Palabras

Ejemplos de oraciones con la palabra yendo

Lista de frases en las cuales se puede ver cómo se usa la palabra yendo en el contexto de una oración.

Término yendo: Frases

Si quieres ver ejemplos de uso de la palabra "yendo" aquí tienes una selección de 32 frases y oraciones donde se puede ver su aplicación en un texto.

En cada una de las frases aparece resaltada la palabra yendo para que la puedas detectar fácilmente.

Para evitar saturar nuestro sistema sólo se mostrarán un máximo de 100 frases por palabra.

  • E ansí nos partimos, yendo todos muy alegres del buen negocio.
  • Yendo en tan buena compañía, sus enemigos fingían no conocerle.
  • Julián le miraba sorprendido de que tomase el arma yendo de viaje.
  • Si he estado otras veces solo, ¿qué me va a pasar, yendo en compañía de tanta gente?
  • Desde entonces, el novio siguió yendo a casa todos los días, sólo o en compañía de su padre.
  • Batistet, cuando no había labor en el campo, buscaba ocupación yendo á la ciudad á recoger estiércol.
  • Se alejó de sus campos, de su barraca, yendo insensiblemente camino abajo, con paso lento, hacia la taberna de Copa.
  • Y todo porque con unas cuantas operaciones tímidas, yendo a la zaga de otros más expertos, había ganado mil duros.
  • Siempre estaba yendo y viniendo, hablando, gritando, riñendo a su mujer y a su hermano, a los criados y a los pobres.
  • Y allá seguía yendo, a las veces desde muy temprano, encontrándose con el niño ya levantado, pero no así sus padres.
  • Mas tal golpe me le dieron al caballo en la cara que, yendo a empinarse, cayó conmigo en una (hablando con perdón) privada.
  • Quedó solo don Fermín con un murciélago que volaba yendo y viniendo sobre su cabeza, casi tocándole con las alas diabólicas.
  • Durante muchos días no nombró a su mujer, hasta que una noche, yendo de paseo con Juan Pablo por las calles, se paró y le dijo.
  • Tal día y a tal hora, yendo ella y Barbarita por la calle de Preciados, se encontraron a Juan que venía deprisa y muy abstraído.
  • Don Eugenio sólo se consolaba yendo en busca del tío de Juanito, ante el cual mostraba su indignación por los negocios de Cuadros.
  • Este comenzaría yendo en el vaporcito la Fleche a Zumaya y siguiendo de aquí a Azpeitia, de Azpeitia a Tolosa y de Tolosa a Estella.
  • Una vez cerca de un río, yendo con la partida, se encontraron con diez o doce soldados jovencitos que lavaban sus camisas en el agua.
  • Era Pepe Izquierdo, tío de su mujer, a quien sólo había visto una vez, yendo de paseo con Fortunata por las Rondas, y ella se lo presentó.
  • Si no iba, se ofendería quizás su padrino, y yendo, podían sobrevenirle contrariedades mayores, incluso la de arrepentirse del viaje y aplazarlo.
  • ¡Bebe, bebe, pobrecita! Y hundían sus pies en el barro, yendo encorvados de un lado á otro del campo, para ver si el agua llegaba á todas partes.
  • Yendo en estas conversaciones, topamos en un borrico un ermitaño, con una barba tan larga que hacía lodos con ella, macilento y vestido de paño pardo.
  • Conflictos que terminaban siempre yendo la pequeña en busca de la mamá, llorando, con la mejilla roja de un bofetón o un par de pellizcos en los brazos.
  • La señora había dado orden para que la merienda estuviera lista, y Visanteta se afanaba, yendo de un lado a otro y enviando sus amigas al jardín para que la dejasen en libertad.
  • Ya no se trataba de si Cristo había redimido a todas las Humanidades repartidas por los planetas, de una sola vez, o yendo de estrella en estrella a sufrir en todas muerte de cruz.
  • Quiso, pues, el diablo, que nunca está ocioso en cosas tocantes a sus siervos, que yendo a vender no sé qué ropa y otras cosillas a una casa, conoció uno no sé qué hacienda suya.
  • Ellos que entraron y no vieron nada, porque no había sino estudiantes y pícaros (que es todo uno), comenzaron a buscarme, y no hallándome, sospecharon lo que fue, y yendo a buscar sus espadas, no hallaron media.
  • Empleó los domingos en que le daban suelta yendo al tiro del palomo en el cauce del río, o paseando gratis arrellanado como un príncipe en las estriberas de las tartanas, con la epidermis a prueba de traidores latigazos.
  • Yendo que íbamos ansí por debajo de unos soportales en Escalona, adonde a la sazón estábamos en casa de un zapatero, había muchas sogas y otras cosas que de esparto se hacen, y parte dellas dieron a mi amo en la cabeza.
  • En esto me sucedieron cosas graciosísimas, porque yendo una noche a las nueve (que anda poca gente) por la calle Mayor, vi una confitería y en ella un cofín de pasas sobre el tablero, y tomando vuelo, vine a agarrarle y di a correr.
  • Y como toda la huerta pensaba así, en vano al día siguiente de la riña pasaron y repasaron por las sendas dos charolados tricornios, yendo de casa de Copa á la barraca de Pimentó para hacer preguntas insidiosas á la gente que estaba en los campos.
  • Porque yendo la calle arriba, echando mi cuenta en lo que le emplearía que fuese mejor y más provechosamente gastado, dando infinitas gracias a Dios que a mi amo había hecho con dinero, a deshora me vino al encuentro un muerto, que por la calle abajo muchos clérigos y gente en unas andas traían.
  • Cuando era preciso se calaba el chacó, martirizaba el pecho con el asfixiante correaje, y servía a la nación y a la libertad, yendo a pasar la noche en el Principal, donde comía melones en verano, se calentaba al brasero en invierno, en la santa y pacífica compañía de algunos otros comerciantes del Mercado, que, olvidándose de la marcialidad de su uniforme, pasaban las horas de la guardia hablando de las fábricas de Alcoy o del precio del azúcar y de la seda.