Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra materna

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra materna en el contexto de una oración.

Término materna: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "materna" aquí tienes una selección de 10 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra materna para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Maximiliano conocía muy poco a su tía materna.
  • Diciendo esto le cogía por un brazo y le sacudía con ira materna y correccional.
  • Declaró Fortunata, que no quería ser menos que su rival en aquello de la manía materna.
  • En un pueblo de la Alcarria tenían los hermanos Rubín una tía materna, viuda, sin hijos y rica.
  • Aurora se defendía con ingenio y tesón, como quien sabe que es mayor de edad y puede, cuando quiera, echar a rodar la autoridad materna.
  • En cuanto estaba diez minutos en la casa materna, ya no se la podía aguantar, porque se ponía desasosegaba y buscaba pretextos para marcharse diciendo.
  • ¡Con cuánto amor pasó la mano por aquellas finísimas carnes, de las cuales pensó que nunca habían conocido el calor de una mano materna, y que estaban tan heladas de noche como de día! Toca, toca dijo a la criada.
  • Todo lo que en ella existía de presunción materna, toda la ternura que los éxtasis de madre soñadora habían ido acumulando en su alma se hicieron fuerza activa para responder al miiiii subterráneo con otro miiii dicho a su manera.
  • ¡Y cómo se hacía el nene, cuando su mujer, con deliciosa gentileza materna, le cogía entre sus brazos y le apretaba contra sí para agasajarle, prestándole su propio calor! No tardó Juan en aletargarse con la virtud de estos melindres.
  • Y se le antojaba que el calor de su carne, enfebrecida a ratos por la fiebre de la maternidad virginal, de la virginidad maternal, daba a aquella leche industrial una virtud de vida materna y hasta que pasaba a ella, por misterioso modo, algo de los ensueños que habían florecido en aquella cama solitaria.