Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra perseguir

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra perseguir en el contexto de una oración.

Término perseguir: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "perseguir" aquí tienes una selección de 15 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra perseguir para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • ¿Para qué perseguir el ideal del amor?
  • Se la puede arrancar, perseguir con el arado y la azada.
  • Era preciso descubrir, perseguir y aniquilar al corsario a todo trance.
  • Perseguir a las lagartijas y salamandras, subir al peral, regar las plantas.
  • El practicante y una enfermera comenzaron a perseguir al animal por toda la sala.
  • Para perseguir un bando de peguetas que volaba de prado en prado, siempre alerta, se separaron.
  • Cuando estaba sereno, juraba que no había cosa peor que perseguir a la servidumbre femenina en la propia casa.
  • No os canséis en perseguir a esos seres inocentes, que yo he rogado al Señor por ellos y el Señor les conservará la vida.
  • Sobre todo ahora, que tenía más que hacer, algo mejor y más dulce que odiar y perseguir a miserables, dignos de desprecio y de lástima.
  • A ruegos de los gacetilleros, singularmente el del Lábaro, se perseguía cruelmente la prostitución, pero el juego no se podía perseguir.
  • Sin saber lo que hacía, y sin poder contenerse, corrió a un armario, sacó de él su traje de cazador, que solía usar algunos años allá en Matalerejo, para perseguir alimañas por los vericuetos.
  • Es decir, que debe haber mucha libertad y mucho palo, que la libertad hace muy buenas migas con la religión, y que conviene perseguir y escarmentar a todos los que van a la política a hacer chanchullos.
  • Esta sociedad que, desde luego, no se llamará de la templanza, se propone perseguir a los fariseos, arrancar las caretas de los hipócritas y arrancar del cuerpo social de Vetusta las sanguijuelas místicas que chupan su sangre.
  • Frígilis opinaba que todo aquello estaba bien en las comedias, pero que en el mundo un marido no está para divertir al público con emociones fuertes, y lo que debe hacer en tan apurada situación es perseguir al seductor ante los tribunales y procurar que su mujer vaya a un convento.
  • El estudiante madrileño, sobre todo el venido de provincias, llegaba a la corte con un espíritu donjuanesco, con la idea de divertirse, jugar, perseguir a las mujeres, pensando, como decía el profesor de Química con su solemnidad habitual, quemarse pronto en un ambiente demasiado oxigenado.