Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "queda" aquí tienes una selección de 95 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra queda para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- Ahí queda eso.
- Ni un alma queda.
- Ya no me queda duda.
- ¿Cómo queda el tío?
- Pic se queda atónito.
- Gastaré lo que me queda.
- Pero luego no queda nada.
- Que se te queda este lío.
- Una duda me queda, señora.
- Ahí les queda ese caballerito.
- Crea usted que por mí no queda.
- Mira le dijo su ama con voz queda.
- Tome usted el dinero que me queda.
- Aún le queda algo para ir tirando.
- Parece una malva, pero otra le queda.
- Ya queda dicho que él no leía libros.
- Todo murió, y no me queda de ello nada.
- Demasiado tiempo le queda a uno para eso.
- ¿Usted se queda a preparar el terreno, eh?
- Se da sepultura a un cadáver, y allí queda.
- Así queda seguro el capital y el amo sujeto.
- Se queda uno confuso y haciendo mil cálculos.
- Y supón que la traigo, supón que se queda viudo.
- ¿Y qué remedio queda para el hombre inteligente?
- Entonces, una de ellas se me queda mirando y exclama.
- Como dice el tío, eso queda para las gentes perdidas.
- Si la bestia anda bien, el camino que queda pronto se pasa.
- En sueños el grito se queda siempre helado en la garganta.
- ¡tiempo me queda para descansar! Pero no te destapes así.
- Al lado de la cama un clérigo lee con voz queda en un libro.
- La pasta que comprimen las prensas queda completamente exhausta.
- Hay, que ya no te queda pretexto para negarme que venga de noche.
- Y se queda un poco satisfecha, pensando que lo hace por obligación.
- Pues si no me dan la ministración del Pardo, el hijo se queda aquí.
- Bueno, pues te decía, que ese pobre niño queda bajo mi protección.
- No se le queda a ella en el cuerpo el sermón que me tiene preparado.
- Esto queda para mi principal y sus amigos, que tienen mucho corazón.
- Y va el pagarito y con el bico le saca un ojo, y el rey queda chosco.
- A un lado queda el pueblo, que asoma sobre la verdura de los huertos.
- Quería ir yo en persona, pero Nucha dice que no se queda ahora sin mí.
- Pero la misma vida que no puedo emplear se me queda dentro y se me pudre.
- ¡Qué gente! Todo eso es lo que queda de moro y de judío en el español.
- Ten un cuarto de hora de arrojo, y ofrécele a Dios lo que te queda de vida.
- De esta fecha no me queda duda, porque al día siguiente salió la escuadra.
- Me sentaré aquí y revisaré la lista de regalos, a ver si se me queda alguno.
- Y apenas me queda un recuerdo vago de aquel estado de virtud en que me hallaba.
- A Cuba se llevan la flor de la España y aquí no se queda más que la morralla.
- Vuélvase él a los barcos si quiere, para que le quiten la pierna que le queda.
- Verán ustedes qué hermosa queda la piedra amarillenta después que la piquemos.
- ¡Hostia!, yo soy un hombre de bien, y conmigo no se queda ninguna nea, ¿estamos?
- Tras él no queda, en el mundo de las ideas, más que un camino estrecho y penoso.
- ¿Y en lo que me queda de vida, si esta se prolonga y voy más para abajo todavía.
- Va uno dando tumbos y tumbos, perdiendo las velas, hasta que queda uno desarbolado.
- Don Basilio tiró de los faldones a Rubín y por poco se queda con ellos en la mano.
- Ambos son venenos virosos, es a saber, que se queda uno dormido y en sueños se acaba.
- Esta facultad del alma, o lo que sea, les queda en el convento como un trasto inútil.
- Casualmente tropezó con él en la cocina, donde preguntaba algo a Sabel en queda voz.
- Mira, chica, ya tienes libre y sano lo que te queda, pero te advierto que no eres rica.
- Y ella se me queda mirando, extrañada, sonriendo por mi exigencia estupenda, y exclama.
- El excelentísimo señor de Ballester queda encargado de la ejecución del presente decreto.
- Guillermina, movida de gran curiosidad, se sentó, y tomándole una mano, le dijo en voz queda.
- Y solemos traer la trasera tan pacífica, por falta de cuchilladas, que se queda en las puras bayetas.
- ¡Ah! Queda prohibido que me endilgues más versitos como los que me enviaste después del rompimiento.
- Muchas veces, en pleno invierno, se aligera el cielo, huyen las nieblas y queda el mar azul, admirable.
- Pero tan fresco y tan satisfecho como se queda todo el que ha hecho un bien muy grande, pero muy grande.
- Márchate tranquilo, que alguien queda para proteger a los que te amaban y habían de formar tu familia.
- La que se retira de las vigas, en cambio, queda con una parte considerable de aceite que no es utilizado.
- ¡Humo! Todo queda reducido a unos cuantos latines que le echó el cura, y a la ceremonia, que no vale nada.
- Las mujeres con unas faldas como fundas de flauta, tan estrechas, que se les marca todo lo que queda dentro.
- Uno y otro se estuvieron mirando breve rato, los ojos clavados en los ojos, hasta que Juan dijo en voz queda.
- ¿Pero ya estás pensando en otra exclamó don Primitivo y tu pobre hermana de por poco se queda en el trance?
- Pienso retardar todo lo posible ese viaje, y tiempo me queda para malgastar antes los cuatro cuartos que guardo.
- El Rey paga mal, y después, si queda uno cojo o baldado, le dan las buenas noches, y si te he visto no me acuerdo.
- Lo que vemos delante es un espejo que refleja el cuadro soñador que se queda atrás, en el lejano día del sueño.
- Mire usted, señora, ¡cosa más rara! a ninguna de esas ramas le queda más hoja que la más alta, la de la punta.
- Que Feijoo es el primer caballero de Madrid y que le ha prometido una canonjía! Si se la dan, ya no me queda nada que ver.
- Además, puede acabársele la paciencia a Anita, que si ha aguantado hasta ahora es por lo mucho que le queda de cuando fue casi santa.
- Suele suceder que la bala no toma la dirección conveniente y queda la bestia a medio matar con medio cuerpo muerto y medio cuerpo vivo.
- La impresión que estos letargos dejan suele ser más honda que la que nos queda de muchos fenómenos externos y apreciados por los sentidos.
- Puede que se te haya quedado algo por decir y confesar, porque siempre se queda algo sin saber cómo, y esos pozos son lo que más atormenta.
- Con aquella sonrisa, que parecía la que les queda a algunas caras después que se han muerto, contestaba Don Evaristo mejor que con palabras.
- Lo único grande, fuerte, terrible, es que a todas estas mujeres les queda una idea de la honra como algo formidable suspendido sobre sus cabezas.
- En los breves momentos que la tocata cesaba, oíase el canto de un mirlo silbando la frase del himno de Riego, lo único que del tal himno queda ya.
- Fernando fué a la zapatería, cogió un fuelle grande y lo rellenó de esa casca que queda después de curtidos los pellejos y que huele que apesta.
- ¡eso sí que no! ¿Pero no ve usted exclamó el médico que aunque se muera el crío queda la madre para hacer otros, mientras que si se muere ella no es lo mismo?
- El palco de Vegallana era una platea contigua a la del proscenio, que en Vetusta llamaban bolsa, porque la separa un tabique de las otras y queda aparte, algo escondida.
- Despedímonos de los compañeros, que nos seguían con los deseos y con los ojos, haciendo las lástimas que hace el que queda en Argel viendo venir rescatados por la Trinidad sus compañeros.
- Aquello acabó, y ahora sólo queda la sedería de Lyón, mírame y no me toques, algodón malo, géneros que no duran un año, porquerías con las que van tan orgullosas estas señoritas del día.
- De mí te sé decir que estoy harta de la vida, pero harta, y si no he tomado ya una determinación es porque como tiene una tanto que hacer, no le queda tiempo ni para pensar en lo que le conviene.
- Amigo Padilla, hoy mismo le voy a proponer a doña Casta que vengas de día, porque esta calamidad de Rubín tiene la cabeza como un cesto, y me temo que si se queda solo envenene a toda la parroquia.
- Lo ven todo, lo revuelven todo, y les queda tiempo para marear a los horteras y tomar varas al sesgo (frase de Orgaz) de los señoritos que pasean por la acera disputando en voz alta para anunciar su presencia.
- De cien mujeres, noventa y nueve son animales de instintos vanidosos y crueles, y la una que queda, que es buena, casi una santa, sirve de pasto para satisfacer la bestialidad y la crueldad de algún hombrecito petulante y farsantuelo.
- Y cuando el barco queda a flote, y todo el mundo dice que es un gran barco, hay que verle a Shempelar haciendo esfuerzos maravillosos para demostrarse a sí mismo que tiene motivos, motivos graves, motivos serios para estar profundamente incomodado.
- Y lanzándose en pleno cielo, aclarándose en un azul blanquecino, marchaba velozmente hacia el final, se extinguía en el horizonte pálido y vago como el último quejido de los violines, que se prolonga mientras queda una pulgada de arco, y adelgazándose hasta ser un hilillo tenue, una imperceptible vibración, no puede adivinarse en qué instante deja realmente de sonar.
- De Ramirín, del mayor, una voz muy queda, muy sumisa, pero de un susurro sibilante y diabólico, que Gertrudis solía oir que brotaba de un rincón de las entrañas de su espíritu y al oirla se hacía, santiguándose, una cruz sobre la frente y otra sobre el pecho, ya que no pudiese taparse los oídos íntimos de aquélla y de éste de Ramirín decíale ese tentador susurro que acaso cuando le engendró su padre soñaba más en ella, en Gertrudis, que en Rosa.