Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra pregunta

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra pregunta en el contexto de una oración.

Término pregunta: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "pregunta" aquí tienes una selección de 88 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra pregunta para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Pregunta una.
  • ¡Qué pregunta!
  • Pregunta a Mesía.
  • Eso ni se pregunta.
  • Pregunta el clérigo.
  • Y este señor me pregunta.
  • Y después Sarrió pregunta.
  • Voy a permitirme una pregunta.
  • (extrañando mucho la pregunta).
  • Una pregunta sólo dijo Martín.
  • Veamos la pregunta contestó ella.
  • No pregunta por Ana pensó De Pas.
  • En los labios le retozaba esta pregunta.
  • , pregunta el abad de Naya al centinela.
  • Pregunta uno de los contertulios a otro.
  • ¿Y lo pregunta usted todavía, majadero?
  • Contestó el peón repitiendo la pregunta.
  • Y apenas si pregunta por las cosas del ama.
  • ¡Qué hay! ¡qué hay! eso pronto se pregunta.
  • Juanito tenía en los labios una pregunta audaz.
  • Una joven pregunta si se puede ver al señorito.
  • Mesía vio el cielo abierto en aquella pregunta.
  • Lo brusco de la pregunta aturdió a la penitente.
  • Si pregunta, se le dice la verdad, pero si calla.
  • Oye, si la señora pregunta por mí, que allá voy.
  • ¿Usted pregunta el viejo no conoce a Sinesio Delgado?
  • Don Antonio sonrió al hacer doña Manuela la pregunta.
  • Jacinta quiso hacerle una pregunta que tenía preparada.
  • ¡Si encontrara una manera delicada de hacer la pregunta.
  • Al ofrecer la petaca abierta, don Pedro hizo una pregunta.
  • Saca su pañuelo doblado, lo pasa por la nariz y pregunta.
  • Juanito balbuceó, sorprendido por esta pregunta inesperada.
  • Hombre, trucha exclamó Fernando le voy a hacer una pregunta.
  • ¡Qué pregunta! exclamó Bautista .¿Para eso vienes a verme?
  • Pepita le pregunta Azorín, ¿qué quisiera usted en el mundo?
  • Aproximóse al grupo el jinete, y repitió la consabida pregunta.
  • Siempre que se hacía esta pregunta, se contestaba afirmativamente.
  • Ido abrió la boca para emitir pronta y juiciosa respuesta a esta pregunta.
  • Pues entra usted y pregunta por el guarda de la obra, que se llama Pacheco.
  • Esta misma pregunta se hacen los historiadores y no aciertan a contestarla.
  • Sin duda no esperaba mi pregunta, ni mi rápido asentimiento a sus palabras.
  • Y esta sola pregunta, expresada con acritud, bastó para hacerme desgraciado.
  • Era la pregunta que hacían las dos mujeres apenas entraba Juanito en la casa.
  • ¡Ay, qué cabeza! Siéntese usted un momento, que le voy a hacer otra pregunta.
  • No hago la pregunta como persona de la familia ni como juez, sino como sacerdote.
  • Esta mujer que se le pregunta quién la ha tirado, y dice el nombre de su marido.
  • Hizo la pregunta cruzándose de brazos, y Guillermina después de vacilar, le dijo.
  • Inútil pregunta, porque él no sabía que cuando se recibe algo se dan las gracias.
  • Y jamás una alusión picaresca, ni una pregunta indiscreta, ni una sorpresa importuna.
  • Dijo don Víctor preguntando con el tono especial del que ya sabe lo mismo que pregunta.
  • Y el socarrón, al oir la pregunta de la señora de Pajares, siempre contestaba lo mismo.
  • Usted conteste y no sea como los gallegos, que cuando se les hace una pregunta hacen otra.
  • ¡Don Luis María Pastor en los Bufos! Azorín pregunta quién era don Luis María Pastor.
  • Y como si no hubiesen transcurrido muchos minutos, contestó á la pregunta de la muchacha.
  • La primer pregunta que hizo el ama a Papitos fue referente a las órdenes que le había dado.
  • Adiós, madre dijo don Fermín cuando doña Paula calló por no atreverse con la pregunta sacrílega.
  • Si se le pregunta qué tal va la obra, dirá que mal, porque Shempelar es un dilettanti del pesimismo.
  • Preguntó Jacinta al pequeñuelo, que apenas oída la pregunta ya estaba diciendo que no con la cabeza.
  • Nicolás repitió la pregunta hasta tres veces suavizando el tono, y al fin oyó un susurro que decía.
  • Pregunta quién es.) VARIAS VOCES Ta gu guerá Ta gu guerá gabiltzanac gora berá etorri nayean onera.
  • Varias veces tuvo la palabra en la boca para hacer una pregunta a Don José, y este la miraba como diciendo.
  • Pensó en dirigirle alguna pregunta, pero tardó varios días, porque el señor Soraberri era tardo en todo.
  • El esposo se hizo repetir la pregunta, sin otro objeto que retrasar la respuesta, que debía ser muy pensada.
  • Detuviéronse un instante en la habitación, y Don Manuel, poniéndole una cara muy seria, hizo a su primo esta pregunta.
  • Hízole, pues, la pregunta que ingenuamente se le salía siempre de los labios cuando se encontraba delante de una casada.
  • Preguntó el presbítero llevándose la mano tiesa a la boca, porque con la pregunta querían salir también ciertos gases.
  • Por el camino preocupábanle las palabras de don Eugenio, la triste sonrisa con que había acompañado su última pregunta.
  • Su embotado pensamiento formulaba esta pregunta, y tras muchos esfuerzos se contestaba á sí mismo que Pimentó había muerto.
  • Que la casa de los Pazos no soltaba un céntimo tampoco, porque a pesar de sus buenas rentas está siempre a la quinta pregunta?
  • Después pregunta de qué se ha muerto, y le contestan que se quedó de pronto frío porque le faltó el aire, es decir, que se ahogó.
  • ) Y el pobre gigante de los ojos encarnados, en vez de desdeñar la pregunta impertinente de su interlocutor, contestaba con amabilidad.
  • Debió de penetrar la maldita gata aquella en el pensamiento de su ama, pues como si contestara a una pregunta, le dijo de buenas a primeras.
  • Porque Jacinta hiciese la primera pregunta llamando a su marido Nene (como él le había enseñado), no dejó este de sentirse un tanto molesto.
  • Pero antes de exponerse a otra pregunta inopinada, como diría Mourelo, se despidió de aquellos señores asegurando que tenía que hacer en Palacio.
  • Todos los días nos pide noticias a mí o a Quevedo, y pregunta también por el muchacho, si es robusto, si mama bien, si tiene algún defecto físico.
  • Aunque quiso rehuir la contestación a esta pregunta capciosa, la conciencia se la dio como un estallido en los oídos, antes que pudiera él preparar una mentira.
  • Y parecía aquella mirada una pregunta desesperada y suprema, como si a punto de partirse para nunca más volver a tierra, preguntase por el oculto sentido de la vida.
  • Llevóse la taza a la boca para encubrir la turbación, y Sabel, creyendo terminado el coloquio, se retiraba despacio, cuando el capellán le dirigió una pregunta más.
  • Mira, si algún sujeto que tú no conoces, por ejemplo, un señorito flaco, de mal color, así un poco alborotado, te pregunta en la calle si vivo yo aquí, dices que no.
  • Repitieron la pregunta, y entonces vi a mi amita que salía de una pieza inmediata, con el rostro pálido, espantados los ojos y mostrando en su ademán la angustia que la poseía.
  • Le preguntó Don Evaristo, que casi todas las noches le hacía la misma pregunta, no por fiscalizar sus actos, sino porque de aquella interrogación salía casi siempre una plática agradable.
  • Como el capellán se quedó parado al hacerle tan insidiosa pregunta, ocurrióseles a los cazadores que sería cosa muy divertida darle a Julián una escopeta y un perro y que intentase cazar algo.
  • Y Rosa llegó a fingirse que aquella pregunta, en una voz pastosa y solemne y que parecía venir de las lontananzas de la vida común de la pureza, era su propia voz, era acaso la de su madre común.
  • Siempre estaba a la cuarta pregunta, y como pudiera sacarle a su tía alguna cantidad por medio de combinaciones dignas del mejor hacendista, no dejaba de hacerlo, y a la viuda se le requemaba la sangre con esto.
  • Rióse mucho el soldado de la pregunta, y el ermitaño de su desnudez, y con tanto llegamos a la falda del puerto, el ermitaño rezando el rosario de una carga de leña hecha bolas, de manera que a cada avemaría sonaba un cabe.
  • Álava mandó que se le preguntase a la fragata Themis si creía poder entrar en Cádiz, y habiendo contestado rotundamente que no, se hizo igual pregunta al Rayo, que hallándose casi ileso, contaba con arribar seguramente al puerto.
  • Cayó en las combinadas redes de los dos prestamistas un pobre señor, más desgraciado que perverso (que había sido director general y vivía con gran rumbo a pesar de estar a la cuarta pregunta), y no quiero decir cómo le pusieron.
  • El Arcipreste, a quien en Santiago conocían por el apodo de Sobres de Envelopes, a causa de una candorosa pregunta en mal hora formulada en una tienda, había sido en otro tiempo, cuando simple abad de Anles, el mejor instrumento electoral conocido.