Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra papeles

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra papeles en el contexto de una oración.

Término papeles: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "papeles" aquí tienes una selección de 92 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra papeles para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Cambiamos de papeles.
  • Venía por unos papeles.
  • Todos estos papeles fueron rotos.
  • ¿Se les ponía grillete a los papeles?
  • Señorita, abra usted y no haga más papeles.
  • Cayeron sobre la mesa una porción de papeles.
  • Pero no había allí ningún cuarto con papeles.
  • No, no saque usted papeles, que tampoco prueban nada.
  • Pero no hace papeles, no tiene talento para hacerlos.
  • Aquí hay algunos papeles que hay que entregar al rey.
  • Papeles escritos en que reconocí mis garabatos de niña.
  • Me consta que trataban de sacar los papeles para casarse.
  • Le dio el olor, al verle entrar con un bulto entre papeles.
  • Y tiene que venir pronto quien sea, porque los papeles no ganan así.
  • Llevaba aquellos papeles inútiles y el hijo que había de ser clérigo.
  • En Agosto ocurrió algo que no estaba en los papeles, y fue del modo siguiente.
  • Los dueños de las tierras pidieron protección hasta en los papeles públicos.
  • La consola, colocada junto a la mesa, sirve para tener a mano libros y papeles.
  • En el barco en donde yo estoy no te van a tomar con mis papeles y con mi nombre.
  • Trujéronla, y el huésped el envoltorio al soldado, y olvidáronsele los papeles.
  • Hasta don Eugenio, el abad de Naya, me dijo que el muchacho había pedido sus papeles.
  • En barcos como aquél no había que fiarse de los nombres ni pedir los papeles a nadie.
  • ¡Papeles de importancia tratados de este modo! Hasta es muy fácil que alguno se pierda.
  • Yo no estoy obligado a saber que en lengua soldada se llaman así los papeles de las hazañas.
  • Diéronme que estudiar tres o cuatro loas y papeles de barba, que los acomodaba bien con mi voz.
  • Leo, paseo un poco, vuelvo a leer, torno a escribir las cosas horribles sobre los pequeños papeles.
  • Era un objeto envuelto en papeles, que descubrió lentamente, cuando ella se inclinaba risueña para verlo.
  • Hasta en eso era mezquino, porque hacía las puntas de los lápices cortas y cortaba los papeles pequeños.
  • En todo rigor de lógica no puede ser doña Casta, porque la señora de Samaniego no gusta de tales papeles.
  • , y después de registrar todo y de coger los papeles, trincaron a mi sobrino, y en el Saladero me le tienes.
  • Éste, sentado a una mesa donde tenía planos y papeles, fumaba un cigarro puro y discutía con varias personas.
  • Allí guardaba con llave sus ahorros, ciertas sisas de mayor cuantía, y algunos papeles que podían comprometerla.
  • La pena sentenciada inmediatamente, y nada de papeles, pues éstos sólo sirven para enredar á los hombres honrados.
  • Aquel cuarto aireado, claro, donde entraba el sol, en donde tenía sus libros, sus papeles, le daba ganas de trabajar.
  • Don Baldomero, acentuando más su sonrisa paternal, abrió una gaveta de su mesa y sacó un objeto envuelto en papeles.
  • ¿Ve usted cómo rompen los jinetes del Circo de Price los papeles que les ponen delante cuando saltan sobre los caballos?
  • A las dos de la tarde entraban en Las Tres Rosas unos cuantos señores con papeles bajo el brazo, seguidos por un alguacil.
  • Y por cierto que, a pretexto de no sé qué enredo o dificultad en los tales papeles dichosos, no se hizo la cosa todavía.
  • Y después que he leído un largo rato, cojo unos papeles blancos y voy escribiendo en ellos cosas verdaderamente tremendas.
  • Comenzó a sacar cañones de hoja de lata y a enseñarme papeles, que debían de ser de otro a quien había tomado el nombre.
  • Había puesto Julián manos a la obra con sumo celo, creyendo no le sería imposible orientarse en semejante caos de papeles.
  • Papeles nuevos, alcoba estucada, calle tranquila, poca vecindad, dos cuartos en cada piso, y sólo había principal y segundo.
  • Llevaba toda la pretina llena de papeles como memoriales, y desabotonados seis botones de la ropilla, y asomados unos papeles.
  • El conserje, medio dormido, doblaba los papeles, daba media vuelta a la llave del gas, y dejaba casi en tinieblas la estancia.
  • La dejé sin abrir, cogí los papeles que la envolvían, y miré a ver si en ellos había alguna indicación de su procedencia.
  • Lea estos papeles me dijo, por vida del licenciado, que no ha salido en campaña, ¡voto a Cristo!, hombre, ¡vive Dios!, tan señalado.
  • Y la otra inspecciona las cestas, remueve los papeles en que van liadas las hórridas figuras, torna a colocar sobre los bancos los encargos.
  • Jacinta sacó un paquetito de caramelos, y él, con ese instinto de los golosos, se abalanzó a ver lo que la señora sacaba de aquellos papeles.
  • Una vez un enfermero le dió a Andrés un cuadernito encontrado entre papeles viejos que habían sacado del pabellón de las hijas de la Caridad.
  • Yo, movido por el interés de averiguar el paradero de mi tío Juan, registré los armarios de la abuela y leí todas las cartas y papeles viejos.
  • Estos y otros lectores asiduos se pasan los periódicos de mano en mano, en silencio, devorando noticias que leen repetidas en ocho o diez papeles.
  • Pidió luz para el despacho, se sentó a su mesa, y separando libros y papeles, dejó encima del pupitre un envoltorio que tenía debajo del brazo.
  • Imitaba a quien Perales la había mandado imitar, pero en algunas ocasiones se atrevía a ser original y hacía excelentes papeles de virgen amante.
  • Encargó a su hija que trajese un vaso de vino para Tellagorri, entró él en su despacho y volvió poco después con unos papeles viejos en la mano.
  • Contestó Maxi que no, que la cabeza no le dolía nada, y que lo que le aterraba era sentir el cráneo vacío, desalquilado, como una casa con papeles.
  • Pues a él se le antojó ser perdido, como otros son masones o caballeros cruzados, por el prurito de desempeñar papeles y de tener una significación.
  • Para que me dejara en paz le dije al fin que sí, que nos íbamos a casar, que ya estábamos sacando los papeles y que pronto se echarían las proclamas.
  • Pero con las amigas tenía que representar otros papeles, pues era vanidosa fuera de casa, y no gustaba nunca de aparecer en situación desairada o ridícula.
  • Doña Lupe, que gustaba tanto de hacer papeles y de poner en todos los actos la corrección social, no quería que los novios se quedasen solos ni un momento.
  • Pero ya que se me olvidaron los papeles en el caso este de hacer el pollo a los sesenta y nueve años, voy a recogerlos para prevenir las malas consecuencias.
  • Íbamos barajados hombres y mujeres, y una entre ellas, la bailarina, que también hacía las reinas y papeles graves en la comedia, me pareció extremada sabandija.
  • Yo me acosté con harta tristeza, y el soldado llamó al huésped y le encomendó sus papeles en las cajas de lata que los traía, y un envoltorio de camisas jubiladas.
  • Pedro notó que guardaba en una faltriquera terrones de azúcar y papeles de azafrán puro, que se consumía en la cocina del Marqués, con gran envidia de la urraca ladrona.
  • ¡Que siempre se enamoraran de ella tipos así! Obligada a disimular y a hacer ciertos papeles, aunque en verdad no los hacía muy bien, siguió la conversación en aquel terreno.
  • Cuando alzaba un montón de papeles depositado desde tiempo inmemorial en el suelo, caía a veces la mitad de los documentos hecha añicos por el diente menudo e incansable del ratón.
  • En tanto Rossini llenaba la casa de abanicos y panderetas, y Moreno escogía y pagaba, entreteniéndose luego en envolverlos en papeles y en ponerles rótulos con el nombre del destinatario.
  • Trajeron luego las ramas de pino, y para colocarlas fue preciso improvisar búcaros con barrilitos de aceitunas y de escabeche, que Juan Antonio cubrió y decoró con pedazos de papeles pintados.
  • Por el suelo, en las dos sillas de baqueta, encima de la mesa, en el alféizar mismo de la enrejada ventana, había más papeles, más legajos, amarillentos, vetustos, carcomidos, arrugados y rotos.
  • Así sería a su edad pensaba la tía y hasta buscó y llegó a encontrar entre los papeles de su cuñado retratos de cuando éste era un chicuelo y los miraba y remiraba para descubrir en ellos al hijo.
  • Este comedor tiene las paredes cubiertas con papeles que representan un bosque, una catarata cruzada por un puentecillo rústico, una playa de doradas arenas, en las que aparece encallada una barquichuela.
  • Llegó a su despacho el señor vicario general, y sin saludar a los que allí le esperaban, se sentó en un sillón de terciopelo carmesí detrás de una mesa de ministro cargada de papeles atados con balduque.
  • Hay una pequeña alacena que hace veces de archivo, con papeles antiguos, con títulos de las Universidades de Orihuela y Gandía, con cartas de desposorio, con ejecutorias de hidalguía, con nombramientos de inquisidores.
  • A poco de acostarse, observó que su marido, sentado frente a la mesa donde estaba la luz, sacaba del bolsillo un paquete, después otro, objetos envueltos en papeles, y los ponía frente a sí, como un hombre que se prepara a trabajar.
  • Y al llegar aquí era cuando furioso contra sí mismo, rasgaba aquellos papeles el Magistral, airado porque no sabía escribir de modo que insultara, que matara, que despedazara, sin insultar, sin matar, sin despedazar con las palabras.
  • Andrés pidió a Margarita le cediera un armario y lo llenó de libros y papeles, colgó en las paredes los huesos del esqueleto que le dió su tío el doctor Iturrioz, y dejó el cuarto con cierto aire de antro de mago o de nigromántico.
  • Pero ¡Dios mío! ¡él no quería quebraderos de cabeza! Ya, cuando lo de la jubilación, fundada en una enfermedad que no tenía, le había costado gran trabajo arreglar sus papeles y pedir recomendaciones, y la jubilación era cosa temporal.
  • Sobre esta mesa yacen libros grandes y libros pequeños, un cuaderno de dibujos de Gavarni, cartapacios repletos de papeles, números de La Revue Blanche y de la Revue Philosophique, fascículos de un censo electoral, mapas locales y mapas generales.
  • Aquí fue ella, que se levantó el soldado con la espada tras el huésped, en camisa, jurando que le había de matar porque hacía burla de él, que se había hallado en la Naval San Quintín y otras, trayendo servicios en lugar de papeles que le había dado.
  • Iba en cuerpo y en alma, el cuello en el sombrero, los calzones vueltos, la camisa en la espada, la espada al hombro, los zapatos en la faldriquera, alpargatas, y medias de lienzo, sus frascos en la pretina y un poco de órgano en cajas de hoja de lata para papeles.
  • De tanto asqueroso bicho tal vez el que más repugnaba a Julián era una especie de lombriz o gusano de humedad, frío y negro, que se encontraba siempre inmóvil y hecho una rosca debajo de los papeles, y al tocarlo producía la sensación de un trozo de hielo blando y pegajoso.
  • Luego leyeron ciertos papeles en que había apuntados los nombres de muchos barcos ingleses con la cifra de sus cañones y tripulantes, y durante su calurosa conferencia, en que alternaba la lectura con los más enérgicos comentarios, noté que ideaban el plan de un combate naval.
  • El dependiente principal, que le conocía bien, un jerezano muy chistoso, decía del señor Cepeda que se pasaba el tiempo cortando papeles para llevarlos al retrete, o haciendo punta a los lápices lo más despacio posible para obtener el gusto de aparecer ante su familia como atareado.
  • Siempre que el arcipreste venía a Cebre, pasaba un ratito en el estanco y cartería, donde se charlaba de política por los codos, se leían papeles de Madrid, y se enmendaba la plana a todos los gobernantes y estadistas habidos y por haber, oyéndose a menudo frases del corte siguiente.
  • En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles.
  • En Enero del 76, había conseguido domarle hasta el punto de que le llevaba consigo a la oficina, teníale allí ocupado en ordenar papeles o en tomar algún apunte, y por las noches solía llevarle a la tertulia del café, donde estaba el pobre chico como en misa, oyendo atentamente lo que se decía, y sin desplegar sus labios.
  • Cuando se trocaban los papeles, cuando ella era la perseguidora y a mí me correspondía el ser cogido, se duplicaban las inocentes y puras delicias de aquel juego sublime, y el paraje más obscuro y feo, donde yo, encogido y palpitante, esperaba la impresión de sus brazos ansiosos de estrecharme, era para mí un verdadero paraíso.
  • Unos se hacen vecinos y se dedican a coristas endémicos para todas las óperas y zarzuelas que haya que cantar, y otros consiguen un beneficio en que ellos pasan a primeros papeles y, ayudados por varios jóvenes aficionados de la población representan alguna obra de empeño, ganan diez o doce duros y se van a otra provincia a tronar otra vez.
  • En la penumbra de aquel lugar casi subterráneo, en el hacinamiento de vejestorios retirados por inservibles y entregados a las ratas, la pata de una mesa parecía un brazo momificado, la esfera de un reloj era la faz blanquecina de un muerto, y unas botas de montar carcomidas, asomando por entre papeles y trapos, despertaban en la fantasía la idea de un hombre asesinado y oculto allí.
  • Ha columbrado, confusamente, entre sus recuerdos de niño, como una visión única, una sala ancha, un poco oscura, empapelada de papeles grises a grandes flores rojas, con una sillería de reps verde, con una consola sobre la que hay dos hermosos ramos bajo fanales, y entre los dos ramos, también bajo otro fanal, una muñeca que figura una dama a la moda de 1850, con la larga cadena de oro y el relojito en la cadera.
  • Y al mismo tiempo los negros pajarracos escribían papeles y más papeles en la barraca de Barret, revolviendo impasibles los muebles y las ropas, inventariando hasta el corral y el establo, mientras la esposa y las hijas gemían desesperadamente y la multitud agolpada á la puerta seguía con terror todos los detalles del embargo, intentando consolar á las pobres mujeres, prorrumpiendo á la sordina en maldiciones contra el judío don Salvador y aquellos tíos que se prestaban á obedecer á semejante perro.
  • Porque yo apretaba en lo del casamiento, por papeles, bravamente, y él, acosado de ellas, que tenían deseo de acabarlo, andando en mi busca, topó con el licenciado Flechilla, que fue el que me convidó a comer cuando yo estaba con los caballeros, y este, enojado de cómo yo no le había vuelto a ver, hablando con don Diego, y sabiendo cómo yo había sido su criado, le dijo de la suerte que me encontró cuando me llevó a comer y que no había dos días que me había topado a caballo muy bien puesto, y le había contado cómo me casaba riquísimamente.
  • Pero advirtiendo con ojos de piedad a que hay tres géneros de gentes en la república tan sumamente miserables que no pueden vivir sin los tales poetas, como son farsantes, ciegos y sacristanes, mandamos que pueda haber algunos oficiales públicos de esta arte, con tal que puedan tener carta de examen de los caciques de los poetas que fueren en aquellas partes, limitando a los poetas de farsantes que no acaben los entremeses con palos ni diablos, ni las comedias en casamientos, ni hagan las trazas con papeles o cintas, y a los de ciegos, que no sucedan en Tetuán los casos, desterrándoles estos vocablos.