la misma que había sido durante diez años.
  • Despertaba la huerta, y sus bostezos eran cada vez más ruidosos.
  • Este desfile daba á la huerta valenciana algo de sabor bíblico.
  • Más tiempo faltaba Quintanar de casa que Frígilis de la huerta.
  • La Marquesa, la gobernadora y la Baronesa paseaban por la huerta.
  • Enciende la lámpara del gabinete y antes hazle pasar a la huerta.
  • Mesía recordaba la escena del columpio en la huerta de Vegallana.
  • El viejo madrugaba más que Ana, y salía a la huerta a esperarla.
  • Ana bajó a la huerta, olvidada ya de la carta que quería escribir.
  • Al anochecer salen a la huerta y se sientan sobre unas piedras blancas.
  • De este encuentro surgió un motivo más de cólera para toda la huerta.
  • Por eso habían venido á la huerta á apoderarse de lo que no era suyo.
  • Recordaba con pavor ciertas historias de la huerta oídas en la fábrica.
  • Por él ladraban todos los perros de la huerta con desesperados aullidos.
  • Las escasas tierras de huerta son regadas con aguas sacadas de los pozos.
  • En fin, que resultaba la única persona de la huerta capaz de alternar con él.
  • Agobiados por el dolor, vieron que la huerta venía repentinamente hacia ellos.
  • Y Batiste no sabía qué temer más, si la justicia de la ciudad ó la de la huerta.
  • Anda, vete a mi huerta y coge unas peras de allí, del rincón, y llévatelas a casa.
  • Antes de dar con el marqués, recorrieron el capellán y su guía casi toda la huerta.
  • Se continuarían las costumbres de la huerta, el respeto á la justicia por mano propia.
  • Los que tomaban pacíficamente café bajo la glorieta, acudieron al extremo de la huerta.
  • Miró don Víctor hacia el fondo de la huerta, hacia el caserón que ya le parecía otro.
  • El campo de los alrededores, no era de huerta, sino de tierras de secano medio montañosas.
  • Suele bordar en el convento, cerca de la ventana, y por la tarde sale a pasear a la huerta.
  • Al fin recordó que era nieto del tío Tomba, el pastor ciego á quien respetaba toda la huerta.
  • A la entrada de la ciudad, lindando con la huerta, los jesuitas anidan en un palacio plateresco.
  • Ya sabían en la huerta que el pobre padre había muerto en el presidio de Ceuta hacía dos años.
  • ¡Qué digo el templo! Es la antorcha que brilla y disuelve las sombras de barbarie de esta huerta.
  • Godella con su obscuro pinar, que avanza como promontorio sombrío en el oleaje verde de la huerta.
  • Por un lado, el jardín se continuaba con una magnífica huerta en declive, orientada al mediodía.
  • Debía creer á los hombres que le querían bien, á los conocedores de las costumbres de la huerta.
  • Le asombraba la fiereza repentina de este vejete, al que toda la huerta había tenido por un infeliz.
  • Se corría por el bosque, por la galería que rodeaba la casa, por la huerta, por la orilla del río.
  • Tenía además este jardín, en el lado que se unía con la huerta, un bosquecillo de lilas y saúcos.
  • Apartábanse las mujeres frunciendo los labios, sin dignarse saludarle, como es costumbre en la huerta.
  • Allá, en la huerta, se estaba bien, y por esto a ella le costaba mucho decidirse a entrar en Valencia.
  • Gozaba en toda la huerta una fama detestable, pues rara era la partida de ella donde no tuviese tierras.
  • La familia, como medroso caracol, se replegó dentro de la vivienda, huyendo del contacto con la huerta.
  • Comían antes que las otras en el mismo comedor, y bajaban a la huerta a hora distinta que las Filomenas.
  • Volvió á ser el hijo de la huerta, altivo, enérgico é intratable cuando cree que le asiste la razón.
  • ¡Vaya unos mozos de hierro que cría la huerta! El aguardiente pasaba por sus cuerpos como si fuese agua.
  • Antes de llegar a la huerta se encontraron con Pepe el casero que los llamó de lejos, entre los árboles.
  • Pero no estuve más que una semana, porque me escapé subiéndome por la tapia de la huerta como los gatos.
  • ¡Me les pagarás, morral! En su voz, trémula de rabia, vibraban condensados todos los odios de la huerta.
  • Se la dejaba sola con una o dos filomenas durante largo rato, bien en la sala de estudio, bien en la huerta.
  • Este movimiento de la huerta hacia la barraca de su enemigo era una prueba de que Pimentó se hallaba grave.
  • Tres o cuatro Filomenas de las más hombrunas bajaron a la huerta con orden expresa de traer a la visionaria.
  • Estaba hablando su hermana Catalina, desde la ventana de su cuarto, con alguien que se encontraba en la huerta.
  • Allí estaban los tesoros de Copa, de los cuales hablaban con unción y respeto todos los borrachos de la huerta.
  • La otra tenía un jardín abandonado, con dos cipreses secos, y luego una huerta, que se continuaba con un prado.
  • Allá en la huerta rumores de agua y de árboles que mecía el viento, cánticos locos de pájaros dicharacheros.
  • Unas se insultaban, otras iban despellejando á los ausentes haciendo público todos los escándalos de la huerta.
  • Por un postigo salieron de la huerta y entraron en el bosque de corpulentas encinas y robles retorcidos y ásperos.
  • La vivificante sangre de la huerta iba lejos, para otros campos cuyos dueños no tenían la desgracia de ser odiados.
  • La veía muchas veces desde la huerta, en su gabinete, sentada, arrodillada, o de bruces al balcón mirando al cielo.
  • ¡Ea, ea, al monte! gritó en aquel momento Obdulia desde la huerta ¡al monte, al monte! a despedirse de los árboles.
  • Pero esta calma no le impedía ir pensando en lo aventurado que era recorrer la huerta á tales horas teniendo enemigos.
  • Ni en aquella noche, ni en la siguiente, se presentó Martín, pero cuatro días después Carlos lo sintió en la huerta.
  • Digo que ayer me retiré yo de la huerta cerca del obscurecer, que dejé allá dentro unas semillas envueltas en un papel.
  • Estaba frente á una alquería abandonada, y era cosa antigua y de mucho mérito, al decir de los más sabios de la huerta.
  • Y como si la ciudad acabase de sufrir una invasión, tropezábase en todas partes con gentes de la huerta y de los pueblos.
  • Estaba charlando con mi madre y mi hermana en esa pequeña galería de cristales que da a la huerta, cuando entró la Shele.
  • Le temblaban todos en la taberna de Copa, los domingos por la tarde, cuando jugaba al truco con los más guapos de la huerta.
  • Pimentó, acostumbrado á que le temblase toda la huerta, se mostraba cada vez más desconcertado por la serenidad de Batiste.