Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "millonario" aquí tienes una selección de 16 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra millonario para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Se ha hecho millonario en cinco o seis años que lleva de Provisor.
- Y don Francisco de Asís era un millonario que educaba muy bien a sus hijas.
- Bastaba un poco de dinero y la sabia dirección de Morte para despertar un día millonario.
- No sería millonario, no soñaría con palacios en el Ensanche y brillantes trenes de lujo.
- No se puede negar que viven como miserables, pero lo mismo hace el señor Capalleja y ese es millonario.
- Eran Visita, la del Banco, y Olvido Páez, la hija de Páez el Americano, el segundo millonario de la Colonia.
- Un zapatero que se hace millonario metiendo y sacando la lesna, se sube encima de cualquier señor, de los que lo somos de padres a hijos.
- ¿No era él un curial que se hacía millonario para pagar a su madre deudas sagradas y para saciar con la codicia la sed de ambiciones fallidas?
- Anda, anda, hazte millonario en la Bolsa, y si quedas en pordiosero, no vengas a buscarme, porque lo que hará tu tío es reírse al ver lo bruto que eres.
- Pero también lo era que el señor Cuadros, que antes medía telas en su tienda sin ambición alguna, tuviera ahora carruaje y todo el empaque pretencioso de un aspirante a millonario.
- El bolsista, saboreando su dicha, aseguraba mentalmente que Dios es muy bueno, y no sabía ya qué desear, pues la seguridad de que en breve sería millonario teníala por indiscutible.
- Había millonario que le había dicho que él no podía exponer dinero sin base, que después de hechas las pruebas con éxito, no tendría inconveniente en dar dinero al cincuenta por ciento.
- Sus antiguos criados en carruaje, ensuciándola con el polvo de las ruedas, y ella, la hija de un millonario, la viuda del doctor Pajares, a pie y humillada por unas gentes a las que siempre había tratado con cierto desprecio.
- Nelet, con la gravedad de un maître d hôtel, muy circunspecto desde que veía en la mesa al tío millonario, sacó de la cocina el plato del día, la obra maestra de Visanteta, un pescado a la bayonesa que arrancó a todos un grito de admiración.
- Las primeras ganancias, adquiridas con dulce facilidad, le habían cegado y sólo pensaba en ser millonario, en esclavizar la fortuna, riéndose ahora de aquellos tiempos en que soñaba con Tónica la existencia monótona y tranquila de rutinarios burgueses, amasando ochavo tras ochavo un capital para pasar tranquilamente la vejez.
- A esto hubiera objetado don Pompeyo, si no despreciara tales hablillas, abroquelado en el santuario de su conciencia, hubiera contestado que don Leandro Lobezno, el obispo de levita, el Preste Juan de Vetusta, el seráfico presidente de la Juventud Católica, era millonario gracias a los bienes nacionales que había comprado cierto tío a quien heredara el don Leandro.