Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "oficios" aquí tienes una selección de 13 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra oficios para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Tal vez no parasen en esto los buenos oficios de la galería dichosa.
- Mucho hablar de la República y de los cantones, y el hombre no sirve ni para los oficios más toscos.
- Iba con gran desenfado mirando a las ventanas y haciendo cortesías a los que dejaban sus oficios por mirarle.
- El tal Manolo, hombre de muchos oficios y de ninguno, no trabajaba más que rara vez, y vivía a costa de la suegra.
- El gaitero, prodigando todos sus recursos artísticos, acompañaba con el punteiro desmangado de la gaita y haciendo oficios de clarinete.
- Pero el cuarto del crimen era el lugar donde se reunían todos los oficios, todas las edades, todas las ideas, todos los gustos, todos los temperamentos.
- A las once y media, terminados los oficios divinos, cuando ya no salía de la Basílica mas que alguna devota retrasada, comenzó á funcionar el tribunal.
- Tenía cuentas complicadas con todo el mundo, administraba las diligencias, chalaneaba, gitaneaba, y los días de fiesta añadía a sus oficios el de cocinero.
- Entonces se entró en la iglesia mayor, y yo tras él, y muy devotamente le vi oír misa y los otros oficios divinos, hasta que todo fue acabado y la gente ida.
- ¿Qué autoridad iba a tener en adelante aquel ateísmo que se emborrachaba para celebrar las fiestas del cristianismo, y que asistía a los santos oficios a blasfemar y hacer eses por las respetables naves de la basílica?
- Este pueblo es el mismo que asiste silencioso, grave, estirado a los paseos de solemnidad, y compungido, cabizbajo, lleno de unción (de El Lábaro ), a los sermones, a las novenas, a los oficios de Semana Santa y hasta al miserere.
- Yo, si va a decir verdad, aunque los compañeros me querían guiar a otras compañías, como no aspiraba a semejantes oficios y el andar en ellos era por necesidad, ya que me veía con dineros y bien puesto, no traté de más que de holgarme.
- Las hachas de los acólitos dejaron a Anita ver a una claridad temblona y amarillenta la figura arrogante del Magistral al mismo tiempo que la esbelta y graciosa de don Álvaro, que con los ojos medio cerrados, semi dormido, con la cabeza inclinada, y cogido a la verja que separaba las capillas, parecía atender a los oficios divinos con el recogimiento propio de un sincero cristiano.