Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra poetas

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra poetas en el contexto de una oración.

Término poetas: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "poetas" aquí tienes una selección de 31 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra poetas para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Los poetas se vengan de otro modo.
  • ¿Por qué le habrán cantado tanto a la luna los poetas?
  • Él la adoraba con la inmensa pasión de los grandes poetas.
  • Yo siempre he tenido a los poetas por unos grandes embusteros.
  • Ni los poetas sirven para ministros, ni los místicos para Obispos.
  • Amparito escuchaba sonriente, complacida por esta letanía de poetas.
  • Los cómicos matan en seguida, los poetas también, porque no matan de veras.
  • Y más, que tenía yo conocimiento con algunos poetas y había leído a Garcilaso.
  • Vicente Espinel era un modernista, hizo lo que hoy están haciendo los poetas jóvenes.
  • Tal vez el mundo entero no fuese tan insoportable como decían los filósofos y los poetas tristes.
  • ¡Hablara yo para mañana! Por Dios, que entendí que hablaba conmigo, y es sólo contra los poetas hebenes.
  • Las decantadas labores rurales, motivo de inspiración para los poetas, le parecían estúpidas y bestiales.
  • Atendiendo a que este género de sabandijas que llaman poetas son nuestros prójimos, y cristianos aunque malos.
  • Hoy se reprocha a los jóvenes poetas americanos de lengua castellana que vayan a buscar a Francia su inspiración.
  • Y hoy los mismos viejos que denigran a los poetas innovadores encuentran muy lógico y natural componer una décima.
  • Premática del desengaño contra los poetas güeros, chirles y hebenes Diole al sacristán la mayor risa del mundo, y dijo.
  • ¡Absurdo! ¡absurdo! gritaba don Víctor jamás se hizo cosa por el estilo en los gloriosos siglos de estos insignes poetas.
  • Con las murrias de estos últimos tiempos, el pobre chico no caía en la cuenta de que se iba pareciendo a los poetas melenudos.
  • Y he aquí la misma Elda, que los iberos, grandes poetas, llamaron Idaella, de Daellos, que en nuestra lengua es casa de regalo.
  • La mujer era el sujeto poético, como él decía, pues se preciaba de hablar como los poetas de mejores siglos y al asunto solía llamarlo sujeto.
  • Enfrente don Víctor, un poco alegre, fingía enamorar a Visitación y recitaba versos de sus poetas adorados y repetía hasta parecer un martillo.
  • Esto era cosa de novelistas y poetas, y la hipocresía del pecado había recurrido a esa palabra santificante para disfrazar muchas de las mil formas de la lujuria.
  • Candoroso e impresionable, Don José era como los niños o los poetas de verdad, y las sensaciones eran siempre en él vivísimas, las imágenes de un relieve extraordinario.
  • Y finalmente, mandamos a todos los poetas en común que se descarten de Júpiter, Venus, Apolo y otros dioses, so pena de que los tendrán por abogados a la hora de su muerte.
  • Representamos una comedia de un representante nuestro (que yo me admiré de que fuesen poetas, porque pensaba que el serlo era de hombres muy doctos y sabios, y no de gente tan sumamente lega).
  • Y por cuanto el siglo está pobre y necesitado, mandamos quemar las coplas de los poetas, como franjas viejas, para sacar el oro, plata y perlas, pues en los más versos hacen sus damas de todos metales, como estatuas de Nabuco.
  • ¡Patraña y propaganda indecente que hace Satanás por mediación de los poetas, novelistas y otros holgazanes! Diranle a usted que el amor y la hermosura física son hermanos, y le hablarán a usted de Grecia y del naturalismo pagano.
  • Viendo que todo el año adoran cejas, dientes, listones y zapatillas, haciendo otros pecados más enormes, mandamos que la Semana Santa recojan a todos los poetas públicos y cantoneros, como a malas mujeres, y que los prediquen sacando Cristos para convertirlos.
  • Ítem, advirtiendo los grandes bochornos que hay en las caniculares y nunca anochecidas coplas de los poetas de sol, como pasas, a fuerza de los soles y estrellas que gastan en hacerlas, les ponemos perpetuo silencio en las cosas del cielo, señalando meses vedados a las musas, como a la caza y pesca, porque no se agoten con la prisa que las dan.
  • Todo era allí nobleza, o sea naranjos, los árboles de hoja perenne y brillante, de flores olorosísimas y de frutas de oro, árbol ilustre que ha sido una de las más socorridas muletillas de los poetas, y que en la región valenciana está por los suelos, quiero decir, que hay tantos, que hasta los poetas los miran ya como si fueran cardos borriqueros.
  • Pero advirtiendo con ojos de piedad a que hay tres géneros de gentes en la república tan sumamente miserables que no pueden vivir sin los tales poetas, como son farsantes, ciegos y sacristanes, mandamos que pueda haber algunos oficiales públicos de esta arte, con tal que puedan tener carta de examen de los caciques de los poetas que fueren en aquellas partes, limitando a los poetas de farsantes que no acaben los entremeses con palos ni diablos, ni las comedias en casamientos, ni hagan las trazas con papeles o cintas, y a los de ciegos, que no sucedan en Tetuán los casos, desterrándoles estos vocablos.