Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra partir

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra partir en el contexto de una oración.

Término partir: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "partir" aquí tienes una selección de 22 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra partir para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • El tren va a partir.
  • Sin duda se disponía a partir.
  • Lasciami, lasciami oh lasciami partir.
  • ¡Pero Torrijos también es fueno ! Va a partir el tren.
  • Que de su interior iban á partir gritos de personas asesinadas.
  • El deseo de partir el dolor le apretaba la garganta con angustias de muerte.
  • Y a partir de entonces no faltó Gertrudis un solo día de casa de su hermana.
  • Sonaron las tres en el reloj de la catedral de Bayona, y el patrón dio la orden de partir.
  • Yo le prometí de hacerlo, tornóse a partir de mí, y yo empecé a reírme del secreto tan gracioso.
  • Y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y ambos llorando, me dio su bendición y dijo.
  • él no debía partir el producto satisfaciendo arrendamiento alguno, pues tenía franquicia por dos años.
  • Al menos habría muerto creyendo en su madre, y al partir le hubiera consolado un gesto, una lágrima de aquella mujer.
  • Una herramienta de fino temple y corte sutilísimo, que, según afirmaba Barret, podía partir en el aire un papel de fumar.
  • Era su lema que debemos partir siempre de la realidad de las cosas, y sacrificar lo mejor a lo bueno, y lo bueno a lo posible.
  • Ver partir a doña Jacinta era quedarse Adoración sin alma, y Severiana tenía que ponerse seria para hacerla entrar en razón.
  • Aparisi y Casa Muñoz se fueron al Bolsín a saber noticias, no sin que antes de partir dieran una nueva muestra de su rivalidad.
  • Antes de partir, el doctor habló con Guillermina en la sala, diciéndole que aquello no podía menos de acabar mal, y que a todo tirar, tiraría dos días.
  • Después, al partir, él fue con gran reverencia, como es razón, a tomar la santa cruz, diciendo que la había de hacer engastonar en oro, como era razón.
  • Md., que le quiero servir de maestresala, que solía, Dios le tenga en el cielo (y nombramos un señor muerto, duque o conde), gustar más de verme partir que de comer.
  • El capitán mandó que desde la ballenera y el bote fuéramos cortando aquel estero por la mitad, y después de una larga faena lo pudimos partir en dos pedazos y pasar por en medio.
  • ¡Qué estupidez, pensaba en estos momentos tristes, el considerar a la mujer como una criatura ideal! ¡Qué error mirar la riqueza y el fausto como felicidad! Se acercaba el momento de que la Bella Vizcaína tenía que partir.
  • Almorzamos un bocado, y el viejo tomó sus alforjas y, porque no viésemos lo que sacaba y no partir con nadie, desatólas a oscuras debajo del gabán, y agarrando un yesón echósele en la boca y fuele a hincar una muela y medio diente que tenía, y por poco los perdiera.