Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra recibir

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra recibir en el contexto de una oración.

Término recibir: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "recibir" aquí tienes una selección de 63 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra recibir para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • A recibir a Dios!
  • No pienso recibir a nadie.
  • Yo no puedo recibir la comunión así.
  • Es una falta recibir visitas con esta facha.
  • Al recibir aquella carta me dispuse a ir a Lúzaro.
  • Se abrió la reja y el dueño salió a recibir al viajero.
  • Quenoveva palideció y se ruborizó de alegría al recibir la sortija.
  • Él vivía acostumbrado a recibir bofetadas y puntapiés sin saber por qué.
  • Buena rociada de plomo iba á recibir todo el que intentase cortarle el paso.
  • Se les repetía mil veces la misma cosa, y nada, no aprendían a recibir a las.
  • Me duelen las contusiones que recibí aquella noche, como si las acabara de recibir.
  • Además, los señores de Cuadros tenían gran satisfacción en recibir a sus amigos.
  • No se conceptuaba, además, con bastante finura para recibir a sujetos de tanta autoridad.
  • O formar parte de la partida o quedar prisionero y recibir además, de propina, una tanda de palos.
  • Pero tenía su espíritu admirablemente dispuesto para recibir toda sutileza que se le quisiera echar.
  • Veo las admirables enseñanzas de Dios, veo a los malos recibir su castigo, y procuro no merecerlo yo.
  • ¡A comer, a comer! gritó la Marquesa desde la puerta del salón donde acababa de recibir la noticia.
  • No tardó en recibir un nuevo golpe, pues cuando soñaba con un ascenso le limpiaron otra vez el comedero.
  • En seguida de recibir el nombramiento, Andrés hizo su equipaje y se dirigió a la estación del Mediodía.
  • Ayer no pasó usted le dijo ella con amabilidad, porque yo no sabía quién era, y no quiero recibir visitas.
  • El otro, el antiguo lugarteniente del Cura, calló y comenzó a recibir los palos con un estoicismo siniestro.
  • Guillermina, no conformándose con el escondite, quiso salir con ánimo de recibir la visita en otra habitación.
  • ¡Qué gusto ser bebé ! murmuró el Delfín, ¡sentirse en los brazos de la mamá, recibir el calor de su aliento y.
  • Con tan gratos pensamientos, don Manuel abrió los oídos para mejor recibir el rocío de las palabras de su sobrino.
  • Pero tuvo que bajar el brazo, porque doña Petronila replicó que no estaba dispuesta a recibir órdenes de un entrometido.
  • Después de recibir encima del cuerpo chubascos y más chubascos que nos empaparon hasta los huesos, dimos vista a Lanzarote.
  • Sin duda, el comercio de negros atravesaba una crisis, y al capitán le ordenaron que fuera a Batavia a recibir nuevas órdenes.
  • Pues más te habría valido recibir lo tuyo en dinero contante, que bien colocado por mí, te habría dado una rentita bien segura.
  • Después las amigas tuvieron que separarse, porque era jueves y Fortunata había de vestirse para recibir la visita de los de Rubín.
  • ¡Ah! sí, sí, desde luego, que tienden los brazos para abrazar desde la segunda entrevista, que piensan sinceramente al recibir la ofensa.
  • El Obispo rezaba ante una imagen de la Virgen, y al oír que don Santos se negaba a recibir al Señor, y a confesar, levantó las manos cruzadas.
  • Llegó a comprender Ana que era imposible, y tal vez ridículo, negarse a recibir en su alcoba a un hombre a quien se había entregado ella por completo.
  • Vieron entonces que Guillermina pasaba en dirección al cuarto de Severiana, y doña Lupe corrió a recibir de su boca augusta los plácemes que merecía.
  • Al día siguiente de recibir la carta, muy temprano, el Magistral salió de casa, fue al Paseo Grande, buscó un lugar retirado en los jardines que lo rodean.
  • Estos bravucones parece que se quieren comer el mundo, y en cuanto salen al mar parece que no tienen bastantes costillas para recibir los porrazos de los ingleses.
  • Y aquella montaña de madera probaba la fuerte trabazón de sus sólidas cuadernas, cuando no se rompía en mil pedazos al recibir el tremendo golpear de las olas.
  • V MÉDICO DE HIGIENE A los pocos días de recibir el nombramiento de médico de higiene y de comenzar a desempeñar el cargo, Andrés comprendió que no era para él.
  • Quedó colgando de los tendones y la piel, y el rojo muñón arrojó la sangre con fuerza, salpicando á Barret, que rugió al recibir en el rostro la caliente rociada.
  • Podía pasar la noche pensando en la religión, en la virtud en general, por aquel sistema nuevo, y no preocuparse todavía con el cuidado de recibir al Señor dignamente.
  • Rindiose el San Juan, y cuando subieron a bordo los oficiales de las seis naves que lo habían destrozado, cada uno pretendía para sí el honor de recibir la espada del brigadier muerto.
  • Y así pasaban los días, asustada Ana de que tan poco después de la caída fuese ella capaz de recibir a un hombre en su alcoba, ella, que tantos años había sabido luchar antes de caer.
  • Era la jauría del marqués, que salía a recibir al montero mayor, haciendo locas demostraciones de regocijo, zarandeando los rabos mutilados y abriendo de una cuarta las fresquísimas bocas.
  • Según la carta que acabo de recibir de ese buen Churruca, la escuadra combinada debe, o salir de Cádiz provocando el combate con los ingleses, o esperarles en la bahía, si se atreven a entrar.
  • Uno de la partida le dió el alto y le hizo descender de las sublimidades amatorio musicales en que se hallaba sumido, presentándole el sencillo dilema de recibir una paliza o de venirse con nosotros.
  • Felizmente quedé en hueco y sin recibir más que una ligera herida en la cabeza, la cual, aunque me aturdió al principio, no me impidió apartar los trozos de vela y cabos que habían caído sobre mí.
  • Él no se sentó, y después de aquel saludo tan campechano que le echó al usurero, se puso de espaldas al balcón con las manos en los bolsillos, mirando a todos como quien espera recibir felicitaciones.
  • La concurrencia crecía cada año, y era forzoso apelar al reclamo, recibir y expedir viajantes, mimar al público, contemporizar y abrir cuentas largas a los parroquianos, y singularmente a las parroquianas.
  • Un sábado por la mañana Sor Natividad, que era la Superiora (por más señas la madrecita seca que recibió a Fortunata el día de su entrada), mandó a esta que brochase los baldosines de la sala de recibir.
  • ¡La lleeet! Jarro en mano bajaba la criada desgreñada, en chancleta, con los ojos hinchados, á recibir la leche, ó la vieja portera, todavía con la mantilla que se había puesto para ir á la misa del alba.
  • El dueño del establecimiento avanzó a recibir a la señora, con su mandil de cuero ennegrecido, la cara sudorosa y tiznada, y quitándose la porra, le dio sus excusas por no haber entregado los clavos bellotes.
  • Había comprendido que el salón amarillo había ido perdiendo poco a poco la severidad propia de un estrado, y se había decidido a convertir en sala de recibir la del segundo, que estaba sobre el salón Regencia.
  • Me voy, te dejo, porque si estoy aquí, te pego, no tengo más remedio que romperte encima el palo de una escoba, y la verdad, si eres poco hombre para ese amor tan sublime, aún lo eres menos para recibir una paliza.
  • LIBRO QUINTO JUAN MACHIN, EL MINERO I MALA NOTICIA Todas las preocupaciones que me servían para olvidarme un poco de mis inquietudes amorosas fueron pronto desechadas al recibir una carta de Genoveva, la hija de Urbistondo.
  • Pero si salía bien, ¡qué triunfo! El corazón le latía con fuerza, comunicando calor y fiebre a toda su persona, y hasta la pelota de algodón parecía recibir también su parte de vida, palpitando y permitiéndose doler.
  • Como que acabadita de oírse llamar con las denominaciones más injuriosas y de recibir un pellizco que le atenazaba la carne, poníase detrás de su ama a hacer visajes y a sacar la lengua, mientras se rascaba el brazo dolorido.
  • Lo mismo funcionaba en la cocina que en el escritorio, y acabadita de poner la enorme sartén de migas para la cena o el calderón de patatas, pasaba a la tienda a que su marido la enterase de las facturas que acababa de recibir o de los avisos de letras.
  • El silencio que en las tres piezas reinaba sólo se interrumpía con tal cual palabra estropajosa pronunciada por Maxi, y con el paso gatuno de la sirviente que atravesaba la sala para ir a recibir órdenes de la única persona que aquella noche mandara en la casa.
  • Era tan fiera su actitud destacándose erguido en medio de la acequia, se adivinaba en este fantasma negro tal resolución de recibir á tiros al que se presentase, que nadie salió de los inmediatos cañares, y bebieron sus campos durante una hora sin protesta alguna.
  • Y no fue esto la única conquista, pues también prendió en ella la idea de la resignación y el convencimiento de que debemos tomar las cosas de la vida como vienen, recibir con alegría lo que se nos da, y no aspirar a la realización cumplida y total de nuestros deseos.
  • Dijo Don Baldomero con muy buen juicio que pues era costumbre que se largaran los novios, acabadita de recibir la bendición, a correrla por esos mundos, no comprendía fuese de rigor el paseo por Francia o por Italia, habiendo en España tantos lugares dignos de ser vistos.
  • Rondaba la cuna incesantemente, poniéndose en riesgo notorio de recibir algún pescozón del ama, y, como no le expulsasen, se estaba buena pieza con el dedito en la boca, absorto y embelesado, más parecido que nunca a los amorcillos de los jardines que dicen con su actitud.
  • Esta salió al pasillo, recibió de manos de Rossini la sagrada imagen, y quitándole el pañuelo de seda que la envolvía, entró con ella en la sala, pareciéndose mucho, en tal momento, a una verdadera santa escapada del Año Cristiano para recibir culto en el pintoresco altar, que simbolizaba la ingenua sencillez y firmeza de las creencias del pueblo.
  • Severiana tenía su cama en la alcoba interior, y la sala primera estaba destinada a recibir visitas, como lo declaraban el relativo lujo de la cómoda, las sillas de Vitoria nuevecitas, el sofá de lo mismo, la mesa con cubierta de hule, el cuadrito de los dos corazones amantes, el de la Numancia en mar de musgo, los retratos de militares cuñados de Severiana, la estera de esparto flamante y sin ningún agujero, de empleitas rojas y amarillas, y en fin, las laminotas que recientemente habían sido adquiridas en el Rastro por una bicoca.