Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra salvo

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra salvo en el contexto de una oración.

Término salvo: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "salvo" aquí tienes una selección de 47 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra salvo para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • La lógica le salvó.
  • Ya me pondré yo en salvo.
  • Y salvo el respeto debido.
  • Pero Papitos se puso a salvo.
  • Su belleza salvó a la huérfana.
  • Nissen nos salvó de muchos peligros.
  • Sentí cierta pena de verle sano y salvo.
  • Salvó como una flecha sembrados de maíz.
  • No salvó más mueble que la vara de medir.
  • Fíese de mí y crea que le sacaré a paz y a salvo.
  • Salvó vallados tres veces más altos que su cuerpo.
  • El dichoso incidente del riego salvó á la muchacha.
  • Antes de que nos diéramos cuenta estábamos a salvo.
  • Salvo el haberla despertado, todo le había parecido bien.
  • No había en toda la casa, salvo las monjas, otras más rezonas.
  • Mas no lo hice tan presto por hacello más a mi salvo y provecho.
  • Yo la salvo a ella y ella, sin saberlo por ahora, me salva a mí.
  • La serenidad le salvó al capitán y quizá también nuestros informes.
  • Todavía no había salido la luna y esto salvó al salteador enamorado.
  • Lo que hice fue ponerme en salvo como los demás por lo que pudiera tronar.
  • El no haber resistido y el quedar los hechos obscuros nos salvó de ser ahorcados.
  • Pero Dios querrá preservarle a usted, señor Don Rafael, para que vuelva sano y salvo.
  • Como Pepe es el factor, ha convidado a todos los curas de la comarca, catorce salvo error.
  • Los demás pilletes ya se habían puesto en salvo y corrían por la carretera y el Espolón.
  • Papitos fue quien le salvó aquel día, atrayendo a sí toda la atención del ama de la casa.
  • El Arcipreste narraba las aventuras de la dama como lo hubiera hecho Marcial, salvo el latín.
  • Para esto le hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo.
  • El honor, aquella quisicosa que andaba siempre en los versos que recitaba su marido, estaba a salvo.
  • Los buscaron, firmaron las letras, compraron los viajeros dos caballos, se agenciaron un salvo conducto.
  • Señora, salvo el sexo, estoy dispuesto a arrojarles a ustedes por las escaleras si insisten en su procaz atentado.
  • A los treinta años volvió a Inglaterra y allí vivía de continuo, salvo las cortas temporadas que pasaba en Madrid.
  • De manera que en nada hallaba descanso, salvo en la muerte, que yo también para mí como para los otros deseaba algunas veces.
  • Con poner en el otro platillo los perros grandes y chicos que me has sacado, me salvo díjole Moreno riendo y manoseándole la cara.
  • A mí me salvó muchas veces de las palizas la recomendación de mi madre de que no me pegara, porque me encontraba todavía enfermo.
  • Pero el otro se escurría gallardamente, dejando a salvo, hasta donde era posible en aquel criminal coloquio, la personalidad sagrada de su mujer.
  • Mas turóme poco, que en los tragos conocía la falta, y por reservar su vino a salvo nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido.
  • Era Primitivo, salvo tal cual momentáneo acceso de brusca y selvática alegría, hombre taciturno, a cuya faz de bronce asomaban rara vez los sentimientos.
  • Demasiado sabe ella que con este mundo que yo tengo y con lo bien que discurro, gracias a Dios, le abriría camino para poner a salvo el honor de la familia.
  • Pero se salvó, pues de repente, las nubes rojas que la envolvían se rasgaron, al furor sucedió la debilidad, y viendo toda su desgracia, se sintió anonadado.
  • Y después de indicar al Magistral que las acompañara por los pasillos estrechos y enrevesados, se puso en salvo, encerrándose en el oratorio, para evitar explicaciones.
  • Salvo el debido respeto, se había llevado la trampa el matrimonio cristiano, en cierto modo obra suya, y ya no quedaba rastro de hogar, sino una sentina de corrupción y pecado.
  • Respondía él que los de siempre, lo cual no era verdad, pues salvo Villalonga, que salía con él muy puesto también de capita corta y pavero, los antiguos condiscípulos no aportaban ya por la casa.
  • Procuraba que la retirada fuese honrosa, fingía transigir y creía a salvo su honor de hombre enérgico y amo de su casa, permitiéndose la audacia de gruñir un poco, entre dientes, cuando ya nadie le oía.
  • Probósele que a todos los que hacía la barba a navaja, mientras les daba con el agua levantándoles la cara para el lavatorio, un mi hermanico de siete años les sacaba muy a su salvo los tuétanos de las faldriqueras.
  • ¡Malhaya el dignísimo Obispo, salvo el respeto debido, malhaya el dignísimo Obispo don García Madrejón que consintió este confuso acervo de adornos y follajes, quinta esencia de lo barroco, de la profusión manirrota y de la falsedad.
  • Todos eran escépticos en materia de moral doméstica, no creían en virtud de mujer nacida salvo Don Frutos, que conservaba frescas sus creencias, y despreciaban el amor consagrándose con toda el alma, o mejor, con todo el cuerpo, a los amoríos.
  • El gordo y Don Baldomero tratáronse siempre como hermanos en la vida social y como compañeros queridísimos en la comercial, salvo alguna discusión demasiado agria sobre temas arancelarios, porque Arnaiz había hecho la gracia de leer a Bastiat y concurría a los meetings de la Bolsa, no precisamente para oír y callar, sino para echar discursos que casi siempre acababan en sofocante tos.