Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "máquinas" aquí tienes una selección de 22 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra máquinas para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Volvía entonces a sus máquinas y colecciones.
- No tienen educación, son como máquinas, y se vuelven tan tontas.
- Su don Víctor, a pesar de las máquinas infernales, era el deber.
- Se quedó solo en su despacho meditando sobre las ruinas de sus inventos, máquinas y colecciones.
- Aquellos silbidos de las máquinas le parecían burlescos, silbidos de sátira, silbidos de látigo.
- Pero aquellas máquinas imperfectas desalojaban una cantidad de agua bastante menor que la que entraba.
- Ahora añadiré que bajo sus portales, casi en su mismo recinto, hay unas tiendas de máquinas de coser y de paraguas.
- Una confusión de telares que, inactivos y muertos, parecían siniestras guillotinas, complicadas máquinas de tormento.
- En el país de las máquinas de coser el hacer unos cuantos uniformes era un conflicto enorme, según se decía en Madrid.
- Vastísimos eran los planes de Glocester, llenos de vueltas y revueltas, emboscadas y laberintos, trampas y petardos y hasta máquinas infernales.
- Varias máquinas de las que estaban inventando o perfeccionando se le habían sublevado, erizándose de inesperadas dificultades de mecánica racional.
- Nada más interesante que esta sorda y tenaz lucha de las máquinas nuevas para vencer la obstinación del labriego y reemplazar a los viejos y lentos artefactos.
- Ahora continuó, apoyando sus palabras con pataditas nerviosas, ahora, todo muerto por culpa del maldito Lyón, de esos gabachos que con sus máquinas endiabladas nos han arruinado.
- Como nunca pude satisfacer mi curiosidad, viendo de cerca aquellas formidables máquinas, yo me las representaba de un modo fantástico y absurdo, suponiéndolas llenas de misterios.
- Si pensaría Quintanar que una mujer es de hierro y puede resistir, sin caer en la tentación, manías de un marido que inventa máquinas absurdas para magullar los brazos de su esposa.
- Sabe usted, yo quisiera que todo viviese, que todo comenzara a marchar, no dejar nada parado, empujar todo al movimiento, hombres, mujeres, negocios, máquinas, minas, nada quieto, nada inmóvil.
- Presentose en aquellos días al simpático joven la coyuntura de hacer su primer viaje a París, adonde iban Villalonga y Federico Ruiz comisionados por el Gobierno, el uno a comprar máquinas de agricultura, el otro a adquirir aparatos de astronomía.
- Durante tres días, la historia aquella del huevo crudo, la mujer seducida y la familia de insensatos que se amansaban con orgías, quedó completamente olvidada o perdida en un laberinto de máquinas ruidosas y ahumadas, o en el triquitraque de los telares.
- Se me representan los barcos, no como ciegas máquinas de guerra, obedientes al hombre, sino como verdaderos gigantes, seres vivos y monstruosos que luchaban por sí, poniendo en acción, como ágiles miembros, su velamen, y cual terribles armas, la poderosa artillería de sus costados.
- No parecían seres vivos aquellos seminaristas cubiertos de blanco y negro, pálidos unos, con cercos morados en los ojos, otros morenos, casi negros, de pelo en matorral, casi todos cejijuntos, preocupados con la idea fija del aburrimiento, máquinas de hacer religión, reclutas de una leva forzosa del hambre y de la holgazanería.
- Y yo pensaba que todos los esfuerzos por la generación de un pueblo próspero serán inútiles mientras estos campos no tengan agua, mientras estas tierras paniegas no sean abonadas, mientras no desaparezca el sistema de eriazos y barbechos, mientras las máquinas no realicen pronta y esmeradamente el trabajo de las industrias anexas.
- Creados por una época positivista, y adecuados a la ciencia náutico militar de estos tiempos, que mediante el vapor ha anulado las maniobras, fiando el éxito del combate al poder y empuje de los navíos, los barcos de hoy son simples máquinas de guerra, mientras los de aquel tiempo eran el guerrero mismo, armado de todas armas de ataque y defensa, pero confiando principalmente en su destreza y valor.