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Ejemplos de oraciones con la palabra julián

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra julián en el contexto de una oración.

Término julián: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "julián" aquí tienes una selección de 100 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra julián para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¿Julián?
  • Calló Julián.
  • Murmuró Julián.
  • Murmuró Julián.
  • Julián no entendía.
  • Julián no contestó.
  • Cójala usted, Julián.
  • No tengo nada, Julián.
  • Julián torció el gesto.
  • Es un entremés, Julián.
  • Julián cruzó las manos.
  • No sé respondió Julián.
  • Julián trabajaba por dos.
  • Julián contuvo un suspiro.
  • Julián apretó el gatillo.
  • Corrió Julián a obedecer.
  • Julián quiso objetar algo.
  • Julián apenas pasó bocado.
  • Quien se turbó fue Julián.
  • Otra vez hizo fuego Julián.
  • Era lo que presumía Julián.
  • Julián se tornó purpúreo.
  • Déjemelo usted, don Julián.
  • Exclamó Julián, estupefacto.
  • Preguntaba Julián al médico.
  • Tartamudeó Julián, aturdido.
  • La van a matar, Julián, esas.
  • Renegaba Julián de su sosera.
  • Gritó Julián angustiadísimo.
  • Ya Julián me lo contará todo.
  • Agradaba la plática a Julián.
  • Primitivo y Julián le seguían.
  • Julián los acompañaba en mula.
  • Julián era el único despierto.
  • Eh, Julián, mándele que entre.
  • Julián replicó todo compungido.
  • Creció la turbación de Julián.
  • Julián se arrojó entre los dos.
  • Julián, esto hay que remediarlo.
  • ¡Ah! No, no olvida nada Julián.
  • No me han dejado criarla, Julián.
  • Julián ha reconocido a Primitivo.
  • Julián calló un momento atónito.
  • Meditó Julián antes de responder.
  • ¿Y usted se llama Julián Álvarez?
  • Preguntó Julián soltando el libro.
  • De golpe lo comprendió todo Julián.
  • Don Julián, aquí no valen misterios.
  • Articuló Julián bastante disgustado.
  • Julián no se cansaba de mirarla así.
  • Mas a poco Julián reconoció su error.
  • Señor intervino Julián, yo iré a pie.
  • Si todos fuesen como usted, don Julián.
  • ¿Y qué es tirar al vuelo, don Julián?
  • Julián bendecía a Dios todos los días.
  • Volvió Julián a su cuarto agitadísimo.
  • A otro perro con ese hueso, padre Julián.
  • Primitivo decía a Julián para consolarle.
  • Julián entendió únicamente dos palabras.
  • Julián cerró la ventana estremeciéndose.
  • Poco a poco replicó acaloradamente Julián.
  • Francamente, don Julián, según ellas sean.
  • Julián, hay que vestir a este niño Jesús.
  • ¡Señorita! exclamó dolorosamente Julián.
  • ¡Por Dios y por la Virgen! imploró Julián.
  • Julián, comprendiendo, preguntó nuevamente.
  • No digo que no contestó Julián repuesto ya.
  • Sintió Julián un sofocón de pura alegría.
  • Como Julián arrugase el entrecejo, añadió.
  • Ni de guasa me lo anuncie usted, don Julián.
  • ¡Qué tiempos tan malos, Julián! Señorita.
  • Dígame usted, Julián, ¿he faltado en algo?
  • San Julián había descendido del altar mayor.
  • Los feligreses de Julián son pobres pastores.
  • Y aún notaba Julián más alarmantes indicios.
  • Dígale usted a mi marido que la eche, Julián.
  • Julián penetró en él con el alma en un puño.
  • ¡Ojalá! exclamó Julián sin poder reprimirse.
  • Esta lógica de la barbarie confundía a Julián.
  • Era semejante ocupación dulcísima para Julián.
  • Y volviéndose hacia Julián, dijo muy obsequioso.
  • La verdad es que no declaró Julián humildemente.
  • No me escandalizo contestó apaciblemente Julián.
  • Julián no podía dudar que estorbaba en los Pazos.
  • Julián hubiera dado algo bueno por poderse retirar.
  • Delante de la posada aguardaban Primitivo y Julián.
  • Sí, ¡buen niño Jesús está él! gruñó Julián.
  • ¡Si por rezar fuese! exclamó ingenuamente Julián.
  • Mas Julián no veía el alba, no veía cosa ninguna.
  • Un día notó Julián en Nucha algo más serio aún.
  • Pilla ahora mismo mi saco y la maleta de don Julián.
  • Explicaba Julián, para fundar en algo la expulsión.
  • Julián, ¿tiene usted ahí una pieza de dos cuartos?
  • Balbució Julián, casi afónico de puro enternecido.
  • Objetó Julián, que sería incapaz de bebérselo él.
  • Una ola de sangre encendió a Julián hasta el cogote.
  • Vaya, Julián, ¿qué quiere usted que haga a su edad?
  • Julián se apresuró a ponerse el levitín, murmurando.
  • Yo tengo miedo en esta casa, ya lo sabe usted, Julián.
  • Yo declaró tímidamente Julián poco entiendo de vinos.