Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra saque

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra saque en el contexto de una oración.

Término saque: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "saque" aquí tienes una selección de 39 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra saque para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • No me saque la dinidá.
  • Saque pronto esa navaja.
  • La que tenga velas que las saque.
  • Yo saqué mi ropa y comida horra.
  • Sobre si sacaste tú o saqué yo.
  • Conque, saque usted la consecuencia.
  • Todo está en que saque disposición.
  • No, no saque usted papeles, que tampoco prueban nada.
  • Pero en fin, saque o no saque, es una felicidad ser así.
  • Lo saqué con las puntas de los dedos y lo estuve mirando.
  • ¡Sí, madre mía, sí! ¿Te saqué yo o no de la pobreza?
  • Sí, a usted y saqué el sobre y lo dejé encima de la mesa.
  • Yo, por no haber otra cosa que hacer, la saqué y se la leí.
  • Pero, desgraciada, ¿de dónde quieres que saque yo ocho mil reales?
  • ¡Pues creerán ustedes que les saqué dinero! Pásmense, pásmense.
  • Por Dios, no saque usted consecuencias de mi poca habilidad para explicarme.
  • Saqué ocho reales y díselos y aun estuve por volverle los palos que me había dado.
  • Fortunata, yo te saqué de las barreduras de la calle, y tú me cubres a mí de fango.
  • Lo que tienen es envidia del traidor, si le hubiera, por el provecho que saque de su traición.
  • Lo que digo es que Dios nos saque bien, y nos libre de franceses por siempre jamás amén Jesús.
  • Si voy a llevarte con tu mamá que está ahí fuera llorando por ti y esperando a que yo te saque.
  • Todavía no lo ha abierto, y le saqué una tira de pellejo ¡ras!, desde semejante parte, aquí por la sien.
  • Llegamos al Prado, y en entrando, saqué el pie del estribo y puse el talón por defuera y empecé a pasear.
  • Tú tienes, como yo, sangre de comerciante, y el que nos saque de este mostrador y nuestras costumbres, nos mata.
  • ¡meterme en vidas ajenas! La impresión que saqué el otro día es que por el momento no es ella quien te le distrae.
  • Él se dejó caer pidiendo confesión, y yo di la estocada en una caja y la pasé y saqué en la espada y me fui con ella.
  • Saqué una silla al balcón, me senté, y apoyado en la barandilla estuve contemplando el pueblo y la casa donde vivía Mary.
  • Pues saqué la cancamurria del Mesías que iba a venir, diciéndole que ella lo tenía en su seno y que el papá era el Pensamiento Puro.
  • Ellas se cegaron con esto y con unos cien escudos en oro que yo saqué de los que traía, con achaque de dar limosna a un pobre que me la pidió.
  • ¡Gracias a mis botes! Y si no temiera que me habían de oír en la calle, yo dijera lo de cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado.
  • Luego, en los calcañares, me enseñó otras dos señales, y dijo que eran balas, y yo saqué por otras dos mías que tengo que habían sido sabañones.
  • No me fío yo de un parecido que puede ser ilusorio, y mientras Juan no me saque de dudas seguiré creyendo que a donde debe ir tu Pituso es a la Inclusa.
  • Ya sabe usted lo que ha dicho Benítez, que es indispensable el ejercicio, que esos nervios no se callarán mientras no se los saque a tomar el aire, a ver el sol.
  • Y así, es por demás decir que nos saque vuestro padre, si alguno no nos reza en alguna cuenta de perdones y nos saca de penas con alguna misa en altar previlegiado.
  • Volvemos a Vetusta, casi pasando por encima de la ley, y nos coge el luto de tu pobre tía Águeda que se fue a juntar con la otra, y con ese pretexto te encierras en este caserón y no hay quien te saque al sol en un año.
  • Abro con mi desaprovechada llave, sin esperanza de sacar provecho, y vi los dos o tres panes comenzados, los que mi amo creyó ser ratonados, y dellos todavía saqué alguna laceria, tocándolos muy ligeramente, a uso de esgremidor diestro.
  • ¡Bien te he entendido! dije yo entre mí ¡maldita tanta medicina y bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en la hambre! Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que me habían quedado de los de por Dios.
  • Si fueren dos y miraren por los lados, saque pies, y para los de atrás traiga siempre el sombrero caído sobre el cogote, de suerte que la falda cubra el cuello y descubra toda la frente, y al que preguntare que por qué anda así respóndale que porque puede andar con la cara descubierta por todo el mundo.
  • Y como al presente nadie estuviese sino él y yo solos, como me vi con apetito goloso, habiéndome puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cual solamente sabía que había de gozar, no mirando qué me podría suceder, pospuesto todo el temor por cumplir con el deseo, en tanto que el ciego sacaba de la bolsa el dinero, saqué la longaniza y muy presto metí el sobredicho nabo en el asador, el cual mi amo, dándome el dinero para el vino, tomó y comenzó a dar vueltas al fuego, queriendo asar al que de ser cocido por sus deméritos había escapado.