Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "ofreció" aquí tienes una selección de 35 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra ofreció para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Me ofreció colocación en la fonda.
- Ofreció uno a don Víctor, diciendo.
- Cada cual ofreció traer a quien pudiera.
- Se ofreció mucho, como su madre, y salió.
- Doña Anuncia ofreció la casa a don Víctor.
- Lo de saltar la tapia ofreció algunas dificultades.
- El señor López ofreció su faetón a las magistradas.
- Mesía ofreció asistir a pesar de sus muchas ocupaciones.
- La madre le ofreció su delantal de hule, que él rehusó.
- Cierto que me ofreció lo que yo quisiera para establecerme.
- Viéndome tan mal, me ofreció el oro y el moro, y que iba a hacer y a acontecer.
- Ripamilán desde luego aceptó la cama que le ofreció la Marquesa para él solo.
- Ofreció a Maximiliano, y doña Lupe respondió bruscamente por él diciendo con desdén.
- Don Álvaro ofreció el brazo a la Regenta que buscó valor para negarse y no lo encontró.
- De repente el muy pillo la miró, y sacándose el caramelo de la boca, se lo ofreció para que chupase ella.
- El don Diego se me ofreció y me pidió perdón del agravio que me había hecho en tenerme por el hijo del barbero.
- El insufrible tacaño, el voraz usurero, al conocer su desgracia le ofreció ayuda con una bondad paternal y conmovedora.
- Pero la misma retención en la casa ofreció coyuntura a la joven para dar un paso que siempre le había inspirado inquietud.
- Don Diego se le ofreció mucho, y preguntándole su nombre, salió el ventero y puso los manteles, y oliendo la estafa, dijo.
- Diez días estuvo en esta villa, donde ninguna dificultad de importancia le ofreció la toma de posesión del caudal heredado.
- ¡Qué golosa era! Ofreció una a Fortunata, que la tomó, y doña Casta se dispuso a obsequiar a sus amigos con vasos de agua.
- Izquierdo les ofreció las dos sillas que en la estancia había, y él se sentó sobre un baúl, poniendo al Pituso sobre sus rodillas.
- Maximiliano tuvo tal acceso de coraje, que hasta se ofreció a su mente con caracteres odiosos la imagen de doña Lupe, de su segunda madre.
- Le dijo la hora y ofreció otra vez el café, todo sonriendo con cierta coquetería, contenida por la expresión de piedad que allí era la librea.
- Hízola entrar en su casa, y le ofreció una silla de las que llaman de Viena, mueble que en aquellos tugurios pareciole a Jacinta el colmo de la opulencia.
- El Magistral se hizo rogar, y ofreció anticipar el dinero después de humillar cien veces al buen pastor que tomaba al pie de la letra las metáforas religiosas.
- Y sin embargo, al ver a la insigne dama aristocrática humillarse de aquel modo, avergonzose de no tener valor para imitarla, y sacando fuerzas de flaqueza, ofreció su ayuda.
- Daba además a su hijo dos mil duros cada semestre para sus gastos particulares, y en diferentes ocasiones le ofreció un pequeño capital para que emprendiera negocios por sí.
- Con toda la diplomacia que pudo emplear un hombre que se creía principalmente político y era seductor de oficio, ofreció a la doncella la nueva posición, que sería divertidísima, y lucrativa como pocas.
- Eso me dijo era que se me ofreció una treta por el cuarto círculo con el compás mayor, continuando la espada para matar sin confesión al contrario, porque no diga quién lo hizo y estaba poniéndolo en términos de matemática.
- La bufonada provocó grandes risotadas, y Pimentó, para asombrar más á sus admiradores, ofreció el manjar infernal al Terreròla que aún se sostenía firme, mientras él, por su parte, lo iba devorando con la misma indiferencia que si fuese pan.
- Lo era hasta en el modo de ayudar a Nucha a bajarse de la borrica, en la naturalidad galante con que le ofreció no el brazo, sino, a la antigua usanza, dos dedos de la mano izquierda para que en ellos apoyase la palma de su diestra la señora de Ulloa.
- Mataré, gozaré después de aquel amor inefable, infinito, que no he catado nunca y que ella me ofreció en cambio del sacrificio que le hice de mi razón, y luego nos consagraremos ella y yo a hacer penitencia y a pedir a Dios perdón de nuestra culpa.
- Y por fin el Magistral ofreció a la moza asegurar su suerte, colmar su ambición, y ella poner ante los ojos de Quintanar su vergüenza de modo tan evidente, tan palpable que aquel señor, si corría sangre de hombre por su cuerpo, tuviese que castigar a los traidores como tenían bien merecido.
- En esos mismos Juegos florales se ofreció una pluma de oro a la mejor Memoria histórico filosófica acerca de la expulsión de los moriscos y sus consecuencias en el reino de Valencia, a cuyo premio también opté, presentando una Memoria con el lema El tiempo es la mejor prueba de la justicia.