Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra quedaron

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra quedaron en el contexto de una oración.

Término quedaron: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "quedaron" aquí tienes una selección de 62 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra quedaron para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • Quedaron solos hijo y madre.
  • Por fin se quedaron solos los de casa.
  • Quedaron de acuerdo en marchar juntos.
  • Quedaron solos el enfermo y el confesor.
  • Y cuando quedaron Ramiro y ella a solas.
  • Del lado de la verja quedaron los lugareños.
  • Ryp y van Stein, más tenaces, se quedaron allá.
  • Le esperaban, le buscaban, y se quedaron sin él.
  • Cuando se quedaron solos, Andrés le dijo a Lulú.
  • El criado echó la pesada cortina y quedaron solos.
  • Andrés y sus otros dos hermanos se quedaron en Madrid.
  • Quedaron los tres en el interior del coche sin hablarse.
  • El juez y el actuario y los guardias quedaron sorprendidos.
  • Cuando se quedaron solas otra vez, Mauricia dijo a su amiga.
  • Dejáronles salir y quedaron diciendo que siempre lo temieron.
  • Con esto, ellos quedaron ciertos del caso y creída la mentira.
  • Todos los políticos y los periodistas se quedaron estupefactos.
  • Pero con un solfeo que le dieron no le quedaron ganas de repetirlo.
  • Quedaron apresados el Bahama, que se deshizo antes de llegar a Gibraltar.
  • Cuando su marido y ella se quedaron solos, parecíale la casa un paraíso.
  • De los piratas murieron treinta hombres y quedaron heridos más de ochenta.
  • Quedaron sólo dos, y el mentiroso continuó su perorata en estos términos.
  • Los treinta mil reales quedaron bien agasajaditos en un rincón de la cómoda.
  • Mis compañeros no tenían qué dar, y así, quedaron remitidos para la noche.
  • Todos se quedaron como lelos, y Rosita más blanca que el papel en que escribo.
  • Sus piernas quedaron en el ribazo, agitadas por un pataleo fúnebre de res degollada.
  • Quedaron de acuerdo en dividir Alcolea en dos secciones, separadas por la calle Ancha.
  • Sanó y le quedaron estas calenturas de la sesera, este dengue que le da siempre que toma sustancia.
  • Y al fin quedaron solos la Regenta, sobre la tarima del altar, y el Provisor dentro del confesonario.
  • Así es que se quedaron voladas al encontrarse con un arrogante mozo, que les decía campechanamente.
  • La superiora, Bautista y el demandadero, no merecieron las mismas atenciones y quedaron en el cuartelillo.
  • Tres o cuatro ejecutorias, todas con su colgante de plomo, quedaron apartadas, envueltas en paños limpios.
  • Las solteronas, sin contestar ni transigir en lo del matrimonio, se quedaron en el palacio para que no se derrumbara.
  • Como entraran doña Silvia y Rufinita, de visita, doña Lupe se fue con ellas a la sala, y los esposos se quedaron solos.
  • Quedaron en que a la mañana siguiente, muy temprano, don Fermín esperaría en su capilla a la Regenta para reconciliar.
  • Y cuentan las crónicas platónicas, que antes de llegar a la mitad del segundo juego, las pobres fichas se quedaron solas.
  • Cuando Quintanar y el Arcipreste se quedaron roncos, que fue pronto, se dejó el piano y se cumplieron los deseos de Orgaz.
  • El sargento y su tropa quedaron asombrados, al ver a un militar carlista, a dos monjas y a sus acompañantes llenos de barro.
  • Martín y Bautista se quedaron con el Cura y el Jabonero, porque el cabecilla y su teniente no tenían bastante confianza en ellos.
  • Aracil se marchó, como solía hacerlo todos los veranos, al pueblo en donde estaba su familia, y Montaner y Hurtado se quedaron en Madrid.
  • Fueron desfilando todas las familias, y al fin quedaron solas las de Pajares, que esperaban a Juanito o Rafael para que las acompañase a casa.
  • Y así fué conduciéndole hasta su barraca, donde quedaron él y los amigos vigilándolo, dándole consejos para que no cometiese un disparate.
  • Anchusa y Luschía llevaron los caballos y no quedaron con el cura más que unos ocho hombres, contando con Bautista, Zalacaín y Joshé Cracasch.
  • La tripulación sana constaba de unos quinientos hombres, cifra a que quedaron reducidos los mil ciento quince individuos de que se componía antes del combate.
  • Enterose la dama minuciosamente de cómo había pasado la noche, de quiénes se quedaron a velarla, de lo que había dicho el médico en la visita de la mañana.
  • Qué aliño para los que bostezaban de hambre! Acabaron de comer y quedaron unos mendrugos en la mesa, y en el plato dos pellejos y unos huesos, y dijo el pupilero.
  • Después de una lucha en que quedaron en el campo varios combatientes, los holandeses, más en número, habían hecho meterse en el castillo de proa a los enemigos.
  • Antes de llegar a Orio, el viento cesó por completo y las velas quedaron inmóviles, arrugadas en sus grandes pliegues, como muertas en la calma absoluta de la tarde.
  • Pero, volviendo los ojos, como quedaron desbaratadas al salir de la caja las que estaban alrededor, echó de ver la burla, y empezó a santiguarse que no pensó acabar.
  • Pero que en breve empezó a sentir el frío, y con la rapidez que revisten en los niños muy chicos los cambios de temperatura, los piececillos se le quedaron casi helados.
  • Púsose la viuda en movimiento con aquella actividad valerosa que le había proporcionado tantos éxitos en su vida, y Fortunata y Papitos quedaron encargadas de hacer el almuerzo.
  • Iban tres al mohíno pero quedaron mohínos los tres, porque yo, que sabía más que ellos, les di tal gatada que en espacio de tres horas me llevé más de mil trescientos reales.
  • Un centro de plata, dos bandejas del mismo metal y una tetera que la señora mostraba con orgullo, habían ido a la casa empeñadas también por una amiga íntima y allí se quedaron por insolvencia.
  • Cuando Fortunata entró en el convento, las papeletas de alhajas y ropas de lujo que estaban empeñadas quedaron en poder del joven, que hizo propósito de liberar aquellos objetos en cuanto tuviese medios para ello.
  • Andrés se acercó a un tartanero, le preguntó cuánto le cobraría por llevarle al pueblecito, y, después de discusiones y de regateos, quedaron de acuerdo en un duro por ir, esperar media hora y volver a la estación.
  • Como si una repentina parálisis moral y física hubiera invadido la tripulación, así se quedaron todos helados y mudos, sin que el dolor ocasionado por la pérdida de hombre tan querido diera lugar al bochorno de la rendición.
  • Pero carta va, carta viene entre Londres y Madrid, lo cierto es que se quedaron con el dinero, y me parece que cuando a mí me nazca otra pierna, entonces el Rey de España les verá la punta del pelo a los cinco millones de pesos.
  • Cuando quedaron solos marido y mujer, después de conseguir, no sin trabajo, que Visita renunciara a sacrificarse quedándose a velar a su amiga, Ana volvió a solicitar los brazos del esposo y le dijo con voz en que temblaba el llanto.
  • Fue Guillermina muy parca en saludos y demostraciones de afecto, y luego, cuando se quedaron solas la señora de Rubín y la santa, esta no dijo nada de religión, ni mentó la virtud, ni el pecado, ni cosa alguna concerniente al orden moral.
  • Cuando se quedaron solos los Delfines, Jacinta se despachó a su gusto con su marido, y tan cargada de razón estaba y tan firme y valerosa, que apenas pudo él contestarle, y sus triquiñuelas fueron armas impotentes y risibles contra la verdad que afluía de los labios de la ofendida consorte.
  • Pero cuando no quedaron allí más testigos que la santa y Segunda, el buen farmacéutico creyó que no tenía para qué sujetar la onda impetuosa que del corazón le salía, y llegándose al cuerpo todavía caliente de su infeliz amiga, la abrazó, y estampó multitud de besos en su frente y mejillas.
  • El diablo, que es agudo en todo, ordenó que venida la noche, yo deseoso de gozar la ocasión, me subí al corredor, y por pasar desde él al tejado que había de ser, vánseme los pies y doy en el de un vecino escribano tan desatinado golpe, que quebré todas las tejas y quedaron estampadas en las costillas.