Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra oficinas

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra oficinas en el contexto de una oración.

Término oficinas: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "oficinas" aquí tienes una selección de 12 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra oficinas para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • De manera que entrará usted en las oficinas.
  • En las oficinas de Hacienda pública no daban razón.
  • De las redacciones pasaba a las oficinas, y de las oficinas a las redacciones.
  • Después entró en las oficinas De Pas y allí tuvieron motivo para acordarse mucho tiempo de la visita.
  • Quisiera servir a don Carlos, pero, ya ve usted, no estoy para andar por el monte y desearía entrar en las oficinas.
  • Las damas salieron a la calle, y el Provisor entró, dejando atrás pasillos, galerías y salones, en las oficinas del gobierno eclesiástico.
  • Señores, yo les juro que he examinado una por una todas las cifras, y créanmelo, parece mentira que ese buñuelo haya salido de las oficinas de Hacienda.
  • Las oficinas han sido el tronco en que se han injertado las ramas históricas, y de ellas han salido amigos el noble tronado y el plebeyo ensoberbecido por un título universitario.
  • Del convento ampuloso y plateresco de las Clarisas había hecho el Estado un edificio para toda clase de oficinas, y en cuanto a San Benito era lóbrega prisión de mal seguros delincuentes.
  • Y hasta el amo del establecimiento fue a dar un apretón de manos a su parroquiano, diciéndole si podía colocar en las oficinas de la provincia a un sobrinito suyo que tenía muy buena letra.
  • Lo cierto era que desde el anochecer, toda una procesión de clientes, anonadados unos y amenazantes otros, entraban en las oficinas del banquero, no encontrando otra cosa que las mesas abandonadas y algunos empleados quejumbrosos y todavía no convencidos de la ruina de su principal.
  • Nada, nada, señores, ya lo oyen ustedes dijo el Provisor en voz alta, para que se enterasen todos los presentes y no le aburrieran más en las oficinas del gobierno civil dicen que se resolverán los expedientes uno a uno, porque no hay criterio general aplicable, es decir, que no se resolverán nunca los expedientes dichosos.