Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "templo" aquí tienes una selección de 65 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.
En cada una de las frases aparece resaltada la palabra templo para que la puedas detectar fácilmente.
Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.
- El templo estaba obscuro.
- Cuando el templo desapareció.
- Dentro del templo sonaba la música.
- Y arrojaba a los mercaderes del templo!
- Salió del templo, corrió, entró en su casa.
- Y me parece en cambio muy feo profanar el templo.
- Todo esto le obligó a dejar el templo solitario.
- La aprobación de Juanito templó las iras del viejo.
- ¡Qué dirían de su escuela, templo de la buena crianza!
- Era en la parroquia de San Isidro, un templo severo, grande.
- ¿No se dijo que en mí tenía firme columna el templo cristiano?
- Empezó a notar que el templo solitario no excitaba su devoción.
- Algunos, taciturnos, se despedían pronto y abandonaban el templo.
- No había allí barreras, en aquel momento, entre el templo y el mundo.
- Convierte el templo del Señor, llamémoslo así, en un baile de candil.
- Por lo menos el templo de San Isidro, donde se celebraba, se adornó como nunca.
- Reconozco en el Palomo el derecho de arrojarme del templo a latigazos o a patadas.
- Ana oyó la voz de Orgaz que disuadía al ateo de su propósito de abandonar el templo.
- Las sombras de los pilares y de las bóvedas se iban juntando y dejaban el templo en tinieblas.
- La calma renacía pronto y volvía aquello a ser un templo jamás profanado por ríos de sangre.
- No perdió novena, ni rogativas, ni misiones, ni rosario y siempre salía la última del templo.
- Se llegó a decir que había llevado al templo, debajo de la capa, una botella de anís del mono.
- ¡Qué digo el templo! Es la antorcha que brilla y disuelve las sombras de barbarie de esta huerta.
- Oíanse en la parte alta los pasos de toda la comunidad que iba hacia el templo a oír la primera misa.
- Toda la muchedumbre, guardando un recogimiento religioso, estaba allí, en plena plaza, como en un templo.
- Yo vendo la Gracia, yo comercio como un judío con la Religión del que arrojó del templo a los mercaderes.
- Con mucho gusto entró en aquel templo risueño, alegre, con sus adornos flamígeros de piedra blanca esponjosa.
- ¡Pero qué triste era lo que la decía el templo hablando con bóvedas, pilares, cristalerías, naves, capillas.
- Su recinto me pareció encantador, y jamás he recorrido las naves de templo alguno con tan religiosa veneración.
- El refrán de el buen paño en el arca se vende era verdad como un templo en aquel sólido y bien reputado comercio.
- Y el Arcipreste que manifestara poco antes tanta prisa por salir del templo, se empeñó en entrar en Santa Clementina.
- Cuando Ana procuró sacudir, moviendo la cabeza, aquellas imágenes importunas y pecaminosas, el templo iba quedándose vacío.
- También escribí en Alicante, con motivo de la restauración de la iglesia de San Roque, mi poesía La erección de un templo.
- ¡Oh, señor de Pas, fácil victoria la de la Iglesia! Las niñas en vista de que Vetusta es andar de templo en templo con los ojos bajos.
- Y reasumiendo, en toda la Santa Basílica han podido corroborar la idea de que este templo es obra de arte severo, puro, sencillo, delicado.
- La lluvia, el aburrimiento, la piedad, la costumbre, trajeron su contingente respectivo al templo que estaba todas las tardes de bote en bote.
- Pues siempre fue el templo lugar muy a propósito, por su poético y misterioso recinto, para abrir de par en par al amor las puertas del alma.
- Y el cacique Barbacana, con suma gravedad, volviendo hacia Juncal su barba florida y luenga, díjole desdeñosamente una verdad como un templo.
- Aquella publicidad devota le parecía una especie de sacrificio babilónico, algo como entregarse en el templo de Belo para la vigilia misteriosa.
- Y dignificar las emociones profanas del amor, de la alegría juvenil, haciendo resonar sus cantares en el templo, como ofrenda a los pies de Jesús.
- Cuando De Pas entró en el templo hubo un murmullo en los bancos de la plataforma, semejante al rumor de una ráfaga que rueda sobre las copas de los árboles.
- En aquel momento todos los celajes del ocaso se rasgaban brotando luz de sus entrañas para formar una aureola a la Madre de Dios, que tenía en aquella cima su templo.
- Cuando Fortunato bajaba de la cátedra deseando a todos la gloria por los siglos de los siglos, la unción del prelado corría por el templo como una influencia magnética.
- Casi todos los días tenían ocasión de hablar con ella, en sus respectivos círculos, el Magistral y don Álvaro, y a veces uno y otro en el mundo y uno y otro en el templo.
- Las niñas ríen de todo corazón y el templo retumba devolviendo el eco de la alegría desde la bóveda blanca, llena de luz que penetra por ventanas anchas de cristales comunes.
- Eso no puede continuar de ese modo! Y decide construir en un templo de Roma una suntuosa capilla, a la cual dota de espléndidos ornamentos para que el Señor sea llevado con decoro.
- La obscuridad del templo, los excesos de la colación clásica, la falta de respeto que el pueblo creía tradicional en la misa del gallo, hacían necesarias todas estas precauciones.
- En fin, si vinieran más chicos á mi templo, digo, á mi escuela, y si los padres, en vez de emborracharse, pagasen puntualmente como usted, señor Bautista, de otro modo andaría esto.
- Ven a mi templo, y allí encontrarán los sentidos incentivo del alma para la oración, para la meditación y para esos actos de fe, esperanza y caridad que son todo mi culto en resumen.
- Aquellos infames que le habían embriagado o poco menos, obligándole después a penetrar en el templo, eran muy capaces de haber inventado en seguida la calumnia con que querían perderle.
- En el arreglo de esta crujía para convertirla en templo interino, manifestábase el buen deseo, la pulcritud y la inocencia artística de las excelentes señoras que componían la comunidad.
- La devoción racional, ilustrada, de buen tono, era aquella otra, pedir para el Hospital a las corporaciones y particulares a las puertas del templo, regalar estandartes bordados a la parroquia.
- No se podía, como en la novena de la Concepción, colgar el templo de azul y plata, ni colocar un templete de cartón delante del retablo del altar mayor imitando capilla gótica de marquetería.
- Parecíale que aquella habitación donde reinaba tan imponente silencio, donde ardían tan altas y graves las luces, era el mismo templo en que no hacía dos horas aún se había puesto de hinojos.
- Hablaba de repente, llamas de amor místico subían de su corazón a su cerebro, y el púlpito se convertía en un pebetero de poesía religiosa cuyos perfumes inundaban el templo, penetraban en las almas.
- Por consiguiente, el organista hacía muy bien en declarar dignos del templo aquellos aires humildes, con que solía alegrarse el pueblo y que cantaban las vetustenses en sus bailes bulliciosos a cielo abierto.
- Saltando charcos, desafiando chaparrones iba de parroquia en parroquia, de novena en novena, y pasaba también mucho tiempo en la nave fría de algún templo a la hora en que los fieles solían dejarlos desiertos.
- Esta barraca humilde decía á los treinta chicuelos que se apretaban y empujaban en los estrechos bancos, oyéndole entre aburridos y temerosos de la caña la deben mirar ustedes como si fuese el templo de la cortesía y la buena crianza.
- Era el sumo sacerdote de este templo del alcohol, y al querer obsequiar á alguien, sacaba, con tanta devoción como si llevase entre las manos la custodia, un vaso en el que centelleaba el líquido color de topacio con irisada corona de brillantes.
- Sin perjuicio de continuar en el templo la buena tarea comenzada, para dar a Dios lo que era de Dios, Ana aceptaba aquella amistad piadosa que se ofrecía a oír sus confidencias, a dar consejos, a consolarla en la aridez de alma que la atormentaba a menudo.
- Y los muchachos contestaban con furiosas cabezadas, chocando algunos la testa con la del vecino, y hasta su mujer, conmovida por lo del templo y la antorcha, cesaba de hacer media y echaba atrás la silleta de esparto, para envolver á su esposo en una mirada de admiración.
- Iría penetrando los misteriosos encantos de la oración, del culto público, que si parece hasta frívolo pasatiempo en las almas tibias, en el vulgo de los fieles, que están en el templo nada más con los sentidos, es edificante espectáculo para quien siente devoción profunda.
- El elemento devoto era todo el pueblo en llegando el mal tiempo, y hasta los socios de Viernes santo, unos perdidos que se juntaban durante la Semana de Pasión a comer de carne en la fonda, hasta esos acudían al templo, si bien a criticar a los predicadores y mirar a las muchachas.
- Pero se metía a interpretar a su modo los textos del Antiguo y Nuevo Testamento y hasta se atrevía a decir delante de curas y señoras, que el hombre virtuoso es siempre un sacerdote, y que un bosque secular es el templo más propio de la religión pura, y que Jesucristo había sido liberal, con otros disparates.
- Y el baile en el atrio lleno de luz, el templo sembrado de hojas de hinojos y espadaña que magullaron los pisotones, alumbrado, más que por los cirios, por el sol que puerta y ventanas dejaban entrar a torrentes, los curas jadeantes, pero satisfechos y habladores, el santo tan currutaco y lindo, muy risueño en sus andas, con una pierna casi en el aire para empezar un minueto y la cándida palomita pronta a abrir las alas, todo era alegre, terrenal, nada inspiraba la augusta melancolía que suele imperar en las ceremonias religiosas.