Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "rojizo" aquí tienes una selección de 16 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra rojizo para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- El rojizo humo envolvía al corro.
- Su cabeza se hundió en el barro, tragando el líquido terroso y rojizo.
- Vamos a tener lluvia dijo el patrón señalando la luna, rodeada de un halo rojizo.
- Sus párpados tenían ya el matiz rojizo que dan los pintores a los de las Dolorosas.
- Resaltan en el cielo azul diáfano el caserón rojizo del convento y la aguda torre de la iglesia.
- Aún veía la boca del infierno, que era igual á la puerta de su cuarto, arrojando humo y rojizo resplandor.
- En las acequias conmovíase la tersa lámina de cristal rojizo con chapuzones que hacían callar á las ranas.
- De cuando en cuando aparece un caserón enorme, dorado, negruzco, rojizo, con la portalada monumental de sillería.
- Por los balcones entraba el resplandor rojizo de la puesta del sol, que se ensanchaba en el horizonte como un lago de sangre.
- Nubarrones de plomo corrían a impulsos del viento, y en el fondo del cielo rojizo y triste del alba se adivinaba un pueblo en un alto.
- En los corrillos de la plaza partíanse enormes sandías, y las mujeres, con el moquero sobre el pecho para librarse de manchas, devoraban las tajadas como medias lunas, chorreándoles la boca rojizo zumo.
- En las paredes se veían cacerolas de cobre rojizo y lodos los chismes de la cocina de la casa, desde las sartenes y cucharas de palo, hasta el calentador, que también figuraba colgado en la pared como parte integrante de la batería de cocina.
- El quinqué de la cocina con el tubo ahumado y sin pantalla, iluminaba la cara gitanesca de la criada, dándole un tono de bronce rojizo, y la cara pálida y serosa del señorito con sus ojeras violadas y sus granulaciones alrededor de los labios.
- Al otro lado del río, millares de luces de colores, en serpenteantes líneas o marcando el contorno de los pabellones arquitectónicos, desvanecían la obscuridad, produciendo un rojizo vaho que se extendía por el cielo coma el reflejo de lejano incendio.
- Aquel verde esplendoroso con tornasoles dorados y de plata, se apagaba en la sierra, como si cubriera su falda y su cumbre la sombra de una nube invisible, y un tinte rojizo aparecía entre las calvicies de la vegetación, menos vigorosa y variada que en el valle.
- Robustos, cargados de espalda, con la cabeza inclinada como signo de perpetua esclavitud y miseria, vélaseles pasar lentamente con su traje de paño burdo, estrecho pañizuelo arrollado a las sienes, y entre éste y el abierto cuello de la camisa el rostro rojizo, agrietado y lustroso, con espesas cejas y ojillos de inocente malicia.