Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra preocupaciones

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra preocupaciones en el contexto de una oración.

Término preocupaciones: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "preocupaciones" aquí tienes una selección de 35 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra preocupaciones para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Vean si eran preocupaciones mías.
  • Cada edad tiene sus preocupaciones.
  • Preocupaciones rancias que usted me opone.
  • Que las chicas ignorasen sus preocupaciones.
  • Esto constituía una de sus mayores preocupaciones.
  • Era preciso acabar con las preocupaciones del pueblo.
  • El amor había ahogado entonces todas las preocupaciones.
  • Me dio mucha pena, y al oírle olvidé mis preocupaciones.
  • Tú no has de participar de esas preocupaciones por las cuales.
  • Pero aquí no se puede luchar con las preocupaciones, con el fanatismo.
  • Aquel furor de los elementos despertó muchas preocupaciones taciturnas.
  • Y los hijos se hundían en los abismos de la vida intensa, sin preocupaciones ni escrúpulos.
  • En general, el amor es eso, sobre todo en las personas muy jóvenes, que no tienen preocupaciones espirituales.
  • Ya sabe usted que yo, en general, soy enemigo de las preocupaciones que toman por religión muchos espíritus apocados.
  • ¡Había callado tanto tiempo! ¿Que había mil preocupaciones, millones de obstáculos que se oponían a su felicidad?
  • Examínese y mire si no entra en ello un deseo de afrontar las preocupaciones ajenas, de desafiar la opinión pública.
  • Marqués era el perro de Tellagorri, un perro chiquito, feo, contagiado hasta tal punto con las ideas, preocupaciones y mañas de su amo, que era como él.
  • Estaba haciendo un estudio sintético de las aminas, y trabajaba con toda su fuerza para olvidarse de sus preocupaciones y llegar a dar claridad a sus ideas.
  • Tenía todo el orgullo y todas las preocupaciones de sus compañeros en nobleza vetustense, pero afectaba una llaneza que era el encanto de las almas sencillas.
  • Aquí se ha resuelto el problema sencilla y pacíficamente, gracias al temple democrático de los españoles y a la escasa vehemencia de las preocupaciones nobiliarias.
  • Pero a pesar de tanta alharaca, a los más se les conocía hasta en su falso desprecio que participaban desde abajo de las preocupaciones que mantenían los nobles desde arriba.
  • Iba la Regenta edificando al pueblo entero con su humildad, con aquel sacrificio de la carne flaca, de las preocupaciones mundanas, y era esto por él, se le debía a él sólo.
  • Me parecía una locura cambiar esas horas de indolencia y ensueño de los días de navegación, por la vida de un pueblecillo triste, aburrido, lleno de preocupaciones y de mezquindades.
  • Y como si olvidase las antiguas preocupaciones, miraba con igual cariño a todos los que estaban en la mesa, sin pensar si eran hijos del antipático Pajares y si su hermana era una derrochadora.
  • Aquella sumisión exterior, aquel sacrificio de la vida ordinaria, de las relaciones vulgares a las preocupaciones y a las injusticias del mundo no eran hipocresía en Anita, no eran la careta del orgullo.
  • La única persona con quien ella se atrevía a hablar algo de lo que le pasaba por dentro era don Tomás Crespo, libre, decía él, de todas las preocupaciones, inclusive la de no tenerlas, que era de las más tontas.
  • Pero las tías se encargaban de mantener las distancias que exigía el tono, y los pobres abogadillos, o lo que fueran, tal vez demócratas teóricos, respetaban aquellas preocupaciones, y participaban a su pesar, de ellas.
  • LIBRO QUINTO JUAN MACHIN, EL MINERO I MALA NOTICIA Todas las preocupaciones que me servían para olvidarme un poco de mis inquietudes amorosas fueron pronto desechadas al recibir una carta de Genoveva, la hija de Urbistondo.
  • Los otros, los que tocaban las campanas y conmemoraban maquinalmente a los muertos que tenían olvidados, eran las bestias de reata, la eterna Vetusta que había aplastado su existencia entera (la de Anita) con el peso de preocupaciones absurdas.
  • Y las leyes de honor, las preocupaciones de la vida social todas, ¿qué eran al lado de las grandes y fijas y naturales leyes a que obedecían los astros en el cielo, las olas en el mar, el fuego bajo la tierra, la savia circulando por las plantas?
  • Hablaban con los amigos que ocupaban las bolsas de los palcos principales, y hacían señas ostentosas y nada pulcras a ciertas señoritas cursis que no se casaban nunca y vivían una juventud eterna, siempre alegres, siempre estrepitosas y siempre desdeñando las preocupaciones del recato.
  • La filosofía de Frígilis, aquel pensador agrónomo que despreciaba la sociedad con sus falsos principios, con sus preocupaciones, exageraciones y violencias, se le presentó a Quintanar, a quien el cuerpo repleto le pedía siesta, como la filosofía verdadera, la sabiduría única, eterna.
  • Esto me digo, pero no vale, porque, ya se lo he dicho, me saltan de repente en la cabeza, ideas antiguas, como dolores de llagas manoseadas, ideas de rebelión, argumentos impíos, preocupaciones necias, tercas, que no sé cuándo aprendí, que vagamente recuerdo haber oído en mi casa, cuando vivía mi padre.
  • Sonreía interiormente al apreciar sus preocupaciones, indignábase sin romper su silencio, y apenas terminaba el motivo de esta reunión de familia, escapaba para ir en busca de Tónica y de la pobre ciega, sintiendo el anhelo de purificarse, cual si las palabras de los suyos estuviesen agarradas a su piel como asquerosas manchas.
  • Era, en fin, la tertulia una reunión donde se desahogaba el liberalismo inocente de unos revolucionarios que, en costumbres y preocupaciones, imitaban a sus enemigos, y a pesar de haber sufrido de la dinastía reinante toda clase de desdenes y persecuciones, mostrábanla una fidelidad canina, y siempre era para ellos Fernando VII el rey mal aconsejado, Cristina la augusta señora, e Isabel la inocente niña.